FERNANDO ACOSTA RIVEROS
Los dos partidos políticos tradicionales mexicanos: el Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), unidos para mantener a oligarcas y mafiosos en el poder, vuelven a hablar de crecimiento económico. Felipe Calderón Hinojosa, presidente usurpador, asegura que México ha cambiado para bien en los últimos 10 años, entre otras cosas, porque hay más televisores en los hogares. Algo así como “que bueno que al pueblo y a algunos funcionarios les gustan las telenovelas”. Desde el PRI se ofrece mejorar la situación a las mayorías con la multiplicación del empleo si es aprobada en este mes la reforma laboral.
¿En qué consiste la multiplicación de los empleos ofrecida por el PRIAN? De aprobarse la reforma laboral un trabajador puede ser contratado por horas. Si un obrero madruga y busca empleo es posible que ubique en una jornada dos o tres opciones laborales. No tendrá garantías, ni acumulará antigüedad. Ganará casi 30 pesos. Es poco, pero desde la perspectiva de los dirigentes del PRIAN, tendrá tiempo suficiente para ver telenovelas y escuchar a los analistas y jueces de Televisa y TV Azteca, comentar una y otra vez que “México sí es un país libre y democrático, no como Venezuela y Argentina, donde los gobiernos de Hugo Chávez y Cristina Fernández de Kirchner practican el populismo y cuestionan los ‘bombardeos humanitarios’ sobre Libia”.
Estudiosos de la historia y promotores de la unidad de los pueblos de nuestra América, desde Caracas y Buenos Aires, durante la década comprendida entre 1950 y 1960, admiraban los textos constitucionales de México porque en ellos se reconocían los derechos elementales de los trabajadores asalariados: la jornada máxima, la reglamentación del trabajo de los menores y mujeres, el salario mínimo suficiente para satisfacer las necesidades normales, el salario igual para el trabajo igual, la participación de utilidades, el pago de horas extraordinarias y el derecho a la vivienda higiénica, entre otros. Medio siglo después la patria de Ricardo Flores Magón va en retroceso. Los funcionarios prefieren ver espectáculos en la televisión que leer, analizar y aplicar la Constitución. Hace unos días Aleida Hernández Cervantes, articulista de La Jornada Jalisco, presentó una interesante reflexión al respecto El mundo del trabajo en México, al revés.
Auspiciar y proteger los abusos de las grandes empresas forma parte del proyecto modernizador y neoliberal que se aplica en aumento desde 1981, cuando el entonces secretario de Trabajo, Pedro Ojeda Paullada negó a un grupo de mecánicos de aviación su derecho a fundar el Sindicato Unificado de Mecánicos de Aviación. Ojeda Paullada y su amigo Fidel Velázquez, líder de la CTM y también priísta, defendían a la empresa Mexicana de Aviación, es decir, a los dueños de la aerolínea.
En Guadalajara, hace 30 años, los dirigentes cetemistas celebraron el 45 aniversario de su organización sindical con una proclama demagógica: “La unión entre el gobierno y el movimiento obrero organizado es indestructible e indivisible”. Burocratización, caudillismo y corrupción eran también en 1981 algunos de los padecimientos del llamado sindicalismo charro. Ahora que la CTM cumplió 75 años, Humberto Moreira, dirigente nacional del PRI, dijo que la población sufre porque la canasta básica es 17 veces más cara que en 2006, precisamente el año en que su colectividad política se alió con el PAN para ejecutar el fraude electoral.
Lo que no dice el señor Humberto Moreira es que la reforma laboral que impulsa su partido quiere aplicar contrataciones por hora, que los trabajadores se queden sin garantías y desprotegidos. Los patrones podrán despedir a sus empleados sin ningún trámite. El ser humano poco a poco convertido en objeto desechable. Es como volver al Porfiriato y “vivir mejor”, porque recordar también es vivir.
Comienza el mes de abril y se escuchan otras voces en relación a la situación nacional. Rafael Gabino Jaime, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de la Central Campesina Independiente (CCI) consideró que “el mejor instrumento para acabar con la inseguridad en el país es que cada mexicano, cada campesino, tenga un empleo, pero bien remunerado, para evitar que sus hijos, y los hijos de éstos, se sigan yendo a las filas del narcotráfico”.
Integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Partido del Trabajo se suman en todos los estados contra la reforma laboral del PRI y llaman a participar en las marchas del jueves 7 de abril en defensa de los derechos de la población. Para derrotar las propuestas del PRIAN, se recuerda nuevamente, es necesaria y urgente la unidad de las fuerzas democráticas, de izquierda y progresistas.
Los parlamentarios que aprueben y promuevan la reforma laboral del PRIAN estarán sembrando más violencia, explotación e inequidad, aunque digan que son constructores de la paz, promotores del bienestar y auspiciadores de la libertad y la democracia. Los salarios bajos que padecen los obreros y sus familias, significan grandes ganancias para los poderosos. Dos necesidades sentidas de los mexicanos son el empleo y la paz. Empleos bien remunerados, como dijo Rafael Gabino Jaime. La paz no se construye con más amenazas y azotes que aplastan a la gran mayoría de la población.
Fuente: La Jornada de Jalisco
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