La inspección, 10 meses después de la sentencia que emitió la Coidh, informa ONG en Internet
REDACCIÓN
Prácticamente en secreto se realizó una segunda etapa de excavaciones en el ex cuartel militar de Atoyac, durante tres días, del lunes 4 al miércoles 6, en busca de restos del dirigente social desaparecido en 1974, Rosendo Radilla Pacheco.
La información trascendió ayer por un comunicado emitido por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), que lo emitió a través de twitter.
En el texto, el organismo señala que la inspección ocurrió casi 10 meses después de la notificación al Estado mexicano de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh), por lo que la Procuraduría General de la República (PGR), a través del Ministerio Público de la Federación, dio inicio a la segunda etapa de excavaciones en el excuartel militar.
El organismo precisó que los familiares de la víctima contaron en estos tres días de trabajo con el acompañamiento del arqueólogo forense Leonel Paiz Diez, de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), quien fungió como perito por parte de la coadyuvancia, lo cual le permitió intervenir en las diligencias y formular observaciones y recomendaciones.
“Si bien la familia Radilla, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM) y la CMDPDH han insistido en la necesidad de continuar con los trabajos de excavación, las diligencias ordenadas son recibidas con escepticismo por estas últimas, en vista de las opiniones de los diferentes expertos internacionales que han asesorado a la familia Radilla en el desarrollo de las investigaciones”, establece el texto.
Entre las observaciones formuladas por el perito Leonel Paiz, destaca el hecho de que en esta diligencia la PGR se limitará a trabajar únicamente en zonas que habían sido ya excavadas previamente, aunque con ampliaciones; además de que se trata de zonas que pertenecían a áreas sociales o visibles de lo que fuera el cuartel militar de Atoyac de Álvarez, lo cual, conforme a la experiencia, reduce las probabilidades de realizar algún hallazgo de restos óseos. Cabe recordar que dicha observación ya había sido formulada años antes por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense, durante su intervención en la primera etapa de excavaciones en al año de 2008.
Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión: Soberanía Popular
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