Laura Esquivel
El pueblo del sol
Durante estos tiempos electorales es evidente el desánimo de la población. En esta contienda, todos los partidos políticos tendrán que enfrentar el descrédito en el que han caído por una u otra razón. El desaliento generalizado paraliza. La duda paraliza. El miedo paraliza. La falta de certeza hace que la gente prefiera quedarse en su casa que salir a votar. Lo primero que vamos a tener que hacer es devolver a la gente su poder, su fortaleza y su capacidad de elección. Y por lo mismo, me gustaría que en este momento recordáramos el significado que tiene para todos los mexicanos el Sol Azteca, símbolo de nuestro partido.
Para los antiguos mexicanos el sol era la fuente de la vida misma. Consideraban que el astro solar era quien proporcionaba la energía a todas las cosas. Con la salida del sol se refrendaba diariamente la idea de que las fuerzas de la oscuridad habían sido vencidas y que la vida estaba garantizada. Este poderoso símbolo está instalado en nuestra memoria ancestral. La noción del nuevo sol, como esa fuerza renovadora, está instalada en nuestra mente y en nuestro corazón. Es el impulso de la fe. Es la fuerza de la voluntad. Mi absoluta certeza de que contamos con la fuerza para transformar nuestra realidad tiene su origen en la relación que guardo con el sol y que comparto de manera callada con todos los mexicanos. El nuevo sol, que sabemos será un sol de justicia, hace tiempo que nos alumbra y que nos anima. Veo la luz de ese sol reflejada en los rostros de los que salen a la calle a luchar por sus causas. Veo destellos de su luz en los ojos de mis compañeros de partido que hoy venimos a decirles que estamos dispuestos a servirlos honestamente y comprometidos con el bienestar de la mayoría. Todos sabemos que venimos a servir pero no podemos servir a nadie si no contamos con su voluntad. Ojalá que ante la apatía o la incertidumbre que provocan las fuerzas oscuras, los ciudadanos salieran a tomar el sol en silencio. Se dieran un minuto para sentirlo dentro de su piel. Estoy segura que este simple ejercicio los llenará de claridad y podrán recordar que el sol verdadero no está dividido, no sufre de contradicciones, no lucha por brillar más. El sol verdadero no duda de su fuerza. Se sabe poderoso. El sol verdadero no duda de su generosidad. Se entrega a todos. El sol verdadero no duda de su influencia. Está convencido de su fuerza generadora. En México vive el pueblo del sol, por lo tanto, México es un país creativo y luminoso. Salgamos a votar este 5 de julio por el partido del sol azteca para refrendar nuestro destino luminoso.
El PRD ofrece una alternativa auténtica y real. Ha demostrado que puede gobernar esta complicada ciudad, que reacciona con coherencia ante emergencias y que está comprometido con las causas ciudadanas. Ahora les corresponde a ustedes demostrar que están dispuestos a apoyar con su voto a los candidatos y candidatas que pueden renovar la esperanza hasta lograr no sólo que el PRD siga gobernando en el DF, sino que goce de la opción de constituirse como un estado autónomo, jurídica y económicamente, de manera que siga siendo punta de lanza del país. ¡Que el sol brille en sus corazones y siga saliendo para todos!
Laura Esquivel
Escritora y candidata a Diputada Local por el Distrito XXVII en Coyoacán
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