TANIA DAMIÁN JIMÉNEZ
En el estado de Puebla la empresa Banco Azteca utiliza métodos ilegales para cobrar los saldos que tienen sus clientes a través de al menos cinco despachos de cobranza, los cuales se hacen pasar como tribunales mercantiles y ponen sellos de embargo en las propiedades de los deudores.
Asimismo, los adeudos por lo menos se triplican debido a los altos intereses moratorios que tiene esta institución, y además el monto solicitado por los cobradores cambia de una semana a otra, aparentemente sin ninguna razón, ya que nunca se explica sobre ello. De este modo, a veces el saldo disminuye, y en otras ocasiones, aumenta con fuerza.
Como ejemplo de lo anterior está el siguiente caso en el que un cliente del banco adquirió un préstamo por 21 mil pesos y hasta el momento ha abonado casi 30 mil, aunque algunas veces los importes los hizo después de la fecha estipulada. Pese a ello, primero le requirieron 44 mil 855 pesos más del dinero que entregó y ahora le solicitan 129 mil pesos por tener 13 semanas de atrasos, según dice textualmente la notificación que le llegó hace unos días a su casa y que proviene del despacho de cobranza localizado en el interior de la tienda Elektra de San Pablo del Monte, cuya copia simple tiene este diario.
En San Miguel Canoa, como consecuencia del hostigamiento extrajudicial, unas 15 familias no entraron a sus casas por lo menos una noche debido a que cuando llegaron a las mismas en la puerta encontraron avisos de embargo o desalojo. Posteriormente se dieron cuenta de que dichas advertencias eran apócrifas debido a que no contaban con sellos de ninguna autoridad ministerial o judicial.
Ante ello, varios afectados –que solicitaron la gracia del anonimato– señalaron que interpondrán denuncias penales contra Banco Azteca por daño moral y contra propiedad ajena. Lo anterior porque además de que los cobradores colocan dichos sellos como si fueran autoridades, generando angustia en los moradores, en varios casos les han pedido bienes de su domicilio o les han exigido dinero, con la amenaza de que si no lo hacen perderán su propiedad y hasta a sus hijos, quienes serán canalizados al DIF, sin que ello sea tomado a cuenta de su saldo.
Explicaron que los cobradores de Banco Azteca son prepotentes y se niegan a dar su nombre completo.
Uno de los denunciantes agregó que hace unos tres años ejecutivos de venta de esta institución bancaria –que pertenece al grupo empresarial Salinas Pliego– acudieron a la junta auxiliar de San Miguel Canoa para ofrecer préstamos desde 10 mil pesos con bajos intereses y facilidades de pago, lo cual fue un engaño, pues la mayoría de las personas que obtuvieron dicho crédito actualmente debe el doble y hasta el triple.
Comentó que los trabajadores de Banco Azteca sólo les dieron a conocer que el interés anual era de 52 por ciento, pero nunca les explicaron que la tasa moratoria es de 0.5 por ciento diario sobre la cifra total que se adeuda, es decir tomando en cuenta los ajustes por los intereses.
Los despachos de cobranza
Los quejosos, quienes acudieron ante este medio de comunicación para denunciar el hostigamiento del que son objeto, dieron a conocer los despachos de cobranza y algunos nombres de las personas que incurren ilegalmente en prácticas judiciales.
En primer lugar, mencionaron al despacho ubicado en la calle 2 Sur número 502, interior 406, del centro de la ciudad de Puebla, en donde Ricardo Romero Sánchez o Ricardo Romero Rivas se ha presentado en sus domicilios para intimidarlos, así como les envía notificaciones que llevan por título “Orden de presentación”, “Juicio ejecutivo mercantil” y “Dirección de procesos judiciales”, y en las cuales se advierte que la próxima visita de Banco Azteca será con el uso de la fuerza pública y rompimiento de cerraduras.
Asimismo, en estas notificaciones se amenaza que se embargarán los bienes del cliente y se señala que para detener el procedimiento judicial, el deudor se tiene que presentar en las oficinas del despacho y pagar lo que debe.
Otro despacho de cobranza está localizado en el bulevar Norte número 3620 altos 102, en la colonia Las Cuartillas, del cual se ha presentado Félix Ñoma Avendaño, quien también firma oficios que llevan el título de “Dirección de procedimientos legales Puebla”, la cual es una entidad inexistente.
En estos documentos se le emplaza al cliente a que se presente en las oficinas del despacho en un plazo no mayor a 24 horas para que comparezca en relación a su adeudo con Banco Azteca “en virtud del procedimiento legal que se sigue en su contra y de su aval, por dicha deuda”.
Y se agrega: “de no asistir, se continuará con dicho procedimiento sin la posibilidad de resolver su problema (…), asumiendo todas las consecuencias legales, así como los gastos que se originen por su trámite”.
El despacho de cobranza que tiene su dirección en la calle 24 Poniente número 3507 interior 1, en la colonia Valle Dorado, manda notificaciones firmadas por José Peña Ortiz y Ricardo Ulises Castillo, en las cuales se advierte del embargo de los bienes del cliente que se llevará a cabo por autoridades judiciales en próximos días.
En la tienda Elektra que está localizada en la calle Pablo Sidar número 128, en el barrio San Bartolomé, de San Pablo del Monte, también hay otro despacho de cobro, el cual manda oficios que señalan: “la oposición a este pedimento traerá como resultado inmediato el embargo sobre su inmueble en un lapso no mayor a 48 horas”.
La Condusef no hace nada
Por su parte, Gabriela Rivera Vivanco, quien pertenece a la organización Casa del Movimiento La Reforma –la cual es parte del movimiento lopezobradorista– y asesora a los clientes, denunció que la delegación de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) se “lava las manos” en relación a los abusos que comente Banco Azteca.
Rivera agregó que varios usuarios de la institución bancaria le han solicitado a la misma a través de la Condusef sus estados de cuenta y alguna explicación sobre los saldos que tienen, sin que hasta la fecha entregue dicha información detallada y sin que la delegación federal sancione a Banco Azteca por ello.
Explicó que los estados de cuenta que el banco envía a través de la Condusef son incomprensibles, pues usan conceptos como “surtido PCJ legal”, “saldado credimax” y “pendiente de surtir”.
Asimismo, acusó que, en varias ocasiones los ejecutivos de las sucursales del banco –que están localizadas en las tiendas Elektra– se niegan a entregar los estados de cuenta de los clientes.
A continuación se mencionan otros casos de clientes de Banco Azteca que han sufrido hostigamiento por parte de los despachos de cobranza y cuyas deudas se han incrementado notablemente: un poblador de San Miguel Canoa solicitó un préstamo por 10 mil pesos; sin embargo sólo le entregaron 7 mil 548 pesos, con la justificación de que tenía que pagar en ese momento una parte de los intereses.
De acuerdo a su contrato, a la semana tenía que abonar 396 pesos. Esta persona a la fecha ha pagado 14 mil 818 pesos, según se puede constatar con la suma de los importes de sus tickets; sin embargo, aún le piden 8 mil 762 pesos más, debido a que le cobran 13 mil 276 pesos de cargos moratorios, con el argumento de que sus abonos los hizo después de la fecha de corte.
Otro caso es el de una persona que solicitó 10 mil pesos. Ha pagado 18 mil pesos y aún se le exigen 11 mil 955 pesos. Su estado de cuenta que recibió a través de la Condusef es incomprensible.
Finalmente, Gabriela Rivera indicó que los pagos que no son puntuales o menores al mínimo no restan al capital, sino al monto generado por los intereses moratorios, y por eso un cliente que por alguna razón se atrasa es muy difícil que pueda terminar de pagar.
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: Soberanía Popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario