HÉCTOR GUEVARA
En el marco de los eventos organizados por la Comisión de Bicentenario y Centenario se presentaron en rueda de prensa a los conferencistas Tomas Villa nieto del general Francisco Villa y Edgar Zapata bisnieto del general Emiliano Zapata, y al compilador Armando Ruiz, quienes tendrán una charla en la Capilla de Aranzazú en el museo regional de esta ciudad, sosteniendo como tema qué nos ha dejado este año de conmemoración de la Independencia y la Revolución Mexicana a la sociedad potosina, a los cuales se plantearán los siguientes cuestionamientos, ¿qué queda?, ¿sirve de algo?, ¿la Revolución ya concluyó? o ¿sigue vigente? ¿qué banderas están por ahí truncas? ¿qué le dejo a la juventud? ¿las autoridades han comprendido el significado de esta año? entre otras.
Aunque queda claro que la gesta de 1910 no ha concluido, manifestaron quienes se han metido a fondo en la investigación, ya que por otro lado se está viviendo actualmente una nueva revolución, “la cual esperamos que no siga el sinuoso camino de la violencia, sino que tome la senda de la ideas, la inteligencia, en el reforzamiento de la educación y la cultura, y que de empleo a los jóvenes”.
Por otro lado los conferencistas hablaron sobre la vigencia de la revolución en nuestros días. El arqueólogo Tomas Villa manifestó –“Hay una vigencia terrible del programa político villista en la situación actual de la nación, la revolución no ha hecho justicia a los mexicanos, pero hay que plantear a que sectores sí le hizo justicia, hay que replantear las líneas que fueron triunfantes y de donde provenían y en ese sentido si estas se transformaron o no en instituciones y si estas instituciones siguen vigentes en la situación actual del país ya que existe cierto nivel de desmantelamiento de dichas instituciones, además no solo hubo una revolución, ya que hubo muchos levantamientos en diferentes regiones, muchos lineamientos políticos que guiaban a los dirigentes que encabezaban dichos levantamientos, los cuales correspondían a caracteres de ciertos grupos sociales, ya que ni es lo mismo un Venustiano Carranza, el cual era un viejito marrullero de la alta política porfirista, o un joven oficinista como Calles los cuales están lejos de comparación con un Zapata y un Villa. La revolución en algún momento para algunos se terminó, otros de plano la acabaron mientras que para otros ha continuado, sobre todo para aquellos que decían viva la robolución, pero a nivel del pueblo habría que analizar a qué sectores. A pesar de muchos la imagen de Pancho Villa sigue vigente sigue en la sique colectiva, ya que yo no he visto una camiseta de Venustiano Carranza, o de Calles, ya que ningún chavo se atrevería a ponérsela, y esto habla de la trascendencia de aquellos que perdieron militarmente el conflicto, pero no lo perdieron en lo político, tanto Villa como Zapata tuvieron dos grandes victorias, una fue la trascendencia de sus posturas fue tal que sus enemigos debieron optar por retomarlas e incluirlas en la Constitución, pues estos carecían de un programa político propio. La otra victoria de estos héroes fue un gran triunfo moral ya que nunca claudicaron a pesar de sus detractores”, finalizó
Edgar Zapata señaló que “hablar de proyecto social que encabezaron los dos generales populares Villa y Zapata, fue una de las ideologías más radicales dentro de la Revolución Mexicana, la cual desafortunadamente quedo inconclusa, al cometerse el asesinato de estos líderes, en especial mi bisabuelo Emiliano Zapata, quien por medio de su programa político, el Plan de Ayala, pieza importante para la creación de el articulo 27 constitucional, pero por desgracia en los años 90 se le dio el tiro de gracia al programa agrario que encabezó el general Zapata, ya que como se recordará el ejido no era vendible y ahora ya los ejidatarios pueden deshacerse de sus tierras. Por otra parte el levantamiento zapatista de Chiapas fue un despertar para los mexicanos, ya que nos hizo voltear hacia la marginación que tienen los pueblos indígenas, a su vez descubrimos el arraigo que tiene la iconografía de Emiliano Zapata, el caudillo tenía una revolución que no fue como el villismo que se expandió por todo el país, en cambio el zapatismo partió del mismo arraigo en la fundación de los pueblos indígenas y esa es la riqueza del zapatismo. Zapata no estaba en contra del progreso, ni que se modernizaran las haciendas sin modificar el entorno natural. Por otra parte estamos por gestionar ante el Congreso del Estado que el 2011 como el año de la revolución agraria del sur, ya que este estado tuvo vínculos históricos con el zapatismo ya que el plan de San Luis y el Plan de Ayala es la continuidad, además debemos mencionar a la potosina doña Dolores Jiménez y Muro la cual fue ideóloga zapatista y es quien ayuda a redactar los principios rectores del Plan de Ayala”, finalizó.
Fuente: La Jornada de San Luis
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