lunes, 12 de septiembre de 2011

Para documentar la credibilidad en las encuestas


DANIEL MÁRQUEZ MELGOZA

En la última encuesta nacional GEA-ISA 2011, de agosto, la encuestadora arrojó un resultado sorprendente en la batalla que libran Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, para obtener la candidatura de los partidos de izquierda a la Presidencia de la República. “Marcelo, por primera vez arriba de López Obrador”, festinó en primera plana el periódicoMilenio (7/08/2011): “Por primera vez, Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, se colocó por encima de Andrés Manuel López Obrador en las preferencias de las izquierdas por la candidatura a la Presidencia de la República en 2012. Los resultados de la más reciente encuesta GEA-ISA revelan que Ebrard aventaja con 19 puntos en la intención del voto de los partidos de izquierda al político tabasqueño y ex aspirante presidencial…”

Según la encuesta, Marcelo Ebrard tiene en agosto el 53 por ciento de las preferencias entre las militancias de izquierda: PRD, PT y Convergencia, mientras AMLO sólo el 34 por ciento. La diferencia es de 19 puntos.

Conviene tener los referentes de encuestas anteriores de la misma empresa encuestadora para observar la extraña evolución de los gustos electorales de los simpatizantes de ambos actores políticos perredistas.

Andrés Manuel López Obrador, en la encuesta de GEA-ISA de marzo de 2011, contaba con un 29 por ciento de voto favorable en una elección abierta; en el universo perredista y de las izquierdas en general, tenía el 41 por ciento de apoyo; en el caso de Marcelo Ebrard, la proporción era: 42 por ciento favorable en población abierta y 46 por ciento entre las izquierdas.

En la encuesta GEA-ISA de mayo de 2011, la opinión de los encuestados fue de la siguiente manera: AMLO 47 por ciento favorable entre población abierta y 54 por ciento entre las izquierdas. Ebrard, por su parte, contaba con 29 por ciento en población abierta y 41 por ciento entre las izquierdas.

Pero en la encuesta de agosto de 2011, AMLO baja a 27 por ciento las simpatías entre la población abierta; pero la caída más drástica está entre las izquierdas, que se reduce a un 34 por ciento. En cambio, Marcelo Ebrard sube la intención del voto a un 39 por ciento entre la población abierta, y en cuanto a las izquierdas, la intención del voto se dispara a un 53 por ciento.

Conviene mencionar para efectos comparativos entre encuestadoras, que en mayo de 2011 una encuesta de El Universal revelaba que los tres políticos con el mayor apoyo para ser candidatos de sus respectivos partidos a la Presidencia de la República eran Andrés Manuel López Obrador, por el PRD; Enrique Peña Nieto, del PRI, y Santiago Creel, del PAN. AMLO alcanzaba el apoyo del 65 por ciento de la militancia del PRD para ser candidato y 28 por ciento de la ciudadanía en general. En cuanto a Marcelo Ebrard, la militancia del PRD le daba su apoyo en un 32 por ciento y la población en general lo apoyaba en un 27 por ciento.

Según GEA-ISA, Marcelo Ebrard de mayo a agosto subió 10 puntos en las preferencias de la población abierta y 12 puntos en las preferencias de la militancia de los partidos de izquierda. Mientras tanto, de mayo a agosto AMLO perdió 20 puntos entre la población abierta: 47-27, e igual número de puntos entre las militancias de izquierda: 54-34.

Se impone preguntarse qué hizo Marcelo Ebrard de valioso políticamente entre mayo y agosto del año en curso para subir 10 puntos en un universo electoral y 12 en otro. Y qué tropiezos políticos de escándalo tuvo Andrés Manuel López Obrador para merecer la pérdida de 20 puntos en ese mismo lapso en los dos universos arriba referidos. Recuerdo que son las mismas preguntas que me hacía en 2006, cuando los resultados de las encuestas comenzaron a hacer juegos extraños para terminar favoreciendo a Felipe Calderón Hinojosa.

Por supuesto que no soy el único que descree de las encuestas: “El asunto de las encuestas tan disparatadas es comprensible: con todo, se trata de un negocio. Sólo que los políticos pueden arriesgar mucho y perder poco si las cifras finales no se acercan a las tendencias de las encuestas, pero las empresas que realizan los sondeos están jugando su credibilidad…”, lo dice Carlos Ramírez en su artículo 2010: la guerra de las encuestas, en su blog Indicador político (http://carlosramirez2.blogspot.com).

Y redondea su falta de credibilidad así: “El caso emblemático de la manipulación de las encuestas en Andrés Manuel López Obrador. Cuando estaba solo en la contienda por los recursos del Gobierno del DF, el tabasqueño se colocó en todas las encuestas con una ventaja de 24 puntos. Pero luego, en la campaña, por errores propios y una campaña agresiva del PAN, López Obrador se puso debajo de Felipe Calderón en la mayoría de las encuestas…”

Es sabido que la candidatura de las izquierdas por la Presidencia de la República en 2012 se decidirá entre AMLO y Marcelo Ebrard mediante dos mecanismos para determinar quién tiene mayor popularidad: una encuesta y una elección abierta a la población. Federico Arreola, asesor y seguidor de López Obrador, se refiere a la situación de las encuestas en artículo publicado en SDPnoticias (http://sdpnoticias.com/sdp/columna/federico-arreola/2010/07/30/1087426):López Obrador y Ebrard Casaubón: la imposible encuesta para decidir. En ella hace un repaso de las casas encuestadoras existentes y no deja una que no peque de parcialidad por más de alguna relación decorosa o indecorosa, con poderes fácticos o con personalidades de todo tipo. Por otra parte, a pesar de las malas experiencias de elecciones internas en el PRD, Federico Arreola niega que la elección interna para decidir la candidatura presidencial vaya a dividir a la izquierda. En cambio, asegura que “dividirían más las encuestas cuchareadas realizadas por ‘expertos’ que reiteradamente han probado dos cosas: a) que anteponen sus intereses a su profesionalismo, y b) que cada día son menos atinados”.

A propósito de mal tino y disparidad de resultados, dejo una muestra de dos encuestadoras, en ejercicio realizado en mayo 2011: GEA-ISA y de El Universal:

Entre la población abierta, Ebrard 29% (GEA-ISA), 27% (El Universal); AMLO 47% (GEA-ISA), 28% (El Universal).

Entre la militancia de izquierdas, Ebrard 41% (GEA-ISA), 32% (El Universal); AMLO, 54% (GEA-ISA), 65% (El Universal).

Finalmente, me pregunto, ¿qué objeto se persigue con la publicación de las encuestas electorales? Está demostrado que en nuestra imperfecta democracia se les utiliza como una herramienta más de manipulación del electorado de parte de los poderes fácticos; vemos que se les ha llegado a convertir en una estrategia electoral que, combinada con una estrategia permanente de medios sobre la población más iletrada y apolítica, genera más votos que cualquier campaña electoral a ras de tierra. Esta población vulnerable políticamente se niega a ser perdedor, más todavía, y se apunta con los triunfadores, con los que le dicen que van a la cabeza en las encuestas.

Fuente. La Jornada de de Michoacán

No hay comentarios: