RICARDO RAVELO
MÉXICO, D.F. Después de cumplir un arraigo de casi 90 días en dos fases, el excomisario de la Policía Federal Javier Herrera Valles fue consignado y recluido en el penal federal de Occidente, ubicado en Tepic, Nayarit.
En un comunicado de tres párrafos, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que el Juzgado Segundo de Distrito con sede en Nayarit, libró orden de aprehensión en contra del exfuncionario federal por los presuntos delitos de delincuencia organizada y contra la salud, en su modalidad de fomento.
Según la PGR, la representación social federal encontró elementos sufrientes para establecer que, en el tiempo en que estuvo activo, Herrera Valles "brindó protección a grupos del crimen organizado en el Estado de Tamaulipas, a cambio de 35 mil dólares quincenales que recibía a través de una tercera persona".
Además, agregó que el inculpado desarrolló "acciones propias de la delincuencia organizada en el Estado de Guerrero", en donde fue encargado de los operativos desplegados por la Policía Federal.
La PGR decidió proceder penalmente contra Herrera Valles, a pesar de que Víctor Hugo Martínez Rocha, el testigo de cargo, se retractó de las imputaciones que hizo contra el exfuncionario y, más aún, confesó que fue presionado por funcionarios de la SSP.
En entrevista con el reportero, Eduardo Herrera, hijo del excomisario de la Policía Federal, afirma que "no existen elementos sólidos" para consignar a su padre, porque el otro testigo que lo incrimina, conocido sólo por su sobrenombre El Pitufo, es de "oídas" y durante el desahogo de la averiguación sólo dijo haber escuchado de terceras personas que Herrera Valles recibió dinero del narcotráfico.
Sin embargo, insistió, "al testigo nada le consta".
De acuerdo con el hijo del exigente federal, la consignación se determinó de ultima hora a raíz de que la SSP, a través del subsecretario Luis Cárdenas Palomino, interpuso un escrito cuyo contenido desconoce pero que, según afirma, es parte de la misma estrategia que utilizaron contra su tío Arturo Herrera --hermano de Javier y quien estaba al frente de la PFP en Tabasco-- para ser consignado por delincuencia organizada.
Afirma que, según le comentó la defensora de Herrera Valles, Raquenel Villanueva, la agente del Ministerio Público Federal, Olinalá Borges, se negó a firmar la consignación porque consideró que carecía de elementos. Y fue la fiscal María del Pilar Victoria Serrano, la que determinó consignar al excomisario.
Eduardo Herrera reitera que la consignación de su padre es una represalia del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, pues Herrera Valles criticó abiertamente la deficiente gestión del titular de la SSP en dos cartas que envió al presidente Felipe Calderón, en las que lo acusó no sólo de irregularidades administrativas, sino de corrupción y tráfico de influencias.
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