El Bordo los enfrenta
En 2008 comenzaron las diferencias por la fecha del cierre del depósito de basura, entre prórrogas y riesgos a la salud, pero sigue abierto
Marco Antonio Martínez
Las diferencias entre los gobiernos federal y capitalino por el funcionamiento del Bordo Poniente alcanzaron su punto culminante en agosto de 2008, aunque ahora parece repetirse la historia.
La crisis comenzó con la llegada del 31 de julio del año pasado, fecha en la cual supuestamente el gobierno del DF cerraría el bordo. Pero no lo hizo y pidió una prórroga de 20 meses para mantener su funcionamiento.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales declaró el fin de la vida útil del bordo tres días después, a pesar de la intención del gobierno del GDF de extenderla.
En caso de no cerrarse el enorme depósito de basura, argumentaba la dependencia federal, se ponía en riesgo “la protección al medio ambiente y la salud de los habitantes de la zona metropolitana del Valle de México”.
Semarnat señalaba que el peso de la basura había provocado hundimientos de entre 14 y 21 metros. Eso implicaba el riesgo de la ruptura de la geomembrana que es la protección ambiental que se utiliza en los rellenos sanitarios.
En caso de que ello ocurriera, los mantos acuíferos podrían contaminarse con los lixiviados, los líquidos que se producen de la descomposición de los desechos orgánicos. Ese era el riesgo tanto para la infraestructura hidráulica como para la salud de la población.
Prolongar su funcionamiento significaría depositar cuatro y medio millones de toneladas más de residuos, lo que representaría 26 por ciento adicional a lo ya acumulado.
El gobierno federal también reprochó al capitalino el incumplimiento de las condiciones ambientales pactadas en 2004, precisamente cuando el GDF ya había solicitado una prórroga para mantener en funcionamiento el Bordo.
En los primeros días de agosto de 2008 funcionarios del gobierno del DF, desde el entonces secretario de Obras, Jorge Arganiz; la secretaria del Medio Ambiente, Martha Delgado, y hasta el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard pidieron una prórroga del funcionamiento del bordo y acusaron a las autoridades federales de intentar dañar al gobierno capitalino al impedir el funcionamiento del depósito.
Lograron una prórroga de cuatro meses y se suponía que para enero de este año ya no funcionaría. Pero continúa haciéndolo y no hay otra alternativa.
“No saben qué hacer con la basura”, explica la experta en el tema de manejo de basura, Josefina Mena. “Sigue funcionando malamente, ya está saturado, ya nos previnieron de contaminación importante”, concluye.
El dato
Un millón 200 mil toneladas de bióxido de carbono al año son emitidas por el bordo. Dicha emisión es nociva para los habitantes del DF y contribuye a los efectos perniciosos de los gases de efecto invernadero.
Números
22 metros alcanza la altura de la basura compactada en el bordo
15 de enero de 2009 fue la fecha que fijó la Semarnat para el cierre del bordo
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