Peña Nieto: homofóbico y represor
MARCELA TURATI
Sin una legislación que prevenga y castigue la discriminación, el Estado de México ocupa el segundo lugar nacional en crímenes de odio por homofobia, con 63 asesinatos en 10 años. La última víctima es un profesor al que enviaron a Almoloya, donde fue violado, luego de dos desalojos y golpizas a padres de familia y menores discapacitados que lo apoyan. La justicia mexiquense, el Conapred y la CNDH lo ignoraron por su preferencia sexual, a pesar de pronunciamientos en su favor de eurodiputados y organizaciones internacionales. Hoy se esconde en el DF por temor a que lo maten.
Decenas de padres de familia y niños y niñas con capacidades diferentes protestan afuera del Centro de Atención Múltiple 33 y 34 de Ecatepec, para pedir la reinstalación del director Agustín Estrada Negrete, despedido por ser homosexual. Una multitud de policías entra a escena, acorralan a los manifestantes. Un grupo se va contra la quinceañera Alejandra Guzmán, y aunque ella les advierte que sufre convulsiones, la masa uniformada la arrastra de los pelos, la empuja, la patea y la avienta a una patrulla, como si fuera un bulto. Alguien la envuelve en una cobija antes de llevarla a la Procuraduría. La niña recuerda que la querían desmayar a golpes en la cabeza y que, antes de desvanecerse, tenía una agente saltándole sobre la cadera y otra sentada encima.
Esto ocurrió el 7 de mayo en Ecatepec, a las puertas de la escuela para niños con habilidades diferentes que levantó el maestro Estrada Negrete y que desde entonces es resguardada por una docena policías con armas largas. Así se aprecia en la grabación que tiene Proceso. El país estaba en plena alerta sanitaria por influenza; los funcionarios mexiquenses que presencian el desalojo se identifican en las imágenes por llevar cubrebocas.
La grabación da cuenta de cómo en Ecatepec se activaron los mismos resortes policiacos con los que el gobernador Enrique Peña Nieto repelió las manifestaciones de Atenco en febrero de 2006. Entonces el saldo fue de 26 mujeres abusadas sexualmente por policías.
En febrero ya había ocurrido un desalojo similar en esa escuela para niños especiales. Entonces varios menores de edad se convulsionaron, mamás y papás fueron golpeados, y niños como Luis Lezama, de 11 años, que quería defender a su hermana sorda de la golpiza, debió tragar gases lacrimógenos. Otra niña, Julia Daniela, de ocho años y con microcefalia, fue empujada por policías y su mamá aventada por tratar de defenderla.
El saldo en el operativo de mayo, según los testimonios recabados, fue la expulsión masiva de menores de edad con capacidades diferentes que estudiaban la secundaria, el desalojo violento de los manifestantes y la golpiza a varias personas, entre ellas un abogado y al director Estrada Negrete –ambos homosexuales– y la violación tumultuaria a este último
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