JENARO VILLAMIL
MÉXICO, D.F., 17 de febrero (apro).- Les salió gratis a Televisa y TV Azteca demostrar quién manda en tiempos electorales.
Después de 15 días de proceso especial sancionador y de análisis de las famosas "cortinillas" que transmitieron las televisoras para advertirles a su infantilizada audiencia que los spots electorales interrumpen su "programación favorita", 5 de los 9 consejeros generales del IFE decidieron que no era necesario multar a TV Azteca con 7 millones de pesos ni a Televisa con 4 millones de pesos. Como si se tratara de una confesión religiosa y no de una regulación de bienes públicos concesionados, otorgaron "el perdón".
Basta recordar que un spotde 30 segundos, en horario de mayor audiencia –sobre todo, los relacionados con el futbol--, en Canal 2 de Televisa, cuesta entre 600 mil y 615 mil pesos. Con tan sólo tres minutos de anuncios pagados en ese segmento, la compañía de Azcárraga Jean hubiera pagado –y hasta le sobraba-- la multa que pretendía el IFE aplicarle. Ni hablar de TV Azteca que tiene precios más baratos para sus anunciantes, pero invierte mucho dinero en litigar sus intereses en pantalla.
Ni así quisieron tocarlos con una mínima sanción los consejeros del IFE. Lo resuelto el viernes 13 de febrero demostró cuál es la verdadera correlación de fuerzas en este nuevo Consejo General. Las televisoras garantizaron el apoyo de Francisco Guerrero (exasesor de Emilio Gamboa Patrón, el cabildero eterno de los concesionarios), Benito Nacif (propuesto por Televisa para consejero), de Arturo Sánchez (sobreviviente del IFE de Ugalde), de Marco Gómez (el "consejero verde", no por su falta de experiencia sino por responder a los intereses del Partido Verde, siempre tan proclive a las televisoras) y Macarita Elizondo (apoyada por el PAN), quien se pronunció por una investigación más exhaustiva y acabó por avalar el "perdón" del IFE.
Del otro lado, la minoría es encabezada por Leonardo Valdés, el consejero presidente, Virgilio Andrade, responsable del Comité de Radiodifusión y abogado con experiencia reguladora; Alfredo Figueroa, quizá el único consejero que queda con cierto margen de independencia frente a lapartidocracia y ahora a la telecracia.
La vergüenza nacional del IFE es sólo similar a la que vivió el Congreso mexicano cuando el 1 de diciembre de 2005 aprobó en 5 minutos, sin discusión en la Cámara de Diputados, la famosa Ley Televisa, preludio de la demostración de fuerza en tiempos electorales del poder del rating.
En el Senado un grupo de legisladores que quedaron "sellados" como enemigos de las televisoras encabezaron una batalla legislativa y jurídica para echar abajo la Ley Televisa. Quizá por esa razón ni Javier Corral ni Manuel Bartlett, ni Dulce María Sauri, muchos otros que se atrevieron a revelarse al mandato de sus bancadas, están ahora en el Congreso mexicano.
Como si fuera una pequeña revancha de ese pasaje ignominioso, este martes el Senado aprobó, en sólo 5 minutos, sin discusión en el pleno, un dictamen que estaba pendiente desde junio de 2008. Se le conocía como la Ley García Cervantes. En esencia, el senador panista Ricardo García Cervantes, tan incómodo para las televisoras como lo es ahora Santiago Creel, propuso reformar 14 artículos de la Ley Federal de Radio y Televisión para evitar, justamente, lo que sucedió el 31 de enero y el 1 de febrero: que el IFE fuera sorprendido por Televisa y TV Azteca alterando la pauta de los spots.
El dictamen aprobado no es igual al de García Cervantes. Es mucho máslight. En lugar de 14 se reformaron sólo 7 artículos de la Ley Federal de Radio y Televisión: se eliminó la posibilidad de que una sanción severa a las televisoras fuera la revocación de su concesión, ante la violación sistemática y reiterada de la ley electoral. También se eliminó todo lo relacionado con el derecho de réplica que despertó la alarma entre los concesionarios.
El senador Carlos Sotelo, perredista y presidente de la Comisión de Radio y Televisión, reconoció en rueda de prensa que lo aprobado este martes en el Senado matiza muchos de los aspectos polémicos de la iniciativa original de García Cervantes.
Sotelo aclaró que García Cervantes "proponía que en la Ley de Radio y Televisión se dijera que esa sanción severa era la revocación de la concesión, le ponía nombre a la criatura, pero aquí el acuerdo de las dos bancadas distintas a la del PRD, PRI-PAN, fue quitar esa categoría, dado que no la contiene la reforma electoral, y se planteaba que fuera estrictamente el reflejo, el espejo".
En entrelíneas, Sotelo admitió que funcionaron las presiones de las televisoras para impedir una reforma fundamental que evitara los vacíos jurídicos y sancionara eficazmente a Televisa y TV Azteca.
Hay que recordar que en junio de 2008, antes de que se discutiera en el pleno esta reforma, de la oficina de Juan Camilo Mouriño, entonces secretario de Gobernación, llegó una minuta alterna –muy similar a la que este martes fue aprobada-- para evitar que la Ley García Cervantes incomodara a las televisoras. El entonces coordinador del PAN y presidente del Senado, Gustavo Madero, operó en consecuencia. También hay que recordar que pocas semanas antes, las televisoras lograron descabezar a Santiago Creel de la coordinación del PAN.
Ahora, el coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, también avala lo sucedido en el IFE y en el Senado. En rueda de prensa, el presidente de la Junta de Coordinación Política especuló diciendo que si el IFE hubiera sancionado a las televisoras era como "tirar toneladas de dinamita en México". La desafortunada comparación sólo confirmó que el PRI decidió recular para no perder la gracia de la pantalla, ahora que busca ganar la mayoría de las diputaciones federales.
El Senado sólo enmendó parcialmente la plana del Consejo General del IFE, pero falta saber si en la Cámara de Diputados, donde Emilio Gamboa Patrón manda, son capaces de respaldar esta mínima reforma legal para precisar la actuación de las televisoras. Puede suceder que, como en los tiempos de laLey Televisa, en cinco minutos desechen el dictamen del Senado.
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