miércoles, 30 de marzo de 2011

Innecesaria, intervención de cascos azules en el país, refiere la ONU


Veracruz, Ver.- A pesar de que algunas ciudades del norte del país viven bajo el toque de queda, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no tiene contemplado enviar tropas de cascos azules para que garanticen la paz, dijo hoy en el puerto el representante de la ONU en México, Magdy Martínez Solimán.

Comentó que a pesar de que se ha discutido el tema con el presidente Felipe Calderón en materia de apoyo para ciudades como Ciudad Juárez, Tijuana o a las de Tamaulipas, que diariamente son afectadas por las acciones de la delincuencia organizada, el país cuenta con la suficiente capacidad militar y de policías para hacer frente al tema, “y México no requiere de ningún tipo de ayuda internacional para la seguridad”.

En muchas ocasiones, acotó, se ha analizado la posibilidad ante el Presidente, pero ha quedado claro sobre la mesa de trabajo que está muy lejos la posibilidad del ingreso de cascos azules o de cualquier otra fuerza para una misión de paz.

Mencionó que las fuerzas armadas mexicanas están lo suficientemente preparadas para hacer frente al crimen, y la Policía Federal (PF) ha dado muestras de que ha crecido mucho en sus trabajos para capturar peligrosos delincuentes y a propios jefes de la delincuencia, por lo que la ayuda extranjera no ha sido necesaria. “Es un tema fuera de cuestión, se ha planteado por el presidente Calderón, con toda claridad, y está fuera de cuestión”.

Martínez Solimán manifestó que México dispone de las fuerzas de seguridad con capacidad de respuesta y precisas. Afirmó que hoy en día la lucha contra la delincuencia organizada es uno de los problemas más complicados que afectan al país, “es evidente que es delicado el tema”.

Por último, explicó que la ONU está consciente de los problemas que enfrenta México en materia de políticas públicas para el manejo y conservación del agua, es por ello que se les dará todo el respaldo necesario para que no se repitan problemas como el de las inundaciones de 2010 en Veracruz.

Fuente: La Jornada de Veracruz

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