uman $650 mil millones los pasivos laborales por derechos de pensión y gastos médicos
Suárez Coppel: fue un chisguete la reforma de Pemex hace 2 años
Es imposible el régimen fiscal de la empresa, afirma su director
Deducciones y subsidios superan 15% de las ventas
La compañía paga 60% de su facturación en impuestos, asegura
Juan José Suárez, director de Pemex, en su intervención en el foro México, Cumbre de NegociosFoto Cristina Rodríguez
Roberto González Amador
Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de octubre de 2010, p. 28
Toluca, Méx., 26 de octubre. La reforma energética aprobada por el Congreso hace dos años “resultó un chisguete, se quedó muy corta y no es, ni con mucho, lo que esperábamos”, aseguró Juan José Suárez Coppel, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex). El funcionario dio a conocer que la empresa tiene pasivos laborales, originados por los derechos de pensión y gastos médicos de sus trabajadores por 650 mil millones de pesos, para los cuales no hay una reserva de capital.
Tenemos como empresa una multiplicidad de objetivos y el que tiene muchos objetivos no tiene ninguno, manifestó Suárez Coppel en una intervención ante el foro empresarial México, Cumbre de Negocios, que concluyó este martes después de tres días de trabajos.
Suárez Coppel consideró indispensable hacer una segunda o tercera ronda de reformas. Los cambios acordados por el Congreso hace un par de años, apuntó, dieron el mandato muy claro a la empresa de generar valor para los mexicanos. Sin embargo, enumeró algunos puntos que restan competitividad a la paraestatal y que pueden ser corregidos incluso sin necesidad de modificaciones a la Constitución, sino simplemente con que la dejen actuar como empresa.
Uno de los temas que planteó fue el del régimen fiscal a que está sujeto la paraestatal, que calificó de imposible. Pemex paga una tasa de 70 por ciento de impuesto para las actividades de exploración y producción, que es razonable, dijo. Pero además, los gravámenes que puede deducir están por debajo de los gastos y costos.
El otro fue el pasivo laboral. Está constituido por los fondos de retiro y gastos médicos de los trabajadores jubilados y pensionados, y los que a futuro lleguen a esa situación. Suma, según informó, 650 mil millones de pesos, que equivalen a la mitad de los activos de la paraestatal. Hay algo mal en ese pasivo, constituye un problema que no está fondeado (no tiene fuente de financiamiento) y la estructura del plan de retiro no lo hace sostenible, mencionó.
La falta de fondeo para el pasivo laboral se puede solucionar si ambas partes llegan a un compromiso de restructura y se encuentraa una fuente de financiamiento, “de tal manera que ganan los trabajadores hacia el futuro, se hace rentable a la empresa y se capitaliza.
Lo que el sindicato me ha dicho es que está más que dispuesto a entrarle a una transformación de la empresa. Un Pemex quebrado no le conviene al sindicato, sobre todo porque tiene tantas promesas de pensiones y servicio medico, añadió.
Las preguntas, los lugares comunes de los empresarios no se hicieron esperar. Uno de ellos, Mario Abedrop, del consejo empresarial mexiquense, aseguró que el mayor problema de la empresa, el que más le preocupaba, era el sindicato.
Suárez Coppel respondió: la nómina de la paraestatal es menor a 5 por ciento del total de sus ventas, cuando las deducciones y subsidios que se cargan a Pemex –incluido el gas que se vende a precio preferencial a algunos empresarios, como recordó la moderadora Rossana Fuentes– superan en valor al equivalente a 15 por ciento de las ventas. Además, la compañía paga un equivalente a 60 por ciento de su facturación en impuestos.
Lo que hay que hacer es que todos pongamos; hay problemas de gestión, hay que invertir en capacitación, en hacer productiva a la empresa. Tenemos exceso de personal, pero seguimos contratando tercerías que no nos dan servicios especializados, comentó.
Pemex, indicó, tiene el mandato de hacerse una empresa eficiente, pero no puede preparar su presupuesto, que es elaborado por la Secretaría de Hacienda. Para mí, que Pemex sea empresa es que cuente con los elementos para dar resultados, y si no los da, que exista claridad para saber quién fue responsable de la falla, añadió.
Caracterizó: La manera en que veo la problemática es que en Pemex hay muchos cocineros para elaborar el mismo caldo. Un cocinero es Hacienda, otro es la Secretaría de Energía, está el Congreso y el sindicato. Cuando hay muchos cocineros para un mismo caldo el problema es que si el caldo sabe a diablos no hay a quién echarle la culpa. Para que Pemex funcione debe haber un solo cocinero y asegurarnos que tenga los ingredientes para preparar el guiso que deseamos. Si sale mal, ya sabemos a quién correr.
Suárez Coppel anunció que la nueva refinería en Hidalgo, también surgida de la reforma laboral de hace dos años, saldrá a licitación en el primer trimestre de 2012 y estará lista hacia finales de 2015 o en 2016.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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