viernes, 22 de julio de 2011

Atrae CNDH queja contra el Ejército por granada que dejó lisiado a niño





PUEBLA, Pue. (apro).- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) atrajo la queja que presentó la familia del niño Oswaldo Zamora Barragán, del municipio de Petlalcingo, a quien le fueron amputados el brazo y la pierna derecha por la explosión de una granada, que presuntamente fue abandonada por elementos del Ejército Mexicano.

La Comisión de Derechos Humanos de Puebla (CDHP) informó que el expediente 6869/2011, que se abrió por una queja presentada por la madre del menor, Paula Barragán, fue turnado a la CNDH para su investigación.

En la denuncia, la mujer acusa al Ejército de haber olvidado el explosivo en un terreno de la comunidad El Ídolo, en el municipio de Pletalcingo, ubicado al sur de Puebla.

El miércoles, el niño Oswaldo Zamora, de 11 años, pastoreaba cabras cuando, aparentemente, pisó el artefacto explosivo.

Aunque el secretario de Seguridad Pública estatal, Ardelio Vargas, aseguró que la explosión que causó heridas graves al menor fue provocada por un petardo, la familia insiste en que fue una granada que dejaron en ese lugar los militares.

El funcionario estatal fue insistente incluso en que el artefacto debió haber sido abandonado en ese lugar por miembros de la delincuencia organizada que operan en la zona.

Sin embargo, Miguel García Méndez, secretario general del Ayuntamiento de Petlalcingo, confirmó que elementos del Ejército adscritos al Quinto Batallón de Infantería de la 35 Zona Militar realizaron esta semana prácticas de tiro en el ejido El Ídolo.

Incluso, señaló que fueron elementos de ese batallón quienes entregaron al niño herido a las autoridades municipales.

La madre del menor reveló que luego de que ocurrieron estos hechos, los militares se negaron a apoyar a la familia y a las autoridades para trasladar al infante a una institución hospitalaria para que fuera atendido de urgencia.

Además, señaló que hasta la tarde del jueves 21 ningún representante de las fuerzas castrenses había ofrecido ayuda a la familia ante la situación crítica que ésta vive.

El médico Francisco Enriques, del Hospital del Niño Poblano, informó que el menor se mantiene sedado y que requerirá aún 48 horas más en observación para evaluar su estado de salud, después de que se le amputaron las extremidades derechas de su cuerpo y que existen riesgos de que tengan que amputarle la otra pierna.



Fuente: Proceso
Difusión AMLOTV

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