Él tendría que haber hecho esto, se le buscó y plantó a la gente, señalan
JORGE COVARRUBIAS Y JUAN CARLOS G. PARTIDA
Si se negó a escuchar a los pobladores, lo menos que se le puede pedir al gobernador del estado, Emilio González Márquez, es que respete las mesas de diálogo que establecieron los habitantes de Acasico, Palmarejo y Temacapulín con funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob) en el ejercicio legítimo que tienen de defender su patrimonio ante la amenaza que representa la presa El Zapotillo.
Marco Von Borstel, integrante del Instituto Mexicano y Desarrollo Comunitario (Imdec) expresó lo anterior al considerar que las declaraciones del mandatario –quien ayer aseguró que más del 50 por ciento de los habitantes vendieron sus fincas– son desafortunadas y tienen el propósito de entorpecer el diálogo.
“Él tendría que haber hecho estos diálogos, a él se le buscó, desde hace mucho tiempo dejo plantada a la gente, entonces me parece que tendría que respetar que este diálogo se está dando”, dijo.
Los afectados formalizaron ayer la primera de tres mesas de diálogo que continuarán hasta el 15 de abril con la posible presencia del titular de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) José Luis Luege Tamargo.
La mesa versó sobre la legalidad y legitimidad de la presa. En ese contexto los pobladores recordaron la falta de permisos de la Comisión Estatal de Agua para iniciar con la cortina como el cambio de uso de suelo, y la ausencia de la Manifestación de Impacto Ambiental.
En un breve comunicado de prensa, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales asegura que el organismo posee estos documentos, pero son los pobladores los que se oponen al proyecto.
Ayer la diputada local Olga Araceli Gómez Flores (PRD) anticipó que están por llegar especialistas extranjeros como parte del grupo técnico que en las mesas de trabajo presentará alternativas al embalse y confió que el próximo jueves, en la sesión del Congreso del Estado, cuando presente un nuevo punto de acuerdo para pedir al gobierno federal y estatal la cancelación del proyecto, los diputados priístas “hagan honor” a su palabra y ahora sí voten a favor para mostrar un frente unido.
“Y a ver si es cierto que el acuerdo legislativo va votado por ellos, pues aunque se trate de una llamada a misa es importante mostrar unidad. Si fueron leales en ese sentido, tendrán que votarlo a favor, porque va de por medio su diputado que votó junto con nosotros y sus diputados federales que están dando la lucha”, dijo.
También afirmó que en las negociaciones se mostrará a las autoridades federales una estadística del aumento de enfermedades como posible consecuencia del largo estrés a que se somete a la población desde casi seis años atrás, cuando se anunció que las tres comunidades alteñas desaparecerían bajo las aguas del embalse.
–¿Cómo ha percibido la recepción de propuestas que han hecho los pobladores a las autoridades federales?
–Cabrones. El tal funcionario Antonio Iglesias (director regional de la Comisión Nacional del Agua) ha querido minimizar la intención de que no se construya la presa diciendo que son muy pocos los perjudicados y millones los beneficiados, porque los tres pueblos que inundarían tienen tan poca población que ni siquiera pintan sus aportaciones fiscales.
Mañana los afectados continuarán con la segunda mesa de negociaciones que se llevará a cabo aquí en Guadalajara en un sitio por confirmar con el nombre de Los efectos de la presa a corto y largo plazo, una revisión del proyecto desde los lineamientos de la Comisión Mundial de Represas.
Se espera la presencia de Gustavo Castro de la organización social Otros Mundos AC de Chiapas, del profesor de la Universidad Autónoma de México, Scott Robinson, y algún observador de International Rivers.
La tercera mesa se denominará Alternativas que contemplen los intereses de todos y los derechos de todos, de la que esperan tenga un carácter resolutivo.
“La gente de Temaca cree que el agua debe ser para todos y para siempre. Creen que existen alternativas que no violan los derechos de ellos”, agregó Von Borstel.
Fuente: La Jornada de Jalisco
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