Ernesto Martínez Elorriaga, corresponsal
Morelia, Mich., 28 de julio.
Durante los pasados 30 días, 48 personas murieron violentamente en Michoacán; dos de las víctimas eran oficiales de la Marina, siete agentes federales, 10 civiles y 29 presuntos delincuentes. Asimismo, se documentaron 31 policías federales heridos en diversos incidentes.
La relación de actos violentos comienza la madrugada del 28 de junio en la cabecera municipal de Uruapan, donde un grupo de encapuchados que portaban armas largas asaltó e incendió una gasolinera, hechos que no dejaron víctimas. El 2 de julio, en las inmediaciones del municipio de Los Reyes, policías federales fueron atacados con armas de alto poder cuando se encontraban hospedados en un hotel; esto tampoco derivó en muertes o lesionados.
La cuenta de fallecimientos se inicia tres días después, el 5 de julio, en la cabecera municipal de Coahuayana, donde se dio muerte a balazos a dos sujetos presuntamente relacionados con la delincuencia organizada.
El 14 de julio, en el municipio de Los Reyes una patrulla de la Policía Federal sufrió una emboscada a manos de un grupo armado cuando realizaba un recorrido de vigilancia, lo que dejó dos uniformados lesionados gravemente. Ese mismo día, en el municipio de Tangamandapio, efectivos militares se enfrentaron contra un grupo armado y el resultado fue un civil muerto, además de tres soldados heridos.
El 18 de julio, sujetos armados emboscaron a un convoy policial en la autopista Siglo XXI, a unos kilómetros de la caseta conocida como Las Cañas, cerca de Infiernillo, municipio de Arteaga, con saldo de tres uniformados muertos y cinco lesionados.
El mismo día, casi al llegar a la cabecera municipal de Buenavista Tomatlán, fueron localizados los restos de seis supuestos criminales. En tanto, en la capital michoacana y en las cabeceras municipales de Ario de Rosales, Tacámbaro y Apatzingán aparecieron mantas de Los caballeros templarios.
Al día siguiente, el 19 de julio, cerca de la ranchería El Limón, municipio de Buenavista, fueron localizados los restos de cuatro personas, entre ellas dos mujeres. La madrugada del 20 de julio policías municipales de Uruapan se enfrentaron a presuntos secuestradores; dos uniformados fueron lesionados por esquirlas de granada.
Tres días después, guardias comunitarios de Cherato, Cheratillo, Oruscato y 18 de marzo, municipio de Los Reyes, bloquearon el acceso a la comunidad Imbarácuaro para exigir al gobierno estatal que atienda los problemas sociales y de seguridad que prevalecen en la región. También el 22 de julio, frente al palacio municipal de Los Reyes, un grupo armado disparó contra unos 200 manifestantes; cinco personas murieron y nueve resultaron lesionadas. Entre los asistentes a la movilización, realizada para exigir seguridad y apoyos sociales, había integrantes del grupo de autodefensa de Buenavista.
El mismo día un grupo armado emboscó a un convoy de policías federales en la carretera Lázaro Cárdenas-Colima, a la altura de Caleta de Campos, lo que dejó tres uniformados heridos. En tanto, en la zona serrana de Coalcomán un grupo de autodefensa se enfrentó con presuntos delincuentes y hubo un muerto.
El 23 de julio, grupos de delincuentes atacaron en siete puntos distintos a policías federales en lugares como Carapan, la autopista Pátzcuaro-Lázaro Cárdenas, la carretera costera y el municipio de Aquila, con un saldo de cuatro policías federales muertos y 21 lesionados, así como 20 presuntos delincuentes abatidos.
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