FERNANDA NAVARRO
Recibimos una convocatoria de las autoridades de la tribu yaqui donde relata que en estos instantes, en suelos sonorenses se está perpetrando un atraco criminal contra su tribu y su supervivencia, acciones orquestadas por parte del presidente de la República, Felipe Calderón, y el gobernador del estado, Guillermo Padres Elías, dando continuidad a una de las guerras más largas que se tenga en la historia contra los pueblos indígenas.
Se están dando los pasos para construir el acueducto llamado “Independencia”, violando flagrantemente disposiciones judiciales que otorgan protección a las garantías constitucionales, a través de una medida cautelar precautoria urgente otorgada por un tribunal agrario a la tribu yaqui, a favor de la demanda de restitución de aguas y un amparo interpuesto por los agricultores del valle del yaqui contra la licitación del acueducto, ordenando parar las obras por parte de un juzgado de distrito, el pasado 14 de agosto del año en curso. Lo anterior ratifica que el gobierno de Guillermo Padres Elías se encuentra en desacato.
Los efectos de alto riesgo que significa el proyecto del acueducto “Independencia” en Vícam no tiene precedentes en la historia de Sonora. Se le califica de “criminal”, nos explican, porque además de constituir una flagrante ruptura del estado de derecho, se traduciría en despojar a la población originaria del Valle del Yaqui del agua; en otras palabras, provocar su muerte por sed, literalmente.
Dicho proyecto de destrucción proviene, en primer lugar, del gobierno del estado, a través del gobernador Guillermo Padres Elías, aunado a la complicidad e irresponsabilidad del Ejecutivo federal que, como suele ocurrir, antepone los intereses trasnacionales a los del propio país. Por otro lado, los abogados enterados de la situación han guardado un ominoso silencio. Los únicos esfuerzos evidentes han venido, desde hace más de un año, de los ciudadanos afectados del Valle del Yaqui.
Nos comunican los pobladores del Valle del Yaqui: “una vez más, el Estado mexicano queda expuesto ante la opinión pública mundial, nacional, regional y local y concretamente Felipe Calderón, Guillermo Padres Elías, como instrumentos del poder económico de empresas extranjeras, al violar y despreciar las leyes mexicanas y convenios y tratados mexicanos, como el de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 169, instrumento que utilizaron las autoridades tradicionales contra el manifiesto de impacto ambiental, que fue aprobado a favor de la construcción del acueducto por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y su secretario encargado de despacho, José Luis Luegue Tamargo, violando flagrante la ley en materia de derechos humanos de tercera generación, que protege a los indígenas el derecho al trabajo y el desarrollo”.
“Bajo estas condiciones de guerra de baja intensidad, y una vez más, confabulados el gobierno mexicano y el gobierno del estado de Sonora, sirviendo como instrumentos e interés del gran capital y sus trasnacionales, quieren cometer el despojo más descomunal de nuestra historia reciente al quitarnos el agua, patrimonio de la humanidad, un bien de la nación y propiedad de la tribu yaqui –a través del decreto presidencial de 1940 y convertirlo de un instrumento e insumo para el desarrollo y producción de alimentos en un bien privado y sujeto a las reglas del mercado especulativo-.
“Es por ello que la tribu yaqui y la sociedad civil de siete municipios del estado de sonora, representados en sus diferentes organizaciones, queremos hacer valer la ley y el estado de derecho, y constituirse en fuerza civil para detener el acueducto a través de la denuncia, la resistencia y la desobediencia civil pacífica e impedir que se cometa uno de los actos más injustos de la historia reciente. En nuestro carácter de autoridades tradicionales de la tribu yaqui de Vícam y Potam, no vamos a permitir que se vuelvan a cometer más injusticias contra nuestro pueblo, haremos hacer valer nuestra razón histórica como pueblos originarios de estas regiones áridas y nuestros derechos históricos. Donde toda autoridad tradicional y todo integrante de la tribu yaqui se consagra en la defensa de la tierra y el agua.
“La lucha por la autonomía y autodeterminacion son principios irrenunciables.Nunca más un méxico sin nosotros”.
Atentamente: autoridades tradicionales de la tribu yaqui.
Fuente: La Jornada de Michoacán
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