MÉXICO, D.F. (apro).- La Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJE) recibió tres denuncias por la desaparición de igual número de jóvenes el pasado fin de semana en distintos puntos de la capital, Saltillo.
De acuerdo con información divulgada por el Diario de Coahuila, Leonardo M. y Rosa Ofelia G. denunciaron la desaparición de sus hijos Leonardo y Héctor M., de 34 y 29 años.
“Fueron elementos de la Policía Federal Preventiva los que desde el jueves pasado se llevaron a nuestros hijos, los sacaron de la casa a golpes y alcanzamos a escuchar que los encapuchados los acusan de portación ilegal de armas de fuego, pero no es cierto, nunca encontraron nada, nuestros hijos trabajan honradamente en un taller de hojalatería, aquí mismo en la colonia”, dijeron los padres.
Luego de ir de un lado a otro, Leonardo apareció en la lista de detenidos en la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR).
“No está golpeado ni nada, pero nos dicen que lo acusan de tener armas y no es verdad”, declaró el padre.
Sin embargo, comentó que Héctor sigue desaparecido, por lo que dijo que tiene miedo de que lo hayan perjudicado.
Los padres de los hermanos ya denunciaron el hecho ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), para que los ayuden a encontrar a Héctor.
Se lo lleva comando
Francisco Javier Aguiñaga, vecino de la misma zona donde viven Leonardo y Héctor M., acusó ante las autoridades ministeriales a la pandilla conocida como Los Batos Locos de haber “levantado” a su hijo, José Roberto A., de 20 años y de oficio albañil.
“Esos individuos llegaron a bordo de una camioneta Navigator, en color negro y con placas de Nuevo León. Nada más alcancé a ver las letras de la matrícula, son JDL, y a puros golpes subieron a mi hijo al vehículo y se lo llevaron no sé a dónde; testigos alcanzaron a ver a un individuo que es el que daba órdenes a los otros secuestradores y le dicen El Alday, acaba de salir del penal y desde entonces se ha dedicado a causar problemas en la colonia”, informó el angustiado padre de familia, quien pidió a las autoridades actuar de inmediato, pues teme por la vida de su muchacho.
“El domingo que ocurrieron los hechos hablé por teléfono al 066, pero las patrullas llegaron una hora y 20 minutos después, ya era demasiado tarde y no quisieron ni siquiera asomarse al lugar donde les dijimos que había sido vista esa camioneta Navigator, tuvieron miedo, ni los de Reacción Operativa Municipal de Saltillo (GROMS) ni los del GATE (Grupo Especial de Tácticas Especiales) quisieron saber nada”, se quejó.
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