MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
El cardenal Norberto Rivera Carrera intenta confundir a la feligresía católica y a la opinión pública al presentarse como exonerado por la justicia de Estados Unidos, ya que las causas en su contra por el encubrimiento que brinda al sacerdote Nicolás Aguilar Rivera –acusado de haber violado a 86 niños en México y aquel país– continuarán en tribunales de apelación federales estadounidenses, advirtió Joaquín Aguilar Méndez, principal querellante del purpurado.
Durante una entrevista que concedió vía radio desde el Distrito Federal, Aguilar Méndez consideró que la publicidad que el jerarca eclesiástico dio a la declaratoria de improcedencia que la Corte Superior de California emitió sobre la denuncia en su contra por encubrir a Rivera Aguilar es parte de una estrategia de recuperación de credibilidad en “un año electoral”, ya que a partir de que los abusos perpetrados por el sacerdote pederasta fueron conocidos, “la iglesia católica, particularmente Norberto Rivera Carrera, no han podido tener efectividad en sus mensajes”, y por tanto, el cardenal “no puede orientar las simpatías” de su grey “hacia un partido político o un candidato determinado”.
A pregunta expresa, Joaquín Aguilar, miembro de la Red de Sobrevivientes de Víctimas de Abuso Sexual de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), no quiso especular sobre las filias políticas de Norberto Rivera, pero consideró que el escándalo por las violaciones sexuales a menores de edad que consumó Nicolás Aguilar Rivera y la protección que el cardenal le ha dado a éste “le han costado muy caro a la iglesia, así que el deslinde, la mentira de que no puede ser juzgado en Estados Unidos, es un elemento que muchos sacerdotes aprovecharán” para hacer proselitismo “a favor de los candidatos que les convengan.
Aguilar Méndez insistió en que “en México no hay condiciones para que Norberto Rivera sea juzgado, porque desgraciadamente no se hace nada cuando hay corresponsabilidad como la que él cometió”.
Recordó entonces que la única acción legal que existe en México en contra de Nicolás Aguilar Rivera es una orden de aprehensión que en 11 años no ha sido ejecutada por la Procuraduría General de Justicia de Puebla.
“Nicolás Aguilar debe saber muchas cosas, muchos aspectos oscuros, eso es lo que yo pienso cuando me pongo a pensar por qué hay tanto interés de las autoridades y de la iglesia para protegerlo”, señaló Aguilar Méndez.
Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
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