Pronunciamiento de la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, ante el llamado a juicio de los militares y policías colombianos responsables de la masacre del 1° de marzo de 2008.
Se cumplen ya, 40 meses del cruel asesinato de nuestros hijos Soren Avilés Ángeles, Fernando Franco Delgado, Juan González del Castillo y Verónica Velázquez Ramírez y de las lesiones, torturas e intento de homicidio contra Lucía Morett Álvarez. En este contexto, y tras una larga espera en la que no hemos dejado de lucha y de exigir justicia, el pasado 24 de junio la Sala Única de la Corte de Justicia de la Provincia de Sucumbíos, Ecuador, formula el “llamamiento a juicio” (girar la orden de aprehensión por asesinato) en contra de seis altos cargos militares y policiales colombianos involucrados en la masacre del 1 de marzo de 2008, donde nuestros hijos fueron cobardemente asesinados.
El ex comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, Freddy Padilla; el Director de la Policía colombiana, Oscar Naranjo; el ex comandante del Ejército, Mario Montoya Uribe; el general Jorge Ballesteros; el ex comandante de la armada Guillermo Barrera y el teniente coronel Camilo Álvarez Ochoa tendrán que responder ante la justicia ecuatoriana por múltiples delitos, como el homicidio de 25 personas, el uso de 10 bombas de racimo y cuyo empleo ha sido reprobado por numerosos países como México, a ello, se sumaron disparos en medio de la noche desde helicópteros y en tierra en contra de personas inermes, de civiles mientras dormían.
A pesar de que el ex presidente colombiano Álvaro Uribe y el actual Juan Manuel Santos han declarado en varias ocasiones haber ordenado esa masacre y por tanto ser los asesinos confesos, hasta el momento se han mantenido en la impunidad pues sus altos cargos los han salvado de ser inculpados, y en el colmo del cinismo, han intentado incluso justificar esta y otras flagrantes violaciones que han cometido al Derecho Internacional Humanitario.
En una respuesta casi inmediata al anuncio formulado por la Corte de Justicia de Sucumbíos, Juan Manuel Santos declaró que le daba “coraje”* que fuera procesada la cúpula militar y policial de su país y que todos los uniformados que participaron en la llamada “Operación (Fénix) lo que merecen es el aplauso, el apoyo y la admiración no solamente del pueblo colombiano, sino del mundo entero"*, reiteró Santos, quien junto con Álvaro Uribe “ordenaron el ataque a las FARC…O sea que si hay algún responsable soy yo".* No señor Santos, quienes estamos llenos de coraje y de indignación somos nosotros ante la actitud cínica y prepotente de su propia confesión y la del señor Uribe que han reconocido el papel y la responsabilidad que tuvieron en esa ilegal operación militar, y pese a ello, buscan cambiar la historia para evitar la cárcel por los múltiples delitos que han cometido en contra de su pueblo y de nuestros hijos.
Una vez más, las declaraciones de Juan Manuel Santos y las anteriores vertidas en 2008 por Uribe Vélez los llevan a reconocerse como los principales culpables del asesinato de 25 personas incluidos nuestros cuatro hijos, de la violación a la soberanía territorial de un país vecino, de la tortura, vejaciones, amenazas e intento de homicidio sufridos por las sobrevivientes de la masacre, entre ellas, nuestra hija Lucía Morett.
Sin duda alguna resulta absurdo que los funcionarios colombianos nieguen jurisdicción a la justicia ecuatoriana para procesar a quienes cometieron delitos en su país, y por el contrario, le hayan fincado a Lucía Morett un proceso judicial en Bogotá sin fundamento alguno y por hechos sucedidos fuera de Colombia, de donde se deriva una orden de detención internacional de Interpol que se encuentra vigente y mediante la cual se mantiene una persecución política en su contra.
Para nosotros, Padres y Familiares de las víctimas de Sucumbíos, nos resulta alentador que se abran caminos hacía la justicia y en contra de la impunidad, en una decisión histórica del poder judicial ecuatoriano, que sin duda alguna, debe de ser el camino a seguir por el gobierno mexicano en lugar de proteger a los culpables e intentar criminalizar a nuestros hijos que fueron víctimas del terrorismo de Estado colombiano. ¿Hasta cuándo el Estado mexicano va a actuar conforme a derecho contra quienes les quitaron la vida a nuestros cuatro hijos?
* Declaraciones publicadas en la prensa y tomadas el 24 de junio de 2011 en:
México, D.F., 1° de Julio de 2011.
¡Por la verdad y la justicia: Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos!
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En un refugio guardado en su corazón
Llevan la bandera de Bolívar.
Su rostro la transmite en la sonrisa
Que dejaron en las imágenes del recuerdo.
Hoy desde lo alto suenan las campanas
Ustedes las tocan para mostrarnos el camino.
Juan, Verónica, Soren, Fernando desde lo alto nos miran
Y nos recuerdan que para ser grandes
Hay que saber soñar.
ASOCIACION DE PADRES Y FAMILIARES DE LAS VICTIMAS DE SUCUMBIOS ECUADOR
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