• Hasta la próxima…

Julio Ricardo Blanchet Cruz

• Hasta la próxima…

15 febrero 2010

jrbc@diariolibertad.org.mx

Por fin los expertos ingenieros de la Conagua, que harían temblar de envidia a cualquier legionario romano de esos que construían puentes, presas, carreteras, acueductos y todas esas cosas que hacían y que han durado Siglos enteros…

Han podido controlar el boquete de escasos 50 metros que, según el propio José Luís Luege, flamante Director del organismo descentralizado que se encarga de esas cosas del agua, fue causado por el deshielo de los volcanes…

Y dejó miles de damnificados que lo perdieron todo al de un momento a otro (cosa de media hora, dicen los que ahí viven) vieron su casa quedar bajo las aguas negras (dados los tiempos de susceptibilidad que vivimos, sin que esto se vaya a tomar como racismo…

Los especialistas en hidráulica, tal vez graduados en Holanda, lo menos, o de perdida en Venecia, que también ya anda bajo las aguas negras, tuvieron que utilizar millones de costales de arena para contener, por el momento, lo que a fin de cuentas será una fatalidad…

Desde tiempos inmemorables se ha dicho que las aguas tienen memoria y que siempre toman su nivel y su curso, pero el hombre, desafiando arrogantemente a su propia estupidez, piensa que puede más que La Madre Naturaleza, y pagando las consecuencias de lo que inevitablemente acabará sucediendo…

No habrá diques, ni Comisiones nacionales, ni poder humano que puedan evitar que tarde o temprano se pague el precio por robarle terreno a las aguas…

Por lo que la reparación del Canal del desagüe, llamado Río de la Compañía, durará quizá hasta la temporada de lluvias, hasta el año entrante, o vaya usted a saber amable lector; pero de lo que si se puede estar absolutamente seguro, es de que será hasta la próxima…

Haciendo in-entendible que sus habitantes sigan viviendo en un lugar donde en cualquier momento todo puede quedar sepultado bajo las inmundicias; como ya ha quedado…

Sin contar con los problemas sanitarios que seguramente aparecerán a pesar de la posterior limpieza y desinfección que las Autoridades hagan de la zona…

El inhalar las gasificaciones de la podredumbre traerá inevitables consecuencias; de no ser así, entonces carecería de principios la Inhaloterapia…

Por lo que aún no siendo prerrogativa de los mexicanos la capacidad de vivir en la inmundicia, es evidente que los seres humanos somos capaces de eso; y de más…

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.