Crece emergencia por derrame de crudo en el Golfo de México
Alabama, Mississippi y Florida en alerta luego de que tocó Lousiana; Obama visitará zona de desastre.
Afp
Washington. El derrame de petróleo en el Golfo de México, que alcanzó ya las costas de Luisiana (sur) y puso en estado de emergencia a Alabama y Mississippi, podría convertirse en la peor catástrofe ecológicas de la historia de Estados Unidos.
El presidente Barack Obama visitará la zona de desastre en las próximas 48 horas para evaluar la situación y la respuesta gubernamental, anunció este sábado un portavoz de la Casa Blanca.
Billy Nungesser, presidente de la región de Plaquemines, en Louisiana, dijo que la marea negra -originada por una plataforma del grupo británico BP que se hundió el 22 de abril- alcanzó la noche del jueves la costa, cerca de la desembocadura del río Mississippi.
La mancha, de mil 500 km2, no tardó en llegar a las orillas, amenazando su frágil ecosistema, pese a los esfuerzos para impedirlo de la Guardia Costera y la petrolera British Petroleum (BP).
Los gobernadores de Luisiana, Florida, Alabama y Mississippi declararon el estado de emergencia, y el presidente estadunidense Barack Obama ofreció "todos los recursos disponibles", incluyendo los militares, para tratar de evitar una catástrofe ambiental.
Los humedales costeros de Louisiana constituyen un santuario de fauna, particularmente de aves acuáticas, y las costas de Florida albergan una enorme industria pesquera y turística.
Fuga crece
El derrame fue declarado catástrofe "de importancia nacional", lo cual pone recursos federales al servicio de la emergencia en cuestión. El anuncio estuvo precedido por el hallazgo el jueves de una nueva fuga de petróleo, que vierte al mar más de 5 mil barriles (800 mil litros) por día, según el gobierno estadunidense.
El diario de Alabama The Mobile Press-Register dijo este sábado que una fuente confidencial de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera había informado que se habían descubierto dos nuevos puntos de fuga en el deteriorado conducto.
"Si el tubo se sigue deteriorando, el flujo podría resultar incontrolable y el volumen liberado podría ser de una magnitud superior a la imaginada", afirma el periódico.
Obama dijo esta semana en un discurso en la Casa Blanca que seguía pensando "que la producción petrolera estadunidense juega un papel importante" en la "estrategia de seguridad energética, pero siempre debería ser responsable por la seguridad de los empleados (del sector) y de la protección del medio ambiente".
Mientras tanto, altos funcionarios federales y estatales advirtieron a British Petroleum que los recursos que dedica a la tarea de control de la marea negra son insuficientes.
"Estoy preocupado porque los recursos (dispuestos por) BP no son los adecuados", dijo el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal. "Los exhorto a que procuren más ayuda del gobierno federal y de otros", dijo en una conferencia de prensa.
Cuando hizo el llamado, los estados vecinos de Alabama y Mississippi declaraban el estado de emergencia ante la inminente llegada de la mancha a sus costas.
La llegada de la marea a Luisiana obligó a cerrar los criaderos de langostinos y los bancos de ostras.
Por su parte, el director ejecutivo de BP, Tony Hayward, dijo al Financial Times que "no fue nuestro accidente, pero es nuestra responsabilidad limpiar" la mancha. "Las demandas legítimas (de los afectados) serán respetadas", agregó.
Por lo pronto, criadores de camarón de Luisiana presentaron una demanda contra BP por "negligencia" y "contaminación" para obtener un resarcimiento de 5 millones de dólares, indica el texto que obtuvo la AFP, en lo que se prevé será una "demanda colectiva".
La agencia de evaluación financiera Fitch Ratings estima que la limpieza de la marea negra podría costar entre 2 mil y 3 mil millones de dólares.
Obama dijo que alrededor de mil 900 funcionarios federales estaban en el área con 300 botes y aviones. La Guardia Costera coordina las tareas de las naves, que incluyen remolcadores y submarinos robotizados, que investigan el daño submarino.
Agua del río Mississippi estaba siendo desviada hacia los humedales en un intento por hacer retroceder parte del petróleo, declaró a la AFP Wilma Subra de la Luisiana Environmental Action Network.
"Es una muy, muy buena medida", dijo.
La plataforma 'Deepwater Horizon' contenía 2.6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1.27 millones de litros por día.
El hundimiento ocurrió el 22 de abril, dos días después de una explosión con posterior incendio en el que murieron 11 trabajadores de BP.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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