'El Mundo Y Sus Demonios' es el título de un libro escrito por Carl Sagan, el mismo que creó la serie 'Cosmos'. En este libro, el autor habla de la importancia que tiene el conocimiento científico para disipar toda serie de dudas por encima de creencias sin sustento, religiones diversas y fantasías inventadas (como las abducciones extraterrestres).
Sagan sostiene que la ciencia es nuestra luz en un mundo de oscuridad invadido por percepciones en donde no se ven los 'detrás' y los trasfondos. Incluso aboga porque, en la medida en que el desarrollo y gusto por las ciencias se fomente en la sociedad, ello incluso coadyuvará al buen desempeño de las instituciones democráticas de las naciones. ¿Será cierto entonces que el conocimiento científico sí va ligado en gran medida con el pensamiento de ideas liberales? Definitivamente lo es.
¿Y esto también es una casualidad? Para nada.
'El Mundo y sus Demonios' comprende una serie de capítulos en donde se desentrañan toda una serie de mitos y falacias a las cuales es muy próclive el ser humano a creer. En palabras de Sagan, es precisamente esto lo que vende y atrae; por el contrario, la ciencia tiene ante sí a un duro competidor en dichos mitos contra los cuales lleva todas las de perder y esto no debe extrañarnos, pues los mitos son una fantasía y la fantasía es una manera de evadir la realidad, misma que muchas veces es cruda y dura, pero si queremos cambiar las cosas en nuestra actualidad, tenemos que ser concientes de que hay que empaparse de esa realidad para comprenderla y caminar sobre ella por muy difícil que sea el andar de ese camino.
Y los mitos están tan arraigados en nuestra sociedad que invade los ámbitos más inesperados, hasta los académicos.
En donde yo trabajo habemos de todo un poco: desde personas sin título profesional, hasta quienes cuentan con él; hay desde secretarias hasta contadores, pasando por ingenieros en diversos ramos, químicos, ambientalistas y licenciados. La empresa donde me desenvuelvo es un universo bastante amplio, pero la ignorancia, desafortunadamente, no brilla por su ausencia.
Una joya que muestra lo que es esa oscuridad a la que se refiere Sagan la demuestro en lo siguiente: dentro de la red de intranet institucional se tiene la manía (¡y vaya manía!) de las socorridas cadenas de correos electrónicos en un estilo 'mándala a tantas personas y algo lindo te sucederá, ¡no es broma!' y lo que más gracia me causa es que este tipo de mensajes siempre van acompañados de oraciones a dios y muchos santos, mensajes divinos y promesas de milagros al vapor.
Ejemplifico lo anterior: un correo electrónico que incluye una presentación en power point con una música hiper-tierna y celestial y en donde nos muestra una fotografía tomada por la NASA. En la presentación se nos "explica" que a esa imagen se le conoce como El Ojo de Dios, que dicha imagen solo puede verse una vez cada 3,000 años y quienes han tenido al fortuna de verla han cambiado su vida... para bien, por supuesto. Obvio, la presentación cierra con la invitación(condición) de reenviar a 7 personas y pedir con mucha Fe, ¿qué?: cada quién sabrá.
La imagen de la que se habla en dicho mensaje es la siguiente:
Se le conoce como La Nebulosa de la Hélice, objeto celeste del cual hace poco confirmé que sí, efectivamente, popularmente se le conoce como 'El Ojo de Dios'.
No critico la Fe de nadie y no es el objetivo de esta entrada en absoluto, después de todo yo también creo en alguien superior y tengo mi propia espiritualidad. Tampoco me gusta criticar las creencias de los demás, ya que como la sexualidad, considero que la Fe es una cuestión muy, pero que muy personal. También estoy convencida de que, más que ser Némesis la una de la otra, ciencia y la espiritualidad pueden llegar a acloparse. No me gustan tampoco los extremos: así como no me gusta un individuo fanático de la Fe, mismo que deriva en visiones de discriminación enfermiza en muchos sentidos, tampoco me gusta el individuo que centra todo su mundo en lo que palpa con la pobreza de sus cinco sentidos y no se da la más mínima posibilidad a dejar algunas dudas como preguntas abiertas que ni la ciencia ha podido responder, pero ya constatar que la mayor parte de la gente se desenvuelva en el mundo a base de información que ni siquiera tiene a bien intentar confirmar en su veracidad me asombra.
Me consta que la visión del Universo nos inspira muchos pensamientos profundos y hasta filosóficos de nuestros orígenes y nuestro futuro. Es raro que, alguien que vea una imagen así, no se sienta conmovido y quizá hasta un poquito más humilde. A mí me sucede, pero dotar a un objeto celeste de poderes para cumplirte un deseo es algo que ofende a la inteligencia. Basta decir que dicho fenómeno es visible en cualquier noche despejada -y no cada 3,000 años, como señala la presentación- con unos buenos prismáticos y/o un telescopio casero. Esta es una de las nebulosas planetarias más cercanas a nuestra Tierra. Yo la he visto... y no, no le pedí deseo alguno.
¿Que si me sorprende darme cuenta como mitos como este y muchos otros se difunden con una aceptación ausente de crítica y cuestionamiento pasmosa? Sí y mucho, porque ejemplos como este se reflejan en todo lo que hacemos a diario y con esto no me queda duda alguna de que nos desenvolvemos en un mundo en donde gran parte de lo que sabemos se basa en percepciones superficiales sin averiguaciones de fondo, aún siendo personas con un grado aceptable de conocimientos y educación intelectual. No sé como sea en otros países, pero al menos en mi México, el mundo de la percepción tiene un emisario masivo de percepciones al por mayor y por ser masivo lo vuelve de cuidado: la televisión.
Entiendo entonces porqué nuestra sociedad no critica ni cuestiona lo que se le dice. Lo veo simplemente con los spots del sistema gubernamental. Pero más preocupante que lo que diga la televisión, me preocupa más que haya receptores que se lo crean, ya que para que una mentira surta efecto se necesitan dos: quien la difunde y quien se la cree.¿Y que debo tocar con este tema el asunto de las deologías políticas?, ¡pero por supuesto! Porque también en donde trabajo se han girado muchos correos bajo la misma tónica: transmisión de "información" sin un sólo ápice de curiosidad para confirmar su veracidad. Uno de los correos más circulados y que tienen que ver con AMLO se movió con la misma premisa: desinformación al completo. Me refiero a cierta "información" que circuló en algún momento dado respecto a López Obrador cuestionando de qué vivía, cómo se mantenía y de dónde obtenía ingresos para desplazarse como lo hace al día de hoy.
Tampoco puedo evitar recordar la "información" que se circuló respecto a su persona y el financiamiento que obtenía para su campaña, allá por el 2006, del narcotáfico.
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El colofón:Escuché alguna vez, con todo esto de la influenza, que para el 2012 México podría crear su propia vacuna contra la influenza. Pongo en duda esto en virtud de que también decían que para el 2011 tendríamos una refinería y ahora lo han aplazado hasta el 2015... y eso si bien nos va, pero en caso de lograramos contar con esa vacuna propia contra la influenza, ¿qué tal contar también con una vacuna contra la influencia (y no la de Elba Esther precisamente) para el 2012? Porque nada más de pensar e imaginar las jugarretas mercadotécnicas con las que se discutirá la derecha, máxime porque sabemos quien será nuestro candidato obligado por la izquierda y con esa tendencia tan natural en la gente de creer lo primero que se le dice, pues sí que vivimos en un México lleno de demonios y sin nada de luz.
¿Por qué existen tan pocos Sagan y abundan muchos López Dóriga?
viernes, 11 de septiembre de 2009
EL MUNDO Y SUS MUCHOS DEMONIOS
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