Tardará meses el rescate de los mineros
A 700 metros bajo tierra, los 33 trabajadores chilenos comienzan a recibir alimentos
Enrique Gutiérrez
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Martes 24 de agosto de 2010, p. 40
Santiago, 23 de agosto. Con los ojos irritados y varios kilos menos, los 33 trabajadores atrapados desde hace 18 días a 700 metros de profundidad en una mina en Chile comenzaron a recibir alimentos el lunes, un día después de que se constató que están vivos, aunque su rescate demorará algunos meses.
Una cámara de fibra óptica se introdujo a través de la única perforación que llega al fondo de la mina –por la cual se metió también un micrófono con el cual el domingo se pudo determinar que siguen con vida– y que sirve como especie de cordón umbilical con los mineros, quienes aseguraron estar bien.
Ellos dijeron que están muy bien, que no tenían ningún problema de salud (...) que necesitan cepillos de dientes, dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne, quien además bromeó al decir que parientes habían sugerido enviar cerveza por el pozo, el cual fue reforzado por grupos de rescate en la mina, ubicada cerca de Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de esta capital.
A 700 metros de profundidad, los mineros cantaron el himno nacional y corearon ¡Ceachei!, el característico grito de los chilenos en acontecimientos deportivos, según dijo Golborne, quien volvió a recordar la emoción vivida este domingo cuando se descubrió que siguen vivos: Cuando salía la última barra de la sonda vimos que tenía unas manchas de pintura roja y nos abrazamos. Vimos que venía la carta y el mensaje.
El ministro condenó las precarias medidas de seguridad de la mina San José, y sostuvo que el accidente dejó al descubierto una falta de preocupación bastante importante en cuanto a seguridad. De haber cumplido con el protocolo, sentenció, nos hubiéramos ahorrado todo este drama.
Tras la histórica jornada del domingo, cuando los propios mineros sorprendieron al mundo al enviar pruebas de vida mediante la sonda que llegó al fondo del yacimiento, autoridades definían el plan de rescate de los mineros, que están en camino de romper todas las marcas de sobrevivencia bajo tierra.
Voy a esperar todo lo que tenga que esperar para ver a mi esposo de nuevo, dijo Lilianett Ramírez, una de los familiares que acampan a las afueras de la mina accidentada.
¿Se puede imaginar? Luego de 30 años de casados nos vamos a mandar cartas de amor, dijo Ramírez con una risa casi adolescente, pese al cansancio por dormir más de dos semanas en un carpa de plástico en el llamado Campamento de la Esperanza, afuera de la mina.
Sin embargo, a los mineros aún no se les ha dicho cuánto tiempo deberán esperar antes de ser rescatados, por lo que las cartas de amor de sus esposas e hijos serán fundamentales para mantenerlos con ánimo, dijeron expertos.
Pasado el mediodía y una vez que hicieron contacto, socorristas comenzaron a suministrarles alimentos con glucosa, además de oxígeno y medicamentos a través de tubos de plástico llamados palomas, para los mineros que enfrentan uno de los peores accidentes en la historia de Chile.
El tubo quedó perfectamente acondicionado. Tenemos hoy día comunicación telefónica. Las sondas están funcionando. Nos demoramos aproximadamente una hora en cada traslado y por este mismo ducto estamos revisando su condición física, dijo André Sougarret, jefe de los rescatistas.
Según expertos, los mineros atrapados habrían perdido entre cinco y siete kilos, pero no están deshidratados, ya que cuentan con agua proveniente de las mismas perforaciones que hacen las máquinas de sondeo.
En una de las fichas médicas que los mineros enviaron a través de la sonda, relataron que sobrevivieron gracias a “dos cucharadas de atún y medio vaso de leche –de los alimentos que estaban en el lugar– cada 48 horas”, dijo Isabel Allende, senadora por la región de Atacama.
Los equipos médicos y sicológicos enviaron un cuestionario individual a los mineros para conocer quién era su líder, cuándo fue la última vez que comieron y fueron al baño, y si toman algún medicamento. Con ello se busca hacer un mejor diagnóstico.
En las afueras de la mina, en el Campamento Esperanza, familiares tuvieron por primera vez una jornada más relajada, tras más de dos semanas de angustia, aunque ahora comienza a surgir la ansiedad que se dé un pronto rescate.
Quiero que salgan pronto para que podamos celebrar a lo grande. Aquí las esperanzas nunca murieron y ahora sólo nos toca esperar un poco más, dijo Arnoldo Plaza, quien es primo de una de las víctimas.
Los trabajadores atrapados pertenecen a la pequeña mina de cobre y oro San José, ubicada en el desierto de Atacama.
Chile es el mayor productor de cobre del mundo. Aunque el accidente ocurrió en una pequeña mina, ya se desató el debate sobre la seguridad en los socavones y en otras ramas productivas, en un país que espera crecer a una tasa de 6 por ciento en promedio en los próximos cuatro años.
Un día después del hallazgo con vida de todos los mineros, el presidente chileno, el empresario Sebastián Piñera, lanzó un plan para mejorar la seguridad laboral en el país.
Espero que el accidente del 5 de agosto en la mina San José sirva para dar un gigantesco salto hacia adelante en la dignidad, seguridad y las condiciones en que trabajan más de 7 millones de hombres y mujeres chilenos, manifestó Sebastián Piñera.
Los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; Colombia, Juan Manuel Santos; Ecuador, Rafael Correa; España, José Luis Rodríguez Zapatero, y Perú, Alan García, llamaron por separado a Piñera a expresar su alegría por el trabajo llevado a cabo.
Analistas estiman que el papel protagónico del gobierno en el rescate fortalecería la imagen de Piñera y le permitiría relanzar un polémico plan para subir impuestos a las compañías mineras.
Sobre los plazos para las labores de rescate, el jefe de los sondajes, André Sogarret, expresó que el margen es amplio y que sólo podrá haber novedades en octubre o noviembre, lo que se convertiría en el mayor rescate minero en la historia mundial.
El récord lo tiene China, cuando en julio de 2009 unos 13 trabajadores permanecieron atrapados 25 días.
Tenemos que hacer ya el diseño de ingeniería propiamente tal. La primera estimación es que tenemos entre tres y cuatro meses, explicó Sougarret.
Lo que tenemos que hacer es definir el punto. Primero hacer una buena topografía. Definir el punto de ataque. Se hace una perforación que es el doble de la que hicimos actualmente, agregó.
Por lo pronto, esta tarde llegó al lugar una excavadora que abrirá una chimenea paralela a la que permitió dar con los mineros, pero que debe abrir un ducto de 60 centímetros para permitir el paso de una persona. El equipo, propiedad de una minera estatal, pesa 30 toneladas y cava hacia arriba y luego al revés, por lo que los hombres atrapados deberán colaborar en su rescate.
El Ministerio de Salud anunció que se solicitará ayuda a la agencia espacial estadunidense, la NASA, sobre todo en materia de tecnología para las labores de rescate.
En medio de la espera, un excéntrico empresario minero apareció en una camioneta Hummer negra en el socavón San José y donó a cada familia de los trabajadores atrapados el equivalente a 10 mil dólares.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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