Fuente: La Jornada de Oriente (Tlaxcala)
René Sánchez Galindo
Rafael Acosta alias Juanito ha señalado a los medios de comunicación, palabras más, palabras menos, que el pueblo de Iztapalapa le ha pedido quedarse en la jefatura delegacional.
Aunque sea absolutamente inverosímil su dicho, vamos a darle el beneficio de la duda. Propongo que el Movimiento en Defensa de la Economía Popular, la Soberanía Nacional y el Petróleo solicite formalmente una consulta ciudadana conforme a la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal.
La consulta ciudadana es el instrumento a través del cual el jefe de Gobierno, los jefes delegacionales y otras instancias, someten a consideración de la ciudadanía por medio de preguntas directas o cualquier otro instrumento de consulta, cualquier tema que tenga impacto trascendental en los distintos ámbitos temáticos y territoriales en el Distrito Federal.
La consulta se formularía a los habitantes de la demarcación territorial de la delegación Iztapalapa. Las autoridades convocantes deben ser, por un lado, el propio Juanito, consultando si debe renunciar para que Clara Brugada ejerza las funciones de delegada de esa demarcación.
Por otro lado, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard podría consultar a la ciudadanía de Iztapalapa si ejercita o no su facultad para proponer a la Asamblea Legislativa la remoción de Rafael Acosta. La facultad de remover a los jefes delegacionales se establece en los artículos 42, fracción XXVII, y 108 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal.
Pasadas apenas unas semanas después de la elección, yo sostuve que la diferencia entre Juanito y los personeros de Felipe Calderón era la convicción de Rafael Acosta contra el abuso del poder del régimen usurpador.
Confié, entonces, que Juanito honraría su palabra, pero afirmé que si así no lo hiciere el movimiento se lo demandaría.
Considero que el movimiento debe demandar el cumplimiento de su palabra a través de la solicitud a una consulta ciudadana.
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