Pedro Echeverría V.
¿Puede un periódico empresarial, en el capitalismo, defender los intereses de explotados y oprimidos?
24 enero 2011
pedroe@cablered.net.mx
1. “¿Qué piensas del papel de los periodistas que trabajan con el gobierno y descalifican a los movimientos sociales? Esta pregunta me la hizo mi queridísima amiga Lucero y me pedía también que opinara sobre un artículo que no reenvió. Ella, como luchadora social, ha tenido siempre la respuesta porque sabe de sobra que los funcionarios de gobierno, los empresarios y los medios de información, siempre descalifican los movimientos sociales; pero seguramente estaba pensando –como siempre me ha manifestado su inquietud- acerca de la necesidad de que los explotados y oprimidos tuvieran un periódico impreso acorde a sus intereses, necesidades y luchas. De hecho, antes de su viaje de estudios en Europa, participó en la fundación del periódico El Rebelde en julio de 2003. Así que conoce bien los problemas financieros y de distribución de un periódico de izquierda radical, independiente y sin publicidad.
2. La pregunta puede ser: ¿Puede un periódico empresarial, en un sistema capitalista, defender los intereses de los explotados y oprimidos? o, ¿Puede la izquierda radical elaborar un periódico contrapoder que sirva a la gente, al pueblo, a las masas? La realidad es que los términos gente, pueblo, masas, aunque sean muy usados en la izquierda, no son precisos porque en ellos no solo hay trabajadores, sino también burgueses, clases medias acomodadas y negociantes. A no ser que esos tres términos sean ya sinónimos de trabajadores. La realidad que de cada 100 periódicos diarios, de los que editan de 20 a 100 mil ejemplares, más del 99 por ciento son propiedad de ricos empresarios que los dirigen con su ideología o nombran a directivos que respondan de manera obligada a sus intereses. Ninguno de esos periódicos puede servir a los trabajadores porque están al servicio del capital y sirven para hacer más riquezas.
3. Ningún periódico grande en el mundo ha vivido con el dinero de la venta de sus ejemplares porque el periodismo, para ser un gran negocio, debe vender del 30 a 70 por ciento de sus espacios en publicidad a los gobiernos, a grandes comerciantes, industriales, banqueros y secretarías de Estado y, si no lo hace, en dos o tres meses se desploma. Tiene gastos fijos en papel, tinta, máquinas, trabajadores, agencias noticiosas, periodistas, transporte, etcétera, pero siempre el más importante es el enorme capital (ganancias) que debe obtener el capitalista o grupo de capitalistas que se enriquecen con el negocio. ¿Cómo entonces un periódico puede golpear o criticar a fondo a los sectores que le entregan millones de pesos en publicidad, le entregan papel y le brindan las mayores facilidades para desenvolverse? Conforme las sociedades han avanzado los periódicos se han modernizado aceptando opiniones de la oposición, pero no radical.
4. Más aún, ya una gran cantidad de periódicos se regalan porque lo que reciben en publicidad es ampliamente suficiente para que el capitalista obtenga las ganancias necesarias. Pero lo que no pueden hacer es dejar libre al periódico sin imprimirle una ideología capitalista que responda a los intereses de quienes pagan. Entonces, ¿cómo van a propagar o hablar bien de una huelga de trabajadores si este movimiento es anticapitalista en sí? o ¿cómo los políticos del PRI o del PAN –que dependen de grandes empresarios y medios de información- van a poyar una lucha social de los trabajadores? Obviamente dentro de la clase burguesa dominante suelen haber contradicciones porque un capitalista le gana un mercado o un negocio a otro y por eso se dividen; pero cuando ven que los trabajadores se unen para luchar ellos hacen lo mismo para darle palo a los explotados y oprimidos.
5. ¿Por qué los trabajadores nunca hemos contado con un gran periódico clasista, de masas, que distribuya en el México de más de 100 millones de habitantes, aunque sea 50 mil ejemplares diarios? ¿Por qué nuestros periódicos de grupo marxista, maoísta, trotskista, anarquista, sólo editan mil, 2 mil o 3 mil copias quincenales o mensuales como prensa testimonial y sólo nos anclamos en la lucha ideológica? La realidad es que el problema básico es que en México tampoco ha habido un gran movimiento de masas en el que se pudieran agotar los ejemplares; pero tampoco se ha registrado un gran movimiento anticultural que enseñe la podredumbre de los valores burgueses y que despierte el pensamiento crítico contra la sociedad capitalista. Por eso la población, entre ésta los trabajadores, prefieren periódicos basura o enajenantes de deportes, sexo, nota roja o policíaca y de espectáculo. Y en México son los que van en la cabeza de las ventas.
6. Durante los años del dominio total del PRI -que fue hasta mediados de los años 80- la mayoría de los medios de información eran soldados del PRI y los periódicos críticos de la derecha se centraban en el antiPRI.; sin embargo ambos defendían el capitalismo, la explotación, la opresión de los trabajadores. A partir de 1985, después del poderoso terremoto en la ciudad de México, de las enormes devaluaciones monetarias, de la crisis en el gobierno de De la Madrid, de las elecciones de 1988, pero sobretodo con la implantación del neoliberalismo, la prensa y los medios empezaron a adoptar algunas posiciones críticas pero sin dejar de responder plenamente a sus empresarios dueños ni tampoco de desligarse del gobierno. La oposición derechista fue antiPRI, pero por propia ideología empresarial fue siempre enemiga de los trabajadores. Si el Jefe Diego Fernández de Cevallos dice que participó en 1968 lo hizo antiPRI no a favor de los estudiantes y mucho menos de los trabajadores.
7. Nadie puede confundirnos, amiga Lucero, tú tiene mucha claridad al respecto. El papel que cumplen los medios de información, que antes eran cuarto poder y hoy son primero, es esencial para seguir manteniendo el sistema capitalista de explotación. Si algunos de nosotros tuvimos oportunidad de participar como articulistas de la gran prensa fue porque nos necesitaban para demostrar cierto “pluralismo” que en los hechos desaparecía por aquello de que “una golondrina no hace verano”. Necesitamos una prensa revolucionaria de 30 a 50 ejemplares, pero para ello necesitamos mucho dinero que nadie está dispuesto a dárnoslo porque los que lo tienen son negociantes capitalistas. Pero hay que esperar mejores coyunturas que seguramente podrán surgir cuando los movimientos de masas sean grandes. Lo importante es inyectar mayor energía a lo que hacemos, pero sobre todo tratando de comprender mejor el mundo que nos rodea.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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