El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, denunció este jueves a teleSUR que los policías sublevados que protagonizaron la intentona golpista la semana pasada fueron financiados por potencias extranjeras.
''Había vinculaciones con potencias extranjeras. Ciertas unidades (de la policía) eran financiadas por grupos extranjeros'', sostuvo el líder ecuatoriano en una entrevista ofrecida a teleSUR.
El mandatario ecuatoriano agregó que miembros de la oposición de su país han intentado en reiteradas ocasiones desestabilizar su Gobierno porque estos grupos ''desinforman, manipulan y en este caso decidieron rebelar a un grupo de policías''.
Correa comentó que algunos panfletos propagandísticos en contra de su Gobierno, que fueron distribuidos el día de la sublevación, fueron firmados por Grupo Armado Policial (GAP), un movimiento duro y de tendencia fascista que ha estado involucrado en asesinatos y desapariciones y que es utilizado por opositores de la derecha ecuatoriana.
''Algunos de los pasquines que se mandaron (...) eran firmados por el GAP grupo duro fascista (...) desaparecían personas, torturaban, hay personas de la derecha que los utilizan'', denunció.
Ante esto, el jefe de Estado ecuatoriano agregó que ''cada vez descubrimos más evidencia de que habían contactos con estos subordinados, con estos grupos de opositores que intentan por todos los medios desestabilizar''.
Agregó que existen dirigentes de la Sociedad Patriótica instando a la gente en las calles a levantarse contra el presidente, como fue el caso de Walter Gutiérrez, así como también el hermano del ex presidente Lucio Gutiérrez ''Gilmar Gutiérrez quien maneja la escolta legislativa''.
Están ''quienes intentaron sacar a la gente para derrocar al Presidente (...) eran dirigentes de la Sociedad Patriótica como este señor Walter Gutiérrez'', expresó.
En cuanto a las labores de investigación, Correa indicó que se están canalizando, sin embargo, se está haciendo complicado porque Ecuador ''tiene una deficiencia crónica en estas cuestiones de inteligencia''.
Explicó que, anteriormente, los organismos de inteligencia ecuatorianos dependían financieramente de la embajada de Estados Unidos y siendo un sector tan delicado ha sido difícil reconstruirlo, labor que recién se está iniciando.
La inteligencia en Ecuador, ''tiene muchas dificultades para reconstruir, un sector tan sensible, recién estamos empezando'', dijo.
En relación con el Parlamento ecuatoriano, el presidente destacó que los hechos de hace una semana favorecieron la unión de este ente gubernamental, que antes estaba fraccionado.
''Había fraccionamiento en la Asamblea, este evento lo que ha dejado es unir a la Asamblea (...) hemos conformado un frente amplio en'' este ente, manifestó.
Correa lamentó la posición en la que quedaron las fuerzas policiales después de la intentona golpista, que perdieron la confianza ciudadana.
''Habíamos recuperado en algo la confianza ciudadana (...) la irresponsabilidad e insensatez de esta gente nos ha hecho retroceder muchos años'', declaró.
El mandatario ecuatoriano consideró esto una injusticia pues en la Policía Nacional de Ecuador existen 42 mil efectivos y un máximo de mil participaron en la sublevación, y de éstos apróximadamente 200 lo hicieron de forma violenta.
No obstante, el líder ecuatoriano enfatizó que ''no vamos a dar ni un paso atrás, vamos a tener una policía (...) necesitamos una policía que respete los derechos humanos''.
Correa afirmó que la oposición posiblemente intente nuevamente realizar acciones desesperadas pero ''lo que queda claro es que no van al llegar a ningún lado''.
Sobre esto, el jefe de Estado resaltó el apoyo de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la que consideró muy rápida.
''Maravillosa la respuesta (...) aquí en un día los presientes de la Unasur viajaron a Buenos Aires (Argentina)'', enfatizó.
Fuente: TeleSur
Difusión: Soberanía Popular
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