México SA
Carstens ataca de nuevo
Catarrito y resistencia
Sandoval, Emilio y el clóset
Carlos Fernández-Vega
Convincente, como siempre, la más reciente declaración del doctor catarrito lejos de inyectar confianza y felicidad entre los factores de la producción (término que evoca la desaparecida economía mixta) le ha puesto los pelos de punta a más de cien millones de mexicanos. En la capital estadunidense dijo el renombrado cuan atinado Agustín Carstens, ahora al frente del Banco de México, que la economía nacional tornose más resistente al alicaído comportamiento del vecino del norte, del que esta heroica nación depende en grado sumo.
Cada que este personaje de la feliz familia financiera del sector público manifiesta su alegría y confianza sobre la fortaleza y el futuro venturoso de la economía nacional, irremediablemente provoca nerviosismo, porque de inmediato viene a la memoria su atinada declaración del 7 de febrero de 2008, en funciones de secretario de Hacienda, por medio de la cual pronosticó un simple catarrito para México como efecto de la previsible pulmonía que la crisis provocaría en Estados Unidos. En el balance, cabe recordar que al vecino del norte la pulmonía le significó una caída de 2.5 por ciento de su producto interno bruto, mientras que el catarrito mexicano se tradujo en un desplome de 6.5 por ciento del PIB, el más pronunciado en ocho décadas.
Todo indica que al doctor Carstens ese tipo de detalles no le interesan en lo más mínimo. Él lanza su estimación, hace público su pronóstico y si es correcto qué bueno, y si no le da igual. Aquello de que la economía mexicana ahora es más resistente se da justo cuando el Fondo Monetario Internacional –que suele ser un poco más certero que el actual gobernador del Banco de México– advirtió que la economía mexicana es más vulnerable a una posible desaceleración del crecimiento estadunidense, en lo que el ex secretario de Hacienda coincidió; ciertamente eso es una realidad, cuando 80 por ciento de las exportaciones van a Estados Unidos, si se desacelera la economía estadunidense podría tener un impacto en México. Es tan ágil, que se desmiente a sí mismo.
Pero no es el único. La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en voz de su presidente Salomón Presburger, salió ayer a cuestionar la bella frase del gobernador del Banco de México (“… más resistente”), porque, dijo, las primeras cifras de resultados industriales del tercer trimestre muestran una tendencia de desaceleración generalizada de la economía mexicana. La economía nacional está entrando en una etapa de desaceleración en la mayoría de sus sectores productivos que venían creciendo a un nivel más acelerado. Los efectos de la recuperación del comercio mundial se han ido debilitando desde el tercer trimestre de este año y el mercado interno continúa sin aportar los elementos necesarios para compensar este debilitamiento, por la alta dependencia con el mercado estadunidense (El Universal).
No sólo los industriales. En la Cámara de Diputados ni de lejos coinciden con el doctor catarrito. De hecho, advierte que de la más reciente información económica se desprende que si bien la economía mexicana mostró signos de recuperación al segundo trimestre, actualmente observa un menor ritmo de actividad y continúa sin superar los niveles que mostraba en 2008. No obstante de que el proceso de recuperación ha ido acompañado de una importante generación de empleos en el año, éstos son, en general, de una calidad inferior a los perdidos durante la crisis, afectando por tanto, el nivel de vida de la población que se ha visto obligada a subemplearse y a aceptar menores niveles salariales.
Le recuerda al Banco de México que esta institución reconoció que la demanda interna continúa mostrando rezagos y, por lo mismo, decidió mantener sin cambio su objetivo de tasa de interés; además, que las exportaciones automotrices a Estados Unidos mostraron una desaceleración importante, con lo que se confirma desafortunadamente que tanto por el lado de la demanda externa como de la interna, poco a poco comienzan a materializarse los riesgos que el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas advirtió con anterioridad y que ponen en riesgo la supuesta recuperación del país.
En lo que se refiere a la economía estadunidense, anota la Cámara de Diputados, si bien los temores de una nueva recesión en su economía han disminuido, no se espera una pronta recuperación. Así lo muestran sus indicadores coincidente y adelantado, el comportamiento del empleo, el del sector de la vivienda y el de la construcción en aquel país. En agosto la economía estadunidense mostró un menor ritmo de recuperación tanto del producto como del empleo, y se advirtió que el nivel de inflación se encuentra por debajo del que se considera consistente, en el largo plazo, para cumplir con el mandato de promover el máximo empleo y la estabilidad de precios.
Todo apunta a que la recuperación económica será modesta en el corto plazo, lo que resulta inquietante, toda vez que diversos analistas internacionales han manifestado que para reactivar la economía estadunidense no es suficiente el apoyo que se da a través de las bajas tasas de interés y la reinversión de los pagos al principal que recibe la Fed por su tenencia de bonos, con lo que mantiene constante su balance; por lo cual existe cierta incertidumbre sobre qué otras medidas pudieran aplicarse para estimular la economía del vecino del norte.
Por el lado interno, la Cámara de Diputados advierte que, con base en la información del Inegi, se infiere que en términos netos todos los empleos ganados durante agosto fueron ocupaciones de menos de 15 horas a la semana, cuyas remuneraciones son necesariamente inferiores a las de un empleo de tiempo completo (de al menos 35 horas semanales). Esto quiere decir que, a pesar de la ligera mejora en la tasa (oficial) de desempleo, sigue en proceso una importante disminución en la calidad del empleo, lo cual no es de relevancia menor pues de no conseguirse una recuperación plena en la cantidad y calidad del empleo el mercado interno seguirá restringido por la limitada capacidad de consumo de los hogares.
Las rebanadas del pastel
Como era previsible, el engrudo se le hizo bolas a los heraldos calderonistas dedicados a resolver la crisis de Mexicana de Aviación. Entre lo más reciente, Javier Lozano afirma que sería un milagro el rescate de la aerolínea, cuando apenas días atrás aseguraba que en diciembre próximo volvería a volar… Es tal la insistencia del cardenal Juan Sandoval Íñiguez sobre los homosexuales, que deja la impresión de que le da pánico salir del clóset y tomar de la mano a otro terco con el tema, Emilio González Márquez, el góber piadoso.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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