Proyecta la mafia del poder a Peña Nieto como si fuese un producto chatarra o un actor de telenovela
México, Distrito Federal
Martes 19 de enero de 2010
* Transcripción de la ponencia del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en el ciclo de conferencias “¿A dónde va la izquierda?”, que organiza la Asociación de Académicos Daniel Cosío Villegas del Colegio de México
Me da mucho estar con ustedes, aquí, en el Colegio de México. Agradezco la invitación que me hace el Colegio de México, a través de la Asociación de Académicos Daniel Cosío Villegas. Agradezco a las autoridades del Colegio de México y celebro la presencia de estudiantes, de trabajadores, de académicos y del público en general.
Preparé un documento acerca del tema “¿A dónde va la izquierda?” Empieza así:
México atraviesa por una de las crisis más severas de su historia reciente. Es algo más profundo que una simple recaída económica. Se trata de un proceso de degradación progresiva que afecta a todos los órdenes de la vida pública y de la convivencia social.
Desde nuestro punto de vista, esta decadencia ha sido ocasionada por un grupo minoritario que ha venido imponiendo una política de pillaje contraria al interés nacional.
La actual oligarquía se conformó desde el gobierno de Carlos Salinas, cuando un puñado de traficantes de influencias, inició, al amparo del poder público, el despojo de bienes de la nación y del pueblo, con el engaño de una supuesta modernización del país. El modelo llamado neoliberal, más bien de corrupción y saqueo, se consolidó con los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón.
En el transcurso del tiempo, este grupo de potentados no sólo se consolidó económicamente, sino que también fue adquiriendo poder político hasta llegar a situarse por encima de las instituciones constitucionales. En los hechos, ellos son los que verdaderamente mandan en el país: deciden sobre cuestiones fundamentales en la Cámara de Diputados y en el Senado, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Instituto y en el Tribunal Electorales, en la Procuraduría General de la República, en la secretaría de Hacienda y en los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
Además, poseen o controlan la mayor parte de los medios de comunicación del país. Con ese poder casi omnímodo, la oligarquía ha logrado mantener y acrecentar sus privilegios, condenando a la mayoría del pueblo al sufrimiento, al destierro, a la sobrevivencia y a la inseguridad. Es innegable que en las últimas dos décadas unos cuantos mexicanos acumularon riquezas, como no ha sucedido en ninguna otra parte del mundo, pero en contraste, México es uno de los países con mayor desigualdad económica y social en todo el planeta. En suma: la riqueza de unos pocos se ha edificado con la miseria de otros muchos y éste es el origen de los males que –como diría don Daniel Cosío Villegas— aquejan y atormentan a la nación.
Desde luego, nuestra visión de la realidad no es compartida por los culpables de la tragedia nacional. Por el contrario, ellos no sólo eluden su responsabilidad sino que, ante el desastre que han causado, maniobran tenazmente para seguir engañando y confundiendo. Actualmente, sus analistas, intelectuales y voceros, con análisis superficiales y simplistas, atribuyen la crisis a factores externos, a la falta de culminación de las llamadas reformas estructurales o a la falla de los políticos.
Inclusive, está de moda que los otrora defensores de Calderón hoy achaquen la debacle a su ineptitud y a la inexperiencia de los gobiernos del PAN, soslayando deliberadamente las causas de fondo.
Nosotros vemos las cosas de otra manera: sostenemos que la crisis se agravó cuando la oligarquía decidió imponer a Felipe Calderón para impedir un verdadero cambio. Como es lógico, y lo advertimos en su momento, es difícil gobernar luego de un fraude electoral, sin legitimidad ni autoridad moral y política. Además, en un entorno de crisis, era prácticamente imposible que Calderón pudiese ejercer el poder, atado a los intereses creados y aplicando la misma política antipopular y entreguista de sus antecesores. Desde su origen, el gobierno espurio estaba condenado al fracaso.
Pero no nos confundamos: la caída de Calderón a partir de las elecciones del 5 de julio de 2009, no significa que los que realmente mandan y deciden en el país hayan perdido fuerza. Por el contrario, este grupo está más consolidado que nunca. Tan es así, que han echado a andar y estamos siendo testigos de una recomposición del mismo régimen, una operación que antes se llevaba a cabo al final de cada sexenio y que ahora, por la descomposición social, la falta de decisión para enfrentar los problemas, la carencia de legitimidad y el descrédito de las instituciones, se tiene que efectuar cuando el gobierno de Calderón apenas ha cumplido tres años.
Por ejemplo, ya decidieron que el PAN no les funciona y lo han dejado de patrocinar. Con la mano en la cintura, han convertido a Calderón de pelele en chivo expiatorio. Ahora toda su apuesta de esta oligarquía es al PRI y a Peña Nieto, porque suponen que con esta nueva operación de recambio, van a volver a engañar al pueblo para mantener y acrecentar sus privilegios.
Es evidente que Salinas actúa como de jefe de campaña de Peña Nieto y que Televisa lo ha venido proyectando como se introduce al mercado un producto chatarra o como actor de telenovela. Es claro pues que Peña Nieto ya es el candidato de la mafia del poder en México para 2012.
Para enfrentar este poderío, es fundamental nuestro movimiento. Y ellos lo saben. A eso se debe que no han parado de atacarnos. No hay un sólo día en que sus voceros en los medios de comunicación no hablen en contra nuestra. No sólo es el bloqueo informativo o que repitan, una y mil veces, que ya no representamos nada. Es la guerra sucia, la calumnia, las campañas de desprestigio, las vulgaridades, o de plano, el decir que estamos locos.
Sin embargo, es un timbre de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. Esta resistencia es posible porque hay millones de mexicanos, hombres y mujeres, como no se había visto nunca en la historia de México, libres, conscientes y decididos a construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria.
En estos tres años, nuestro movimiento no ha dejado de luchar a favor de los pobres, de los indígenas, de los campesinos, de los trabajadores, de los ancianos, de los discapacitados, de las madres solteras, de los jóvenes, de los derechos humanos, de la economía popular, de la educación pública, de los recursos naturales, del petróleo y de la industria eléctrica nacional. Y siempre, de manera abierta y en forma sincera, nos hemos definido contra las injusticias, la corrupción, los privilegios, los fraudes electorales y otras infamias.
Para mantener encendida la llama de la esperanza y recoger los sentimientos de la gente, de enero de 2007 a noviembre de 2009, visité los 2 mil 456 municipios del país, incluidos los 418 municipios indígenas, de usos y costumbres del estado de Oaxaca.
También, como resultado de este peregrinar y del trabajo de integrantes de nuestro movimiento, ya contamos con 2 millones 400 mil representantes del Gobierno Legítimo y tenemos comités municipales en todas las regiones del territorio nacional.
Ahora bien ¿Qué estamos haciendo actualmente? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es la esencia de nuestra estrategia?
1.- Cotidianamente trabajamos en la organización del pueblo. Es necesario tener claro que si no hay un cambio profundo no se puede enfrentar la decadencia que se padece ni mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la población. Asimismo, debe tenerse presente que esta transformación sólo podrá darse de abajo hacia arriba, con el criterio de que sólo el pueblo puede salvar al pueblo. Sin la voluntad y la decisión de la gente no se puede enfrentar a la oligarquía, que posee inmensas riquezas y controla los medios de comunicación.
2.- Para hacer este trabajo de concientización y de organización continuamos sumando a más representantes del gobierno legítimo, consolidando los comités municipales y creando nuevos comités en barrios, colonias, unidades habitacionales, pueblos y comunidades del país.
3.- Seguimos construyendo redes alternativas de información para romper el bloqueo, resistir el embate de nuestros adversarios y contrarrestar la manipulación de los medios de comunicación. Debe tenerse muy presente que el principal instrumento de dominación que tiene la oligarquía es el impacto mediático que consigue mediante el control de la televisión, la radio y la mayor parte de la prensa escrita.
Por ejemplo, para informar y hacer conciencia, ya circula en todo el país el primer número de Regeneración, el periódico de las causas justas y del pueblo organizado, se le puso ese nombre en homenaje a los Flores Magón y a otros luchadores sociales y liberales que lucharon contra la dictadura porfirista y, precisamente, porque lo que necesita el país actualmente es una regeneración.
4.- Siempre estamos atentos para detener, hasta donde es posible, con la denuncia y la movilización ciudadana, como lo hicimos en el caso del petróleo, todo aquello que signifique nuevos retrocesos; defendemos la economía popular, apoyamos a los trabajadores electricistas, injustamente despedidos, y a todos aquellos ciudadanos que son víctimas de injusticias, represión y violación de sus derechos humanos.
5.- Pensando en la transformación del país y con miras al 2012, estamos elaborando a la luz de los recientes acontecimientos nacionales e internacionales, el nuevo Proyecto Alternativo de Nación. Hicimos lo propio antes de 2006 y ahora se trata de una actualización del Proyecto Alternativo de Nación.
Esta tarea es coordinada por la Comisión que se creó con ese propósito, integrada por Arnaldo Córdoba, Enrique González Pedrero, Luis Javier Garrido, José María Pérez Gay, Ignacio Marván, Julio Scherer Ibarra, Rogelio Ramírez de la O, Adolfo Hellmund, Juan José Paullada, Jaime Cárdenas, Octavio Romero, Armando Bartra, Víctor Manuel Toledo, Luciano Concheiro, Héctor Díaz Polanco, Bolívar Echeverría, Jesús Ramírez y Luis Linares, entre otros.
Yo espero que académicos del Colegio de México formen parte también de esta Comisión.
La idea es que después de una amplia consulta de análisis y reflexión, se tenga un documento definitivo a más tardar en junio de este año.
Aunque estoy consciente de que son muchos los temas que se tendrán que abordar, considero que hay diez postulados básicos:
1. Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación. El Estado se encuentra secuestrado por una minoría y esa es la causa principal del desastre nacional. En nuestro país existe una República aparente, simulada, falsa. Hay poderes constitucionales pero, en los hechos, un grupo ha confiscado todos los poderes. Por eso, lo primero debe ser recuperar democráticamente al Estado y una vez logrado este propósito, reintegrar las riquezas y los bienes públicos que han sido entregados o concesionados ilegalmente, a través de reglamentos o leyes secundarias que en ningún caso pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país. Este procedimiento debe aplicarse fundamentalmente en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.
2. Democratizar los medios masivos de comunicación. Es inaceptable que un pequeño grupo posea el control de la televisión y de la radio y administre la ignorancia en el país en función de sus intereses. Que quede claro: no hablamos de expropiación, sino de que el Estado cumpla el mandato constitucional de garantizar el derecho del pueblo a la información.
Para ello no hace falta eliminar el régimen de concesiones ni crear una excesiva reglamentación y muchos menos optar por la censura. Somos partidarios de la libertad. Lo más eficaz es lograr la democratización de los medios, evitando el monopolio y auspiciando la libre competencia. Para ser más claros: Que hayan todos los canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos, como sucede actualmente.
Aquí abro un paréntesis para comentar que el 75 por ciento de los mexicanos se informa a través de la televisión, el 15 por ciento por la radio, el 8 ó 10 por ciento por la prensa escrita y ahora que está de moda el internet, el 2 por ciento, y cero por revistas. Entonces, a través de la televisión se tripula la mente y el pensamiento de millones de mexicanos y eso es tarea de investigación que se vea quiénes son los dueños de los medios de comunicación, en particular de la televisión.
3. Crear una nueva economía. Hay que cambiar la actual política económica que ni en términos cuantitativos ha dado resultados. México es uno de los países del mundo con menos crecimiento en los últimos años. Aquí hay investigación sobre eso, en 27 años el promedio anual de crecimiento en nuestro país es del 2 por ciento, pero si descontamos el aumento en la población, el crecimiento per cápita, ha sido en estos 27 años de cero por ciento en nuestro país. Y estamos hablando de crecimiento, no de desarrollo.
La nueva política económica debe ser conducida por el Estado. Debe impedirse la injerencia de gobiernos extranjeros y de organismos financieros internacionales. El Estado debe recuperar su facultad para planear el desarrollo de acuerdo con el interés nacional. Desde hace 27 años no se elabora en nuestro país un plan de desarrollo, la política económica que se aplica se inspira en recetas y recomendaciones de organismos financieros internacionales.
Hay que hacer a un lado la especulación financiera y enfocar todos nuestros esfuerzos a la economía real, a trabajar y producir los bienes que necesitamos. Sin producción no hay empleos, industrias, consumo, mercado, bienestar colectivo, ni economía poderosa, ni nación soberana.
4. Combatir las prácticas monopólicas. El artículo 28 de la Constitución prohíbe los monopolios, pero en México hay grandes monopolios vinculados al poder que encarecen bienes y servicios, dañando la economía de sectores populares y de las clases medias, a pequeños y medianos productores, empresarios y comerciantes, que se ven obligados a comprar insumos a precios exagerados.
Es inaceptable, por ejemplo, que los mexicanos paguemos por el cemento gris 146 por ciento más que los estadunidenses, incluso de empresas mexicanas que venden cemento en Estados Unidos, pero aquí pagamos más del doble que en Estados Unidos, por la existencia de estos monopolios vinculados al poder; 17 por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por ciento más por llamadas de larga distancia nacional; 256 por ciento más por electricidad residencial de alto consumo; 52 por ciento más por electricidad de alta tensión; 185 por ciento más por la tarjeta de crédito; 309 por ciento más por televisión por cable; 145 por ciento más por Internet de banda ancha; 176 por ciento más por crédito a la vivienda. Y todo ello, a pesar de que el salario mínimo en México es nueve veces menor que en estados Unidos.
En este país pobre se paga más que en las naciones ricas y con peores condiciones de servicio. No podemos permitir que esto siga ocurriendo.
En noviembre de 2007 propusimos al Senado la aprobación de una ley de precios competitivos con la cual los consumidores lograrían ahorros entre el 10 y el 18 por ciento de sus ingresos. Sin embargo, este proyecto está detenido porque los legisladores del PRI y del PAN no son realmente representantes populares, sino que están al servicio de los potentados.
5. Abolir los privilegios fiscales. Recientemente se confirmó que desde la época de Luis Echeverría, desde 1973, se celebró un pacto secreto entre el poder político y el poder económico, que se ha ampliado y ratificado sexenio tras sexenio. El acuerdo consiste en conceder a los grandes empresarios y banqueros el privilegio de no pagar o de devolverles los impuestos. Inclusive, Calderón lo reconoció hace poco, dijo textualmente: “las empresas que más ganan, rara vez, muy rara vez, pagan impuestos”.
En 2008, las principales 400 grandes empresas, las grandes corporaciones económicas y financieras del país obtuvieron ingresos por 5 billones de pesos, la mitad del Producto Interno Bruto, y pagaron el 1.7 por ciento de impuestos de sus ingresos, el Impuesto Sobre la Renta y otros impuestos.
No basta con la denuncia. Es necesario aprobar una reforma fiscal progresiva. Es decir, que paguen más los que tienen más.
En México, a la inmensa desigualdad social y económica, tenemos que sumarle la injusticia fiscal, ya que la mayor parte de las contribuciones recaen en los trabajadores asalariados, los profesionistas –como ustedes—, los pequeños y medianos empresarios y comerciantes.
Debe buscarse que, al menos, las grandes corporaciones que operan en México y los más ricos del país, paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus similares en países desarrollados o de las llamadas economías emergentes.
Se acaba de vender la cervecera Moctezuma, en 7 mil 400 millones de dólares. La operación se hizo en la Bolsa y no van a pagar nada de impuestos. El 13 de octubre del año pasado, porque fuimos varias veces a la Cámara de Diputados y al Senado, no sólo a protestar por los aumentos de impuestos y de combustibles, sino a presentar una propuesta alternativa. Hablaban de que había un déficit de 360 mil millones de pesos en las finanzas públicas y que, como siempre, era inevitable, porque esa es la cantaleta que utilizan, no hay de otra. Había que aumentar impuestos y los precios de las gasolinas, el diesel, la energía eléctrica y el gas.
Llevamos dos iniciativas, se elaboraron incluso los decretos de proyecto para dos leyes, una de austeridad republicana y otra para terminar con los privilegios fiscales. Demostrábamos, apuntando qué capítulos, qué partidas había que corregir, suprimir, eliminar, reducir, para obtener hasta 500 mil millones de pesos con un plan de austeridad y terminando con los privilegios fiscales.
En el paquete de reforma fiscal que propusimos estaba precisamente el cobrar impuestos a las operaciones de Bolsa. Si se hubiese aprobado lo que propusimos, si no se hubiese congelado esa iniciativa, en el caso de la operación por la venta de la cervecera, tenían que estar pagando mil 500 millones de dólares de impuestos. No van a pagar nada, son 24 mil millones de pesos y significa el 75 por ciento de lo que van a recaudar por el aumento al IVA. Van a recaudar 30 mil millones de pesos, o sea que con una operación se podría obtener el 75 por ciento de lo que va a significar el aumento del uno por ciento, del 15 al 16 por ciento del IVA.
6. Ejercer la política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad republicana. Es necesario cambiar la forma de hacer política. Lo que nosotros planteamos no es nada más que cambie la política económica, por eso hablaba yo de que se trata de buscar una transformar del país, un cambio en todos los órdenes de la vida pública, ya la situación está tan mal en el país que no basta con el cambio en la política económica, tiene que haber un cambio en la forma de hacer política, tiene que haber una nueva convivencia social y se tienen que fortalecer los valores morales y espirituales.
Este noble oficio se ha pervertido por completo. Hoy la política es sinónimo de engaño, arreglos cupulares y corrupción. Por eso es urgente darle un nuevo sentido al quehacer político, imprimiéndole convicciones y principios. Quienes se dediquen a esta actividad deben entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás.
También hay que hacer valer el principio de austeridad republicana; retomar el ejemplo de Juárez y los liberales: el apego al criterio de la justa medianía en que deben vivir los servidores públicos. Nada de sueldos ofensivos de 600 mil pesos mensuales, que es lo que ganan los ministros de la Corte, el doble de lo que gana el presidente Obama de Estados Unidos.
Nada que signifique gastos superfluos, onerosos, no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, ni flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante. Tiene que suprimirse el gasto por atención médica privada a los altos funcionarios públicos, que son 6 mil millones de pesos. También la caja de ahorro para los altos servidores pública, que también son 6 mil millones de pesos.
Proponíamos en esta iniciativa que se presentó en octubre, con todos estos ajustes, ahorrar 200 mil millones de pesos. Aquí, en el Colegio de México, se sabe de planes de austeridad que se han aplicado en la historia del país, inclusive Porfirio Díaz llevó a cabo un plan de austeridad republicana en un momento dado.
Aquí no hay cambio. Por ejemplo, se preocuparon en resolver el problema de las finanzas del gobierno y no en resolver el problema de la gente, de la economía del pueblo.
Debe revisarse todo el funcionamiento del gobierno para eliminar los gastos improductivos, el derroche y los privilegios. Actualmente, le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno.
7. Fortalecer al sector energético. Es urgente detener la terrible crisis que se avecina por la caída en la producción petrolera y la salida de divisas para comprar gasolinas y otros derivados en el extranjero.
El manejo de Pemex, como hemos venido insistiendo, se ha caracterizado por el vandalismo y la irracionalidad. Hay que limpiar a Pemex de corrupción. No es posible que se sigan otorgando contratos millonarios sólo en beneficio de empresas extranjeras y de políticos corruptos. Tal es el caso de proyectos como los de la Cuenca de Burgos o de Chicontepec, donde no se ha logrado producir más gas ni más petróleo, pero sí se ha causado un gran daño al patrimonio nacional. Aunque parezca increíble, lo único que les importa es el otorgamiento del contrato y la corrupción que gira alrededor de estos contratos. Son jugosos negocios para las empresas contratistas y, desde luego, muy malos negocios para la nación.
Por otro lado, se continúa con la sobreexplotación de los yacimientos para exportar petróleo crudo, sin reponer reservas.
Por esta causa, de 2004 a la fecha, se han dejado de producir hasta hace unos meses, no teníamos el último dato, 774 mil barriles diarios. Se han dejado de producir alrededor de un millones de barriles diarios, de acuerdo a las nuevas cifras, de 2004 a 2009. Es decir, ahora producimos 2 millones 500 mil barriles al día y de seguir esta tendencia, en cuatro años sólo se alcanzará a cubrir la demanda interna, ya no tendremos excedentes, con el agravante de que por la falta de refinerías y por el abandono a las plantas petroquímicas, seguiríamos vendiendo crudo y dependiendo por completo de la importación de gasolinas y otros petrolíferos.
Esto es muy grave, esto que está sucediendo. Por eso, debemos insistir en modificar radicalmente la actual política petrolera. Es urgente recuperar la administración de Pemex, invertir en exploración e iniciar de inmediato la construcción de tres grandes refinerías para dejar de importar el 40 por ciento de las gasolinas que consumimos en el país.
No les parece sospecho y extraño, porque no puede haber ninguna razón de carácter técnico o financiero, que en 28 años o 29 años no se haya construido una nueva refinería en el país, por qué no preguntarnos quiénes están detrás del negocio de la compra de la gasolina en el extranjero. El objetivo principal debe ser industrializar la materia prima y ya no vender ni un solo barril de petróleo crudo al extranjero, para generar empleos y utilidades en beneficio de los mexicanos. Esto es urgente.
8. Alcanzar la soberanía alimentaria. Desde 1983 se dejó sin apoyo al sector agropecuario y se optó absurdamente por comprar los alimentos que consumimos en el exterior. Ahora, en consecuencia, hay tierras ociosas, potreros abandonados, se ha despoblado el medio rural y millones de mexicanos han tenido que emigrar.
En 2009, para la compra de alimentos en el extranjero, a pesar de la recesión económica, se destinaron 16 mil millones de dólares. La mayor parte es maíz, frijol, arroz, leche, carne de res, de cerdo y desechos de pollo, que podríamos producir en el país.
Asimismo, debe fortalecerse la agricultura de autoconsumo de la que dependen millones de indígenas y campesinos pobres. Además, es donde se conservan semillas orgánicas y variedades de maíz que forman parte de la riqueza genética de México. No al maíz transgénico.
9. Establecer el Estado de bienestar. Hay que proteger a los pobres, a los débiles y olvidados ante la desigualdad social, la incertidumbre económica y otras calamidades. Debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la alimentación y a la vivienda.
El caso de la educación es prioritario, no se ha hecho caso a que debe garantizarse la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares. ¿Qué han hecho en 27 años? Han dejado de invertir en la educación pública, se rechaza a jóvenes en el nivel medio superior, en el nivel universitario, quieren ingresar a las universidades los jóvenes, cada año, y hay un rechazo de 300 mil jóvenes cada año, con el pretexto de que no pasan el examen de admisión, cuando en realidad lo que sucede es que no hay espacios, no hay cupo en las universidades públicas, porque no hay presupuesto suficiente y además porque prevalece el pensamiento de derecha, no lo dicen abiertamente, porque la verdadera doctrina de la derecha es la hipocresía, pero en el fondo lo que quisieran es que estudiara nada más el que tuviese dinero.
Por eso ha crecido tanto la matrícula en las universidades privadas. Yo no estoy en contra, siempre lo he dicho, de la educación privada. El que pueda pagar una escuela privada, lo puede hacer, está en su derecho, pero el Estado está obligado a garantizar la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.
No sólo es un asunto de justicia, que tiene que ver con el desarrollo y hasta con la seguridad pública. Es preferible tener a los jóvenes estudiando, que tenerlos en la calle. A los jóvenes se les han cerrado las puertas del trabajo y de la educación, es heroico que muchos jóvenes salgan del país, emigren arriesgándolo todo para buscar trabajo en otras parte, porque si se quedan, van a estar tentados permanentemente para agarrar el camino de las conductas antisociales y todavía esta derecha irresponsable se rasga las vestiduras ante la inseguridad y la violencia.
Cómo no va a haber inseguridad y violencia, si no ha habido opciones, si no ha habido crecimiento económico, si no ha habido empleo, si le cierran las puertas a los jóvenes que no tienen posibilidad ni de trabajo ni estudio.
Es necesario seguir insistiendo hasta lograr la pensión universal para los adultos mayores del país. Eso es interesante, lo iniciamos en el Distrito Federal y hubo muchas críticas, porque lo mismo, para la derecha todo esto es populismo, lo poco que se destina a los humildes y a los pobres lo reputan de esa manera, de populismo y de paternalismo, pero lo mucho que se destina a las minorías le llaman fomento o rescate.
Yo recuerdo que Fox --ya se me está pasando el tiempo, ya termino-- cuando empezamos con el programa de Apoyo a los Adultos Mayores en la Ciudad, decía que por qué mejor se les ponía a trabajar, como si no hubiesen trabajado toda su vida y merecieran vivir con un poco de holgura el último tramo de su existencia. Volvemos a la mentalidad, al pensamiento de derecha, es un pensamiento porfirista, de los hacendados, eso no ha cambiado; para esta derecha, si el pueblo es pobre es porque no trabaja, no porque no haya condiciones o oportunidades o porque se padezca opresión, si se es pobre es porque la gente no trabaja y esta es la mentalidad y, repito, no lo expresan abiertamente porque cuidan o son diestros en la simulación, pero ese es el pensamiento real y eso es lo prevalece en la mente de mucha gente.
Hay que otorgar becas a todos los discapacitados pobres del país, hay más de un millón de discapacitados pobres, abandonados en todo México, sin ningún tipo de apoyo.
Tiene que garantizarse la atención médica y los medicamentos gratuitos a todos, la seguridad social en el país, los que tienen el derecho a la seguridad social, es la mitad de la población; la solidaridad con los desposeídos, como lo decía, no solo es un asunto de justicia, es la manera más eficaz, más humana y más barata para garantizar la tranquilidad y la seguridad pública. Por eso reiteramos que Por el bien de todos, primero los pobres.
10. Promover una nueva corriente de pensamiento. Esto es muy importante. La transformación que necesita el país no sólo debe tener como propósito alcanzar el crecimiento económico, la democracia, el desarrollo, inclusive el bienestar.
Implica también y sobre todo, cristalizar una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su vocación de trabajo y en su inmensa bondad, añadiendo valores como el de la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.
Estos son los 10 postulados que presentamos y sobre estos puntos se va a elaborar el nuevo Proyecto Alternativo de Nación.
Amigas y amigos, estudiantes, trabajadores y académicos del Colegio de México:
De manera resumida y clara, nuestro movimiento tiene como objetivo fundamental, el propósito fundamental de este movimiento es la transformación del país. Ustedes conocen muy bien la historia de México. Ha habido tres grandes transformaciones: La Independencia, la Reforma y la Revolución y nosotros aspiramos a llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública del país. Y lo queremos hacer de manera pacífica, con la organización y con la participación de los mexicanos.
Consideramos para eso indispensable trabajar todos los días en la organización y en la concientización del pueblo. Sabemos que sólo de esta manera se podrá derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, en buena lid, para hacer valer la democracia, porque no hay democracia en el país. Esto también lo saben ustedes, la democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo y eso no existe en México, lo que prevalece es una oligarquía, el gobierno al servicio de unos pocos.
Hacer valer la democracia y establecer un gobierno que combata la codicia y la corrupción, que distribuya con justicia las riquezas de México y garantice el bienestar y la felicidad del pueblo.
Con el trabajo que estamos realizando, en vísperas del 2012, la mayoría de los mexicanos sabrá que existe una organización y un Proyecto Alternativo de Nación.
Nuestro ideal es que la mayoría de los mexicanos conozcan estos 10 postulados. Y podrán optar entre más de lo mismo, que ya se conoce, se sabe y se padece, o por un cambio verdadero.
En este sentido, la elección presidencial del 2012, más allá de los candidatos y de los partidos, se convertirá en un referéndum donde el pueblo decidirá libremente el destino de México.
Nosotros vamos a hacer lo que nos corresponde, lo estamos haciendo, que es organizar, informar, orientar y concientizar y la decisión del 2012 la va a tener el pueblo de México.
Nosotros pensamos que, a pesar del poderío de la oligarquía, el pueblo llevará a cabo la transformación que necesita el país.
Es decir, creemos que en el 2012, como decía Ricardo Flores Magón, caerá para siempre la tiranía y surgirá la esperada democracia con todos los esplendores de un astro que jamás dejará de brillar en el horizonte sereno de la patria.
Muchas gracias.
Fuente: Gobierno Legítimo
Difusión AMLOTV
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