La presa está en su nivel histórico más bajo
La organización de trabajadores náuticos señala que llevan siete semanas sin dar servicio turístico, con pérdidas superiores a los 30 millones de pesos.
Marco Antonio Martínez
La falta de agua y lluvia no sólo la padece la ciudad de México. Valle de Bravo, donde se encuentra una de las presas del Sistema Cutzamala, se seca.
La presa, en su nivel histórico más bajo, a 38 por ciento de su capacidad, ha comenzado a generar pérdidas a quienes viven de ella.
De acuerdo con un boletín de la Organización de Trabajadores Náuticos y Relacionados de Valle de Bravo, ya son siete semanas en que las embarcaciones del destino turístico de miles de capitalinos no dan servicio, por el bajo nivel de las aguas, eso representa el mismo tiempo sin que los locatarios registren ventas.
Según la organización, el paro de actividades significa pérdidas por 30 millones de pesos, cierre de establecimientos, recorte de personal en marinas y clubes.
Prevén que de continuar la situación en tres meses será la peor en toda su historia y pone en riesgo a 60 mil personas.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) las lluvias en los próximos tres años no alcanzarán para que las presas alcancen su anterior nivel.
La organización reprocha a la Conagua la gestión “poco sustentable del recurso hídrico”. Da como ejemplo que mientras Valle de Bravo se queda sin agua, la presa Tuxpan, también perteneciente al sistema Cutzamala se pierde a través de compuertas abiertas que vierten el líquido a ríos o va a dar a huertas que no requieren agua porque en esa región sí ha llovido.
No sólo eso. El Distrito Federal se inunda por las lluvias que no encuentran un adecuado manejo.
“Y los 19 metros cúbicos que llegan del Sistema Cutzamala se pierden en las grietas y hoyos de las tuberías en constante deterioro por el hundimiento diferenciado de la ciudad ahora que se han agotado los acuíferos del subsuelo”.
El documento fue presentado en conferencia de prensa convocado por diversas organizaciones, que también expusieron su rechazo a la construcción de la carretera bicentenario Toluca-Zitacuaro, Ramal Valle de de Bravo.
De acuerdo con el comunero Simón Lara, del municipio de San Bartolomé Amanalco, del estado de México, el proyecto afectaría el suministro del agua, al talar 30 mil árboles y afectar 40 hectáreas, y la posibilidad de que se comience a extraer agua de los manantiales del municipio.
El dato
Ayer inició el movimiento de resistencia para el cuidado y preservación del agua, encabezado por el Frente Nacional Ciudadano contra la Impunidad y por la Transparencia. Llaman a encuentro ciudadano para abordar el cuidado del agua y después pasar propuestas a los legisladores para que convoquen a foro y hacer una iniciativa de ley.
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