lunes, 28 de septiembre de 2009

El derecho fundamental al agua




El derecho fundamental al agua

El agua es un derecho fundamental e inalienable, que debe ser garantizado para generaciones presentes y futuras. Es un recurso natural que debe estar a disposición de todos y no puede privatizarse. La gestión y supervisión del agua debe ser pública, social, colectiva, participativa, equitativa, y no comercial. Es preciso que en México y en el mundo exista una gestión democrática y sostenible de los ecosistemas para preservar el ciclo del agua mediante la adecuada protección y administración de las cuencas hidrográficas y del medio ambiente.


Almazan
Los años por venir serán el escenario de luchas por el acceso al agua. El Estado y la sociedad mexicana deben oponerse a cualquier modelo económico y financiero que determine la privatización, comercialización y cesión a las corporaciones privadas del agua pública y de los servicios de saneamiento.

En nuestro país, en municipios como Aguascalientes y Saltillo, la administración de los servicios públicos del agua se ha privatizado. Las empresas que participan en el sector hidráulico como cualquier empresa privada, sólo buscan su rentabilidad y beneficios a costa de la sociedad. Por eso, además de que el agua debe ser considerada como un derecho humano universal, los grandes acuerdos comerciales y globales sobre ella deben quedar excluidos.

La privatización del agua ha significado el fracaso de cualquier solución integral para garantizar el acceso universal agua en el mundo entero. El uso social del agua debe implicar, entre otras cosas, que en la construcción de grandes obras hidráulicas, sobre todo de presas, se respeten los derechos humanos de las personas y de las comunidades. Y se debe entender que hay una interdependencia básica entre el agua y el cambio climático, privilegiando siempre el consumo personal y el doméstico, sobre el consumo industrial y comercial.

Los legisladores del Partido del Trabajo estamos preparando una iniciativa de reforma constitucional que oriente el uso y el acceso al agua por criterios de satisfacción personal y social y, no por criterios privados y comerciales. Nuestra propuesta, pretende una gestión democrática y social del agua para todo el país.

Diputado federal

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