Quito, 3 de Marzo.- La mexicana Lucía Morett, sobreviviente del bombardeo colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador en marzo de 2008, dijo hoy que fue sometida a un interrogatorio extrajudicial por la Inteligencia de Ecuador, que la forzó a alterar los hechos.
“Se me hizo un interrogatorio extrajudicial en el que se me quitó la ropa mientras se me interrogaba” en una base militar de Nueva Loja, a donde fue llevada, luego de haber sido rescatada por soldados ecuatorianos, dijo la ciudadana mexicana al rotativo El Universo.
Morett es una de las tres sobrevivientes del bombardeo colombiano ocurrido el 1 de marzo de 2008, en el que murieron 26 personas, entre ellas Raúl Reyes, el segundo jefe de las FARC, cuatro estudiantes mexicanos y un ecuatoriano.
La joven enfrenta un pedido de extradición de un juez ecuatoriano, en un proceso por presunto atentado a la seguridad nacional de Ecuador, en relación con el bombardeo al campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Relató que cuando fue interrogada en Nueva Loja, capital de la provincia amazónica de Sucumbíos, dijo que había llegado al campamento de las FARC, la noche antes del bombardeo.
Pero luego “esas personas (las que le interrogaron) me obligaron a decir que había llegado antes. No recuerdo bien la fecha que me dijeron, pero me dijeron que había sido como un mes antes”, añadió.
“Me hicieron que les dijera los nombres de mis compañeros y que ellos me habían llevado desde aquí de México; me obligaron a decir eso y no recuerdo qué otras cosas, pero es así como lo que ahorita puedo recordar”, afirmó.
La joven mexicana dijo que no denunció ese hecho antes de salir de Ecuador, “porque tenía un profundo agradecimiento y lo sigo teniendo hacia el gobierno ecuatoriano por salvarme la vida”.
Aclaró sin embargo que dejó constancia de ese hecho en Nicaragua, donde estuvo por algún tiempo antes de retornar a México, ante un notario público.
Morett diferenció a sus interrogadores de los soldados que la rescataron, a quienes agradeció el trato que le dieron y a la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (ALDHU), por su apoyo legal.
Morett dijo no haber establecido contacto con Reyes durante su estancia en el campamento y tampoco con Franklin Aisalla, la víctima ecuatoriana del bombardeo.
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