Manuel Camacho Solís
Una salida democrática
15 de febrero de 2010
2010-02-15
Se está entrando a las aguas procelosas. La protesta de Luz María Dávila, la madre de los dos jóvenes asesinados en Ciudad Juárez, ha venido a conectar los efectos de la violencia con la inconformidad social. La decisión de anular los derechos sindicales en Cananea y la postergación de un acuerdo de recontratación de trabajadores del SME amenaza con escalar el conflicto social. La renuncia a su partido de Fernando Gómez Mont no hizo sino acentuar una lectura de descontrol.
Para navegar en las aguas procelosas se necesita una doble operación. Por una parte, corregir y mantener un rumbo que resulte esencialmente aceptable al conjunto de las fuerzas políticas. Por la otra, abrir los canales de demasías para evitar que la presión social rompa la cortina de la presa.
De no enfocarse adecuadamente la actual coyuntura, la situación política podría entrar a terrenos para los cuales no está preparado el gobierno ni ninguna fuerza opositora.
La situación actual no podrá mejorar si no se revisa la estrategia en su conjunto. Un golpe aquí y otro allá, no hará sino exacerbar los estados de ánimo y, en algún momento, precipitar un desenlace donde todos terminen perdiendo, aunque en este momento algunos piensen que podrían ganar.
Las principales decisiones en puerta deberían ser revisadas. La revisión debería hacerse con sentido estratégico. ¿Lo que se pretende hacer genera distensión o exacerba el conflicto?
Si entra el Ejército a Cananea, evidentemente, se exacerbará el conflicto. Si se deja tirada la posibilidad de recontratación de trabajadores electricistas, como se dijo se haría, seguirá alimentándose el agravio. Si para dialogar y escuchar se tiene uno que pertrechar en los antimotines, el diálogo no será. Si no se aprovechan las contiendas electorales para generar competencia y participación, perderán su utilidad. Si no se fija la atención en lo sustantivo de la gobernabilidad, dominarán los pequeños intereses y ambiciones.
La construcción de una solución a la situación tan compleja que se vive requiere de lucidez, serenidad y consistencia en el rumbo. Hay que concentrarse en una gobernación, una comunicación y una recomposición más venturosas.
El gobierno aislado y endurecido, sólo terminará en más aislamiento y endurecimiento. Su acción misma agudizará la crisis política y social. El gobierno, y los demás, necesitamos construir una salida democrática. Verdaderamente democrática y, por lo tanto, incluyente.
No llamo a una foto. Sugiero una corrección consistente de rumbo que permita negociar seriamente con los intereses y el peso que representa nacional y regionalmente el PRI. Una que no meta a los empresarios en rutas innecesarias de confrontación. Una que facilite la recomposición electoral de la izquierda, para abrir una alternativa pacífica de cambio en la estrategia de desarrollo hacia 2012. Una que sin necesidad de declaraciones, recomponga en los hechos la relación con la izquierda social. Llamo a escuchar, respetar y distender.
Coordinador del diálogo para
la reconstrucción de México (DIA)
Fuente: El Universal
Difusión AMLOTV
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