El debut de Humberto Moreira, la popularidad de Enrique Peña Nieto, el retorno de La Maestra al tricolor, el desencanto nacional ante el gobierno calderonista, un panismo desangelado y un perredismo que no cuaja marcaron las elecciones de ayer domingo. Conoce los detalles.
Por Ramón Alberto Garza
El PRI volvió ayer al camino de la victoria con el que aplastó al PAN en las urnas en 2009 y que perdió en 2010 con las derrotas que le propinaron las alianzas PAN-PRD en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Y es que el tricolor barrió este domingo 3 de julio en el Estado de México, en Coahuila y en Hidalgo. Y aunque en Nayarit, tanto el PRI como el PAN se declaran triunfadores, las últimas cifras del PREP favorecen a los tricolores.
En el Estado de México y Coahuila, las dos entidades clave de la elección de ayer, los candidatos tricolores se alzaban con votaciones que superaban los récords históricos.
Ni las fuertes tormentas que azotaron el Edomex, ni la guerra sucia de las campañas en Coahuila alejaron a los electores de las urnas. De acuerdo a las cifras del PREP, las votaciones mantuvieron los mismos niveles registrados en otras contiendas.
De la jornada electoral de ayer, se desprenden ganadores y perdedores.
LOS GANADORES
ENRIQUE PEÑA NIETO. No hay duda de que la popularidad del gobernador mexiquense y los resultados de su gobierno fueron cruciales para refrendar la victoria de Eruviel Ávila, todavía con más votos que los que él mismo obtuvo hace seis años.
El contundente triunfo priista en el Edomex reafirma a Peña Nieto como el puntero tricolor para la candidatura presidencial del 2012, sobre todo porque en su territorio fue derrotado un embajador del lopezobradorismo como Alejandro Encinas.
HUMBERTO MOREIRA. Ganó por partida doble. Como presidente del PRI debutante en una elección que fue su carta de presentación y en su natal Coahuila, donde logró sacar adelante a su propio hermano por encima del compadre del presidente Felipe Calderón.
El coahuilense confirmó su calidad de “perro callejero”, desplegando en todas las entidades una fuerza de tierra imbatible que devolvió el orgullo a unos tricolores que todavía no se reponían de las derrotas de Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
ELBA ESTHER GORDILLO. Una vez más demostró que donde ella está, se aparece la victoria.
Sucedió en 2010, cuando apoyó a Gabino Cué en Oaxaca, a Rafael Moreno Valle en Puebla y a Mario López Valdez en Sinaloa. El PRI sólo pudo rescatar airoso a Veracruz, en donde, por cierto, La Maestra abandonó a Miguel Ángel Yunes y terminó apoyando con su operación a Javier Duarte.
Ahora volvió de lleno al PRI. Primero pactando con Enrique Peña Nieto su vuelta a las alianzas con los tricolores y luego apoyando estratégicamente el ascenso de Humberto Moreira a la Presidencia nacional del partido, por encima de la voluntad de Beatriz Paredes.
Las alianzas de su partido, el Panal, fueron claves para definir de qué lado operaría la poderosa maquinaria electoral del magisterio.
ERUVIEL ÁVILA. No era el favorito para el Edomex. Por delante estaban Alfredo del Mazo Jr. y Luis Videgaray. Pero maniobró correctamente al lado de La Maestra, y Peña Nieto terminó por entender que el 2012 pasaba por sacrificar sus pasiones personales en el estado que gobernaba.
La votación récord alcanzada este domingo lo ubica desde ahora como un aliado estratégico para que quien será en septiembre su antecesor termine de perfilarse como candidato presidencial.
RUBÉN MOREIRA. No es fácil salir a pedir el voto siendo el hermano del gobernador saliente. Aunque haya existido interino de por medio.
El nepotismo es históricamente castigado en México, pero a pesar de todas las críticas, su hermano Humberto Moreira debió dejar un buen sabor de boca entre la mayoría de los coahuilenses que dieron el rotundo sí al segundo consecutivo de la dinastía Moreira.
LOS PERDEDORES
FELIPE CALDERÓN HINOJOSA. Vuelve a la pesadilla arrolladora de 2009, en la que el PAN fue arrasado.
Peor aún, confirmando que su partido, el PAN, ya no es la segunda, sino la tercera fuerza política en un Edomex dominado por esa obsesión que se llama Enrique Peña Nieto.
Las cifras no mienten. Este domingo, los panistas recibieron en el estado más poblado de México apenas la mitad de los votos que obtuvieron en 2005. Ése es el tamaño de su tragedia.
Si quiere recuperar el camino rumbo al 2012 y consumar el destino de evitar que el PRI vuelva a Los Pinos, tendrá que revisar a fondo su estrategia.
Aunque sea el camino correcto, la ciudadanía está decepcionada con la guerra contra el narcotráfico y sus consecuencias en la vida diaria.
Dos de sus hombres más cercanos, su secretario particular y su compadre, fueron derrotados este domingo en el Estado de México y en Coahuila. Un mensaje claro para su posición frente a Ernesto Cordero.
Y los resultados terminarán por crearle su cuarto cisma en el PAN en lo que va de su sexenio. De Manuel Espino, a Germán Martínez, a César Nava y ahora Gustavo Madero. Todos tendrán la culpa, menos el presidente.
GUSTAVO MADERO. Si algo se le puede reprochar al chihuahuense, que apenas se estrena con su primera elección de nivel, es que no fuera capaz de concretar las alianzas en el Edomex.
Pero aun con ello, de la misma forma en que el también debutante Humberto Moreira disfruta en el PRI las mieles de la gloria, así Gustavo Madero debe padecer la hiel de la derrota. Un pretexto para que desde Los Pinos se cuestionen su estatura y sus capacidades.
El jaloneo que propiciarán estas derrotas podría debilitar todavía más al partido en el poder rumbo al 2012.
LUIS FELIPE BRAVO MENA Y GUILLERMO ANAYA. Su cercanía con la casa presidencial resultó un lastre, más que una ventaja.
El candidato albiazul para el Edomex no pudo ni sostener el porcentaje de votos que logró hace 12 años. Y peor aún, llevó al panismo al tercer sitio en esa estratégica entidad para el 2012. ¿A quién se le cayó la baba?
Y el candidato panista en Coahuila pudo aprovechar en algo las denuncias de enriquecimiento ilícito contra personajes cercanos al ex gobernador priista, pero la sombra de su ex cuñado Adolfo Villarreal, hermano de Sergio Villarreal, alias “El Grande”, lo neutralizó.
EL PRD. Inexistente en Coahuila, el PRD no pudo dar el jalón final en el Edomex, y está claro que en Nayarit se equivocó al no consumar una alianza, primero, y al postular a Guadalupe Acosta Naranjo, después.
La carta fuerte del sol azteca para estas elecciones era Alejandro Encinas. Y aunque se posicionó como la segunda fuerza en los dominios de Enrique Peña Nieto, hasta anoche, su 22 por ciento no era suficiente para remontar el 25 por ciento que el PRD recibió en 2005, cuando fue la tercera fuerza electoral en el Edomex.
Y en Nayarit, donde todavía se disputan el triunfo, Martha Elena García sería hoy la indiscutible triunfadora si el apenas 10 por ciento de los votos que logró el perredista Guadalupe Acosta Naranjo se hubiera aprovechado en una alianza con quien, dicho sea de paso, era perredista, esposa de un gobernador que en su tiempo ganó de la mano del PRD y del PAN.
Analicemos lo que sucedió ayer en las urnas, estado por estado.
Fuente: Reporte Indigo
Difusión: AMLOTV
martes, 5 de julio de 2011
Euforia en el PRI; debacle en el PAN
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