lunes, 12 de septiembre de 2011

Santas/os, reliquias, supersticiones y manipulación religiosa.


Dr. María Van Doren

El papa Juan Pablo II ha regresado a México con más fuerza que antes, con más manipulación que antes. ¿Cuántas veces vino a México? Cinco o seis veces, y la última vez que quería venir, o mejor dicho que el Cardenal Norberto Rivera quería que viniera, no pudo más. Era poco antes de que muriera. El pueblo mexicano se prestó fácilmente a estas manifestaciones públicas, como le gusta mucho cuando vienen héroes. Una vez el mismo papa vino cerca de una visita de Michael Jackson. México les celebró en la misma ‘arena’, ‘el estadio Azteca’, pero para el papa todavía era más grande la hilaridad del pueblo y más grande la exigencia que la jerarquía mexicana exigió, porque una multitud de gente se quedó afuera, con un frío enorme, y con necesidades esenciales en una situación poca humana. Quiero decir que esta exigencia era para el pueblo sencillo, creyente, fácilmente a manipular, porque seguramente ningún líder religioso sufrió estos sufrimientos, ni se sintieron tan mal como el pobre pueblo lo sufriera, y probablemente tampoco pensaron en las necesidades humanas que faltaron. ¡Era para el papa, casi canonizado en este tiempo ya!

Si todavía viviéramos en la época medieval, tal vez podría aceptarlo, pero que estas prácticas siguen hoy en día, es inaceptable. Tristemente hay mucha verdad en lo que reclamó Marx: “la religión es opio para el pueblo” y eso no tendría que ser. Pero cada religión se presta a vida, y vida en plenitud, pero también a muerte, y muerte en todo sentido; se presta a heroísmo y a situaciones de paralización; a dinamismo y a inactividad; a libertad y a libertinaje, pero también a fundamentalismos y absolutismos, dos palabras que aniquilan y degeneran al ser humano, y entonces están inherentemente contra el sentido del cristianismo. Esto pasa cuando se usa la religión para esclavizar, manipular, dominar al pueblo creyente y sencillo, cuando la letra y no la vida es ley, cuando quieren ocultar cosas para el pueblo, cuando quieren engañar a la gente, y es abominable para mí, cuando lo hacen “en nombre de Dios”, lo que están haciendo continuamente. También con las ‘adoraciones’ a la autoridad religiosa (eclesial), porque la identifican con Dios, le da poder de Dios. Esto ha pasado con el papa anterior y siguen haciéndolo ahora con una superstición y un obscurantismo medieval.

¿Por qué beatificaron tan rápido al papa?, lo que es contra las costumbres en la Iglesia y contra el derecho canónico, que exige un proceso hacia la declaración de beatificación. Necesitaron tapar y ocultar los escándalos que están pasando tristemente en la Iglesia, y en los cuales el papa, tristemente beatificado, estaba, mejor dicho está involucrado. El sabía de lo que estaba pasando con Maciel, el fundador de los Legionarios, porque han publicado fotos anteriormente de Maciel, con su hija que vive en Madrid y uno de sus hijos de Tijuana, México, juntos con el papa Juan Pablo II. No me digas que no sabía quiénes estaban con él, cuando se sabe cómo es difícil tener audiencia con el papa, en especial cuando es en privado o personal. A Don Arceo, el obispo de Cuernavaca, que buscó al papa cada año, lo rehusaron porque lo llamaron “el obispo rojo” por defender a Cuba, a la Teología de la Liberación, a los pobres… No se permitió un encuentro entre el papa y Samuel Ruiz, el obispo de Chiapas, porque el papa supuestamente estaba enfermo, mientras se concedió una visita a Clinton, el presidente o ex presidente, no lo sé más exactamente, la mañana siguiente. Pero Maciel como siempre llegó con maletas llenas de dinero, (igual que Balaguer, el fundador de Opus Dei), y seguramente lo siguen haciendo, garantías de tener acceso al papa. Lo vimos también en diciembre del año pasado con Peña Nieto, gobernador del Estado de México, que llegó a Roma con regalos pero en especial con promesas, si él fuera el próximo presidente, de quitar las leyes que permiten en el D.F. la interrupción del embarazo, que permiten matrimonios entre dos personas del mismo género… El era acompañado de más de 10 obispos mexicanos (o, ¡escándalo!) y de su amante en este momento todavía.

Y ahora el papa Juan Pablo II ha regresado a México, para seguir con el engaño y la manipulación de un pueblo sencillo y muy creyente, un pueblo que sufre cada día más en este tiempo de crisis y desastre nacional, un pueblo que busca desesperadamente la ayuda y la intervención de su Dios, que busca signos extraordinarios y sagrados que pueden aliviarlo y ayudar a olvidar la miseria que sufre, miseria económica y de violencia extrema. Mientras la religión podría dar de verdad ayuda al pueblo en su miseria para levantarlo y actuar debidamente, al contrario, la autoridad religiosa está promoviendo más pasividad, una actitud sumisa y una ética/moral de culpabilidad por la supuestamente desviación secular, haciendo todo lo posible que el pueblo vea a un Dios que permite estas porquerías políticas y violencia brutal. ¿Para su purificación? O, ¿para la gloria de Dios?, ¡cómo se atreven decirlo!

Mientras lo fomentan con objetos de magia, con un obscurantismo medieval, con fetiches cristianos (como una papa de cera, y ampolletas de sangre) que no teníamos que usar más en nuestro siglo, porque ponen en descrédito y burla de lo sagrado y lo verdadero santo de la fe cristiana. Y muchos mexicanos de buena fe, todavía muy pegados a magia, supersticiones…, están felices con estos substitutos.

Reliquia, viene de una palabra latín, quiere decir, ‘resto’. En la Iglesia primitiva veneraron los ‘restos’ de los mártires y de personas santas. En la época medieval se hizo comercio con supuestamente ‘restos’, reales o falsos, de supuestamente santos/as. Entonces trataron de crear una multitud de reliquias porque era buen negocio tener estos ingresos, y ¡nunca hay suficientes ingresos!, para los/as que tienen mucho. ¡Y estos comercios con objetos religiosos se siguen haciendo en nuestros tiempos!

Reliquias, (aunque siendo ‘restos’ del/a difunto/a que ha subido en los altares, que ha sido beatificado/a o canonizado/a), no tienen importancia por sí mismo, solo si apuntan a Dios, porque Dios es el único santo, y todos/as los/as demás, lo mas santo/a que pueden ser, tienen este valor por lo santo de su Dios, y no por sí mismo/a, porque en el otro caso, estamos ’idologizando’ a personas humanas, estamos reconvirtiendo ‘la imagen’ de Dios en un ‘ídolo’. Peor todavía es cuando se hace un comercio de eso… y ¿qué comercio estamos esperando con ‘los restos’ del papa, Juan Pablo II? Slim seguramente va a provechar esta ocasión y con él muchos poderosos en nuestra santa Iglesia.

Es curioso que estos ‘restos’ no están paseando por Europa, pero dicen: “se concedió este honor primeramente al pueblo mexicano! ¡Y, como son felices aquí, con este honor!”

Juan Pablo II era experto en manipular al pueblo. Tristemente lo sigue haciendo.

Dr. María Van Doren

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