viernes, 11 de septiembre de 2009

Malicioso rumor




Malicioso rumor

El piloto nunca tuvo contacto con el pastor boliviano y los pasajeros no se enteraron de nada

Francisco Cruz Jiménez


De dónde salió exactamente la versión, nadie lo sabe, pero de una situación de emergencia que el piloto Ricardo Río reportó, cuatro minutos antes de la una de la tarde del miércoles, y que lo hizo como un procedimiento de rutina, se pasó en forma casi inmediata a la versión del secuestro de un avión de Aeroméxico.

Vertiginosa como suele ser, la información sobre el supuesto secuestro de la aeronave –con 104 pasajeros abordo, siete sobrecargos, el copiloto y el piloto– dio paso a una serie de rumores sobre siete u ocho y hasta nueve presuntos secuestradores, a quienes, casi también de inmediato, se etiquetó como terroristas bolivianos.

Pero tampoco nadie sabe explicar de dónde salió esa versión. La gran mayoría de los pasajeros ni siquiera se enteró que estaban en una situación de emergencia, sino hasta que el avión aterrizó a las 13:37 en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, su destino final y a la hora indicada. El vuelo llegó a tiempo. A las 13:50 estaba en posición.

Según los informes que reconstruyeron algunos sobrecargos, además de los señalamientos de Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, nadie sabía del supuesto secuestro ni de los terroristas que habían capturado la aeronave de Aeroméxico.

Paso a paso: “en el transcurso del vuelo que despegó a las 11:40 horas de Cancún, con destino al DF, el pastor José Mar Flores Pereyra repartió, además de las bendiciones de la santísima trinidad, discos compactos y casetes con su música cristiana.

A las 12:49 se negó a abrocharse el cinturón de seguridad y exigió (a una sobrecargo) hablar con el capitán –entonces no se mencionó el nombre de Felipe Calderón– y demandó sobrevolar, en siete ocasiones, el aeropuerto del DF; insatisfecha su demanda recurrió a su caja de cartón y amenazo, entonces, con hacer volar la aeronave, pero casi nadie lo escuchó.

Un minuto más tarde, la sobrecargo alertó al capitán sobre la emergencia y, tres minutos después, se accionó en la torre de control el código “transponder”, que alerta sobre riesgos o peligros inminentes como secuestros o amenazas de bomba durante los vuelos.

En tierra –que no en el avión– la sicosis empezó a rodar porque, para entonces, José Mar exigió, de la nada hablar con Calderón. En segundos todo cambió. La noticia llegó a los medios.
Los pasajeros que viajaban en los asientos cercanos al pastor no se enteraron de nada.

En una entrevista para Milenio TV, Adriana Romero fue clara: “Sólo cuando llegamos, desde mi ventanilla vi patrullas, perros, policías. De repente el piloto dijo en el altavoz a todos, y dice que ya están todas las negociaciones avanzadas. Dijo claramente, el avión está siendo secuestrado, pero ya está negociado y no va a pasar nada”.

El mismo piloto conoció de las peticiones de Flores Pereyra a través de una sobrecargo, con quien se comunicaba por interfón, porque la cabina estaba sellada.

“No hubo agresión físico ni verbal. Solo fue una persona. Dejaron el avión en una zona remota después de una hora de negociación dejaron ir a las mujeres y niños. Subieron los federales y aprehendieron a los ocho secuestradores”.

Marco Ramírez
En su primera entrevista de prensa

“El operativo fue demasiado aparatoso. […] Nos parece que fue un operativo montado, seguramente para desatar mayor terrorismo hacia la población”

Hernán Villatoro
Diputado por el PT y pasajero

“Nos enteramos al momento de aterrizar, nos informaron que el avión lo tomó un pasajero, lo informó la tripulación por radio. Todo estuvo muy tranquilo, no hubo armas, no hubo disparos"

Rodrigo Padilla, uno de los pasajeros

“No hubo gritos, nadie lloró, no hubo una crisis de nervios”

Adriana Romero

“No nos percatamos de nada, yo supe que sucedía algo extraño en el vuelo hasta que aterrizamos en un lugar diferente del Aeropuerto”

Rocío García
Pasajera del vuelo

“Pensé que era un simulacro, pues el piloto nos informó que no nos alarmáramos, que era un procedimiento de seguridad y tardaríamos unos minutos más en el avión antes de bajar a tierra”

Rocío García
Pasajera

Cronología de un rumor

11:40 horas, el Boeing 737 con matrícula EI-DRA despega de Cancún, con destino al DF.
12:50 una azafata alertó al capitán Ricardo Ríos, que un hombre exigía sobrevolar el aeropuerto capitalino siete veces y después entrevistarse con Felipe Calderón.
12:53 se acciona en la torre de control el código “transponder”, el cual alerta sobre riesgos o peligros inminentes como secuestros o amenazas de bomba durante los vuelos
13:37 La aeronave aterrizó en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
13:50 Se da a conocer a los pasajeros que el avión ha sido secuestrado.
14:00 Se anuncia que los secuestradores, hasta el momento no se tenía el reporte de cuantos eran, solicitan negociar con el presidente Felipe Calderón.
14:30 Se liberan a unos 40 pasajeros.
14:38 El segundo grupo de pasajeros (unos 60) son liberados.
14:40 Dos autobuses con los pasajeros son llevados al Hangar Presidencial.
14:52 José Mar aceptó bajar del avión. Un grupo de policías federales ingresan a la aeronave secuestrada y liberan a la tripulación.
14:55 Los policías federales aprehenden a ocho presuntos secuestradores
15:23 Los servicios del AICM enganchan el avión y lo retiran de la pista.
Acusan montaje

El secuestro del avión pudo haber sido un montaje del Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, para justificar su permanencia en el cargo, afirmó José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

De acuerdo con reforma.com, señaló que García Luna es muy propicio para los montajes, y ahora que puede haber más cambios en el gabinete, “quiere demostrar al pueblo de México y al pueblo del mundo, que él es el papas fritas, que las mata volando”.

Porfirio Muñoz Ledo, diputado federal del PT, calificó como una faramalla el operativo para rescatar a los pasajeros del avión secuestrado por el pastor boliviano José Mar Flores, bajo la supuesta amenaza de una bomba.

Aseguró que el gobierno federal ha recreado un “imperio mediático” que tuvo a los ciudadanos pendientes de la televisión de algo “no sabemos sí fue cierto”.

En tanto, Gustavo Madero), presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, calificó lo ocurrido ayer como “casi un simulacro” y “un bluff”.

El panista dijo: “Me rehúso a creer que esto haya sido provocado con intenciones desconocidas y no creo que sea bueno dar espacio a ese tipo de cuestionamientos que solamente tratan de minar la confianza en nosotros mismos y en nuestras instituciones”.

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