lunes, 24 de octubre de 2011

Por la violencia, deshabitan comunidades de Petatlán en cuatro meses, revela ONG


CITLAL GILES SÁNCHEZ ( )

Chilpancingo, 22 de octubre. En cuatro meses, siete comunidades de la sierra de Petatlán han quedado deshabitadas, desoladas, pues familias enteras huyeron hacia otras comunidades para resguardarse de la violencia que impera en esa zona sierreña. Otros siete poblados han quedado semivacíos, pues la mayoría de sus habitantes también han emigrado.

De acuerdo con un estudio elaborado por el Programa de Intercambio, Diálogo y Asesoría en Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria para América Latina y el Caribe (PIDAASSA), desde julio de este año familias enteras de la sierra de Petatlán tuvieron que abandonar forzosamente sus viviendas debido a la violencia que ha brotado por la delincuencia organizada.

Dicha situación ya la vivieron más de 100 familias de las comunidades de La Morena y La Laguna, pertenecientes a los municipios de Petatlán y Coyuca de Catalán, quienes huyeron de sus casas desde abril pasado.

En la sierra de Petatlán las comunidades afectadas son Zapotillo, Campo del Cielo, El Timbirichal, El Roblar, La Florida, El Guamilón, Los Limones, Carrecilleras, El Parazal, El Zapotillal, Parotitas, Las Galeras, Barranca del Bálsamo y El Cuajinicuilar, donde vivían 134 familias, pero ahora sólo quedan 49.

El estudio realizado en cada comunidad, reveló que en el poblado de Zapotillo vivían 35 personas aglutinadas en siete familias; en Campo del Cielo, habitaban cuatro familias con 32 integrantes en total; en el Timbirichal, dos familias con siete integrantes cada una; El Roblar, 23 personas; La Florida con nueve familias; El Guamilón con ocho familias y Los Limones, dos, tuvieron que abandonar totalmente las comunidades que “ya nadie habita”.

Mientras, en los poblados de Carrecilleras de siete familias, sólo dos son las que permanecen; en el Parazal, de 20 familias, quedan 10; en Zapotillal de 25 familias, sólo hay siete; en Parotitas de cuatro sólo tres viven ahí; en las Galeras de cinco familias sólo una permanece; en Barranca del Bálsamo de 20 sólo quedan 17 y en la comunidad de Cuajinicuilar de 17 familias han huido 9.

En total, resalta el estudio, de 134 familias, han abandonado sus comunidades un total de 85, es decir, 471 personas han tenido que huir de sus casas por temor.

“En esta serranía se respira temor, hay zozobra en los que se quedan y desesperanza en las familias que se van. No es que antes estuvieran bien, pero hoy los petatlecos viven en una pesadilla que ya se prolonga por más de seis meses”, destacó el organismo.

Agrega el estudio que el transporte público que cubrían la ruta de Petatlán a las comunidades, suspendieron los viajes y si antes iban dos o tres veces por semana, ahora suben de vez en cuando.

“La gente deja sus pueblos, sus casas, sus pertenencias, sus siembras, porque tiene miedo de que la maten, y según testimonios, solamente les dan un plazo de tres días para que se vayan. Antes se iban los hombres mayores y los jóvenes ahora se van familias completas”, indicaron.

Fuente: La Jornada de Guerrero

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