miércoles, 23 de septiembre de 2009

“Es un Error Legitimar un Estado Militar”: Adrián Ramírez




“Es un Error Legitimar un Estado Militar”: Adrián Ramírez

Por Larisa Hernández

La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDH), es una organización con casi 25 años de experiencia, no recibe financiamiento y sus colaboradores contribuyen de manera voluntaria, “nos definimos como personas sensibles que quieren acompañar al movimiento social en la lucha por su emancipación”, comenta para Machetearte Adrián Ramírez López, presidente de la LIMEDH.

La liga tiene trabajo en otras partes de México, particularmente en el Estado de Guerrero se coordina con AFADEM (Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México), logrando conformar una red llamada: Red de Alerta Temprana, a la que se han sumado diversas organizaciones civiles regionales.

En Guerrero se vive el alto costo de Acapulco, la acumulación de la opresión, el sometimiento de los pueblos en aras de un interés turístico y comercial, de grandes cantidades invertidas en hoteles y la carencia de servicios más allá de la zona turística, ataques a manglares, explotación maderera, contaminación y mano de obra barata. Existen megaproyectos de desarrollo regional que afectan intereses de los ejidatarios y de las comunidades, situaciones como la presa de la Parota , que todavía no se logra desarticular el riesgo de su construcción, explica Adrián López.

“Dicen que la izquierda gobierna pero se sigue un modelo de represión y violación grave de los derechos humanos. Es un error legitimar un Estado militar, el ejército está invadiendo casas en comunidades, torturando a jóvenes como pasó en Puerto Las Joyas y las Palancas en la Costa Grande , con el argumento de buscar a un grupo insurgente que es el Ejército Revolucionario Popular Insurgente (ERPI)”.

Por otro lado, señala el defensor de derechos humanos, la presencia de grupos insurgentes en un país, es una expresión de ruptura de las expectativas democráticas y económicas, el cierre de espacios públicos, la impunidad y el endurecimiento de las leyes que criminalizan las protestas sociales, condiciones que abonan el terreno para la existencia de estas expresiones, que son innegables y que lamentablemente el Estado va utilizando como pretexto para justificar un hecho represivo.

“Hay otra situación más cotidiana, la presencia de retenes militares en las carreteras, te paran y revisan e inhiben la posibilidad de libre tránsito. Aumentaron los ataques a defensores de derechos humanos, esto ha llevado a que la Comisión Interamericana haya tenido que brindarles medidas de protección cautelar. Vivimos un Estado de excepción (estado bajo el cual se suspenden derechos fundamentales por situaciones de emergencia o extraordinarias) en microrregiones del país que no ha sido declarado”.

Por estas razones, estamos convencidos de que la defensa de los derechos humanos tiene su valor en la lucha social, no pide a los movimientos que renuncien a la manifestación, a la expresión de sus ideas y a las formas que adopten; pero sí es una herramienta adicional más que intenta poner un freno a las instituciones del Estado para que el precio que paga el movimiento por su lucha sea menor, acentúa Adrián López, quien es médico de profesión.

La mayoría de las organizaciones “están en ese camino, están formando monitores de derechos humanos y están acompañando el trabajo de sus organizaciones con esta labor de defensa. Nosotros, a partir del mes de agosto estaremos dando cursos intensivos en Acapulco, se están conformando nuevos grupos y redes. Esa acción ha sido efectiva y prueba de ello son respuestas rápidas que hemos logrado dar ante situaciones tan graves como la de las Palancas”.

Para concluir, cita un ejemplo: “en la masacre de El Charco ocurrida el 7 de junio de 1998 en Ayutla de los libres (el ejército mexicano asesinó a 11 indígenas que dormían en un escuela con disparos y granadas de fragmentación), el mismo ejército acordonó la escuela Caritino Maldonado , entró esa misma madrugada, quitó las evidencias, lavó la cancha de básquet donde quedaron cadáveres, resanó y pintó, se llevó a los detenidos. Si hubiéramos tenido monitores eso lo hubieran estado testimoniando, es decir, recuperas las evidencias. Son elementos fuertes que impactan pero que a la vez nos permiten tener los elementos y demostrar la violación cometida”.

Los talleres que ofrece la LIMEDH son gratuitos para mayor información:

direccion.limeddh@gmail.com ; www.espora.org/limeddh ; Tel y Fax: (55) 5610 8790 / 5846 1045 .

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