Pobreza extrema, inseguridad social y pérdida económica son parte del saldo que deja Ulises Ruiz Ortiz en Oaxaca. Más de 2 millones de electores registrados en el Padrón Electoral podrían acudir el próximo 4 de julio a la contienda que pugnan el aliancista Gabino Cué Monteagudo y el priista Eviel Pérez Magaña. Las carencias de los oaxaqueños se han convertido en banderas políticas. Analistas advierten: “Oaxaca es una brasa”
Oaxaca, Oaxaca. La radiografía política, social y económica del estado gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde hace más de 80 años es desalentadora: tercer lugar en pobreza extrema a nivel nacional, penúltimo en materia de competitividad económica, aunado a las constantes violaciones a las garantías individuales. Éstas son las marcas que deja Ulises Ruiz Ortiz al frente del Ejecutivo estatal, revelan informes oficiales y académicos.
En este contexto, más de 2 millones de oaxaqueños podrían decidir el próximo 4 de julio entre el candidato de la coalición –de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia– Gabino Cué Monteagudo, o el priista Eviel Pérez Magaña.
Ambos candidatos han erigido las banderas del progreso, democracia y avance, como parte de sus campañas político-electorales. Así, Gabino Cué y Eviel Pérez se debatirán el primer domingo de julio próximo el voto de 2 millones 583 mil 112 oaxaqueños enlistados en el padrón del Instituto Federal Electoral.
Lejos de las promesas de campaña, los estudios socioeconómicos que se han hecho del sureste mexicano demuestran que Oaxaca es el tercero más marginado de todo el país. Así lo señalan los Índices de marginación por entidad federativa, del Consejo Nacional de Población (Conapo). Le anteceden Guerrero y Chiapas, en primero y segundo lugar, respectivamente.
Conformados en el llamado “triángulo de la miseria”, estos estados tienen índices de desarrollo humano (IDH) similares a los del África Subsahariana. El Informe sobre desarrollo humano de los pueblos indígenas de México 2006 precisa que “las desigualdades en el desarrollo humano mostradas en el ámbito estatal y regional [oaxaqueño] se acentúan a partir de una desagregación por municipios”.
El mismo informe destaca que Coicoyán de las Flores, de la mixteca oaxaqueña, es el municipio con el IDH más bajo de las demarcaciones territoriales del país, 70.4 por ciento por debajo del promedio nacional. En tanto, el Conapo muestra que todavía hay un municipio con menores niveles de vida: San Simón Zahuatlán.
Bandera de miseria
Fernando Bustamante, secretario técnico del Comité Estatal del PRD, dice que la marginación en la que subsiste el pueblo oaxaqueño es uno de los motivos por los cuales se ha conformado la coalición entre partidos políticos de oposición. “Es hora de la alternancia en el poder”.
Sin embargo, acepta que la entidad aún gobernada por Ulises Ruiz Ortiz tiene un “compuesto social complejo”. Cada una de las regiones (conglomeradas en 570 municipios), agrega, obedece a intereses muy particulares, pero hay la intención de generar “un cambio que permita llevarnos a un nuevo ejercicio político en el estado”.
En el documento Plataforma electoral, elecciones 2010, de la coalición PRD, PAN, PT y Convergencia, se destaca: “Como consecuencia de un régimen profundamente autoritario, producto de un sistema político caduco y obsoleto, Oaxaca vive un grave rezago social, económico y político. La gran mayoría de la población padece las consecuencias de un desarrollo centralista socialmente injusto, que genera una creciente miseria y desigualdad, agravada por la falta de canales institucionales de discusión y participación democrática”.
El documento –firmado por las fuerzas políticas opositoras al PRI– asegura que “las instituciones estatales rectoras del crecimiento y el desarrollo no promueven una actividad integradora, han dejado a cada región a su suerte, asumiendo las características geográficas como fatalidades”.
Sin embargo, para el candidato que podría dar continuidad al régimen priista, Eviel Pérez Magaña, la pobreza del estado se puede remediar con la ejecución de un proyecto basado en la promoción de la cultura y el turismo, para la generación de empleo, modernidad y acercamiento con la gente.
Yésica Sánchez Maya, responsable del área jurídica de la organización no gubernamental Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, duda de las palabras de los políticos y asegura que la crisis político social que vive el estado “crea un clima de ingobernabilidad. No hay garantías para nada ni nadie, todo es un adorno”.
Mientras en el entorno económico hay gente que muere de hambre, en lo social, dice, “se hace más visible la violencia hacia las mujeres; hay ataques a defensores de derechos humanos, periodistas, magistrados. Tampoco hay transparencia en el uso de los recursos, lo que muestra que hay una impunidad histórica”.
La defensora de derechos humanos advierte: “Vivimos en un estado autoritario con simulación de democracia. Oaxaca tiene que llamar la atención: hay una crisis justo en proceso de elecciones. Hay un riesgo latente. Oaxaca se puede incendiar en cualquier momento. Oaxaca es una brasa”.
Caída económica
Otro de los factores que ha golpeado a la sociedad oaxaqueña es la pérdida económica que había entre quienes tenían un ingreso, a través del empleo formal o la inversión en los negocios. Los indicadores en materia económica también se encuentran entre los más bajos respecto del resto del país.
El informe La competitividad de los estados mexicanos 2010, elaborado por la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, indica que durante el primer trimestre del 2009, el 1.1 por ciento de la Población Económicamente Activa perdió o abandonó su negocio, lo cual se traduce en un total de 2 mil 500 negocios perdidos, 10.7 por ciento de los cuales se establecían como formales.
Otro de los datos que arroja el estudio universitario es que al tercer trimestre de 2009, la tasa de desempleo en Oaxaca fue de 1.74 por ciento, lo que la convierte en “la menor de todo el país durante este periodo”.
Las cifras del Tecnológico de Monterrey indican que la tasa de “condiciones críticas de ocupación” en el estado fue de 18.8 por ciento de la población ocupada (con todas las prestaciones sociales). Mientras, la población ocupada no protegida fue del 73 por ciento.
Finalmente, dice el informe coordinado por la investigadora Marcia Campos Serna, la pérdida de empleos en el primer trimestre de 2009 fue de casi 13 mil, de los cuales el 16.3 por ciento se debió a un recorte de personal o por cierre de la empresa.
Transición, acarreo y dudas
Mientras los factores que podrían influir en la votación del próximo 4 de julio son deprimentes entre la población, Carlos Alberto Moreno, presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Oaxaca, es optimista: confía que, en el acercamiento al proceso electoral, “hay una posibilidad de transición democrática. No hemos tenido ninguna circunstancia que ponga en riesgo a la alianza”.
Son siete ejes fundamentales los que forjan la alianza entre partidos políticos de oposición a nivel federal: transición democrática, fortalecimiento municipal, rediseño de las instituciones, desarrollo humano sustentable, educación, empleo.
El dirigente estatal del blanquiazul arremete contra el gobernador Ulises Ruiz: “Hizo del orden, represión; de la transparencia, opacidad, y del erario, corrupción. No sólo queremos derrotar al PRI, sino que está en nuestras manos la responsabilidad de generar una transición democrática”.
Soledad Jarquin Edgar, periodista oaxaqueña y Premio Nacional de Periodismo, critica que su estado natal “está igual de pobre que siempre. La corrupción se ha hecho cada vez más profunda. Hay una indiferencia total hacia la aplicación de la justicia”.
En los albores de un proceso electoral, dice, “hay una indiferencia muy marcada entre la gente para acudir a las urnas. El aparato político sigue recurriendo a prácticas de acarreo, condicionamiento de despensas, materiales de construcción, de proyectos para las colonias; todo, bajo el marco: ‘yo te doy, pero tú votas por tal partido político’”.
Esta situación, critica la periodista, “agrava la pobreza y discriminación en Oaxaca”. Galardonada en 2007 por su labor periodística, Jarquin Edgar dice que la manipulación electoral “es una práctica de todos los partidos políticos que se han convertido en partidos de familias, que se heredan los puestos y cargos públicos”.
Las más graves violaciones a los derechos humanos
Conflicto social de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, 2006: 28 muertos, 250 detenidos
Ataque paramilitar a la caravana humanitaria a San Juan Copala, 2010: dos muertos, 10 heridos
Fuente: Contralínea
Difusión: AMLOTV
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