¡Es Oaxaca!

Manuel Camacho Solís

¡Es Oaxaca!

03 de mayo de 2010

2010-05-03

La gobernabilidad de Oaxaca pasa por una investigación federal expedita e imparcial del ataque a la caravana que iba a San Juan Comala y la realización de elecciones libres en julio de este año. Esas son las únicas vías para dirimir pacíficamente los conflictos no resueltos.

El ataque a la caravana de Copala y la repuesta del gobernador, donde intenta inculpar de esos hechos al candidato opositor, van justo en la dirección contraria. Buscan cerrar la válvula. El Estado mexicano debe romper el círculo vicioso al que lleva el autoritarismo, donde el uso de la violencia contra la sociedad exacerba los odios y los conflictos, crea temor y cierra la oportunidad de cambiar a un gobierno que “sistemáticamente viola los derechos fundamentales” (SCJ).

El gobernador sabía que, una vez que arrancara la campaña de Gabino Cué, el entusiasmo ciudadano podría barrer con el tinglado que ha venido erigiendo para minar a la oposición, mediante la generación de temor en las clases medias y la cooptación de una parte de sus liderazgos. Por ello se ha precipitado. Calcula que se puede salir de nuevo con la suya, como lo ha hecho hasta ahora, incluso enfrentando a las más altas autoridades judiciales federales. Al hacerlo en este momento comete un error grave: si persiste se hundirá más.

Ulises Ruiz sabe que puede perder las elecciones de gobernador. Por ello ha dado el paso para polarizar la elección hacia el eje de la confrontación social. Si la oposición cae en la trampa, se saldrá con la suya. Si la oposición no se deja provocar, este error le será muy costoso. A su propio partido le conviene frenar esta escalada y aceptar una elección libre y pacífica.

Es un acierto que la Procuraduría General de la República haya atraído la investigación de los asesinatos. Al propio PRI, si pretende tener credenciales para gobernar, le convendría no seguirse solidarizando con un gobierno que tiene un rostro de autoritarismo e impunidad y que estará bajo la lupa de la opinión pública nacional e internacional.

Todo tiene un límite y el gobernador Ulises Ruiz lo rebasó al pretender responsabilizar a la oposición de un crimen, justo al arranque del proceso electoral. Es la hora de definirse: si no se paran estos hechos se estará validando el retroceso nacional hacia una restauración autoritaria; si se actúa con firmeza, se le abrirá a los oaxaqueños la oportunidad de cambiar a su gobierno mediante el voto y con ello avanzar en la democratización del estado y el control social y legal de su administración.

La alianza opositora del DIA con el PAN debe actuar con determinación y responsabilidad para abrir el camino franco a la participación ciudadana con un proyecto de cambio que dé —a los oaxaqueños— paz, oportunidades para enfrentar la pobreza con desarrollo y un gobierno honesto y respetuoso de los derechos humanos.

El destino de Oaxaca se juega hoy. La gobernabilidad democrática se juega en Oaxaca. La encrucijada de Oaxaca es: justicia y garantías para el ejercicio democrático; o restauración autoritaria. ¡Es Oaxaca! Oaxaca es México.

Coordinador del Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA)

Fuente: El Universal

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