lunes, 28 de septiembre de 2009

Genaro, por la libre




• Pasarela en la ALDF
• Ahí viene La Güera...

El tiempo, mi estimado, saca a la luz todo lo que está oculto. Explosiva se antoja esta semana que culmina con un aniversario más de la matanza de estudiantes en Tlaltelolco donde, 30 años después, la sombra del crimen opaca a militares que participaron en esos lamentables acontecimientos y donde la capital espera las distintivas manifestaciones esbozadas con otro tipo de ánimos… revoltosos. Asimismo, el próximo jueves tomarán protesta ante la nueva ALDF los diversos delegados electos, en el que sobresale el aldeano experimento llamado Juanito whatever y lo que suceda de los fallos de las impugnaciones en Miguel Hidalgo —sustentada, en uno de sus puntos, en que Sodi realizó actos de campaña electoral a través de una estrategia denominada Línea de asistencia telefónica, la cual consistió en la prestación de un servicio de salud gratuito 24 horas al día estimándose su costo para el PAN de alrededor de 500 mil pesos, además de su bigsodi tv (moron) show— y Cuajimalpa.

Súmele que también comienza el desfile de personalidades (y disfuncionales) del gabinete de Marcelo Ebrard ante el Congreso local, donde uno de los quids, sin duda, será la ¿eficacia? de la SSPDF y su descomunal fauna tóxica.

Sobre todo, my friend, cuando está de moda el monumental fracaso de este (des)gobierno en materia de seguridad, cuyo listón fue la deplorable comparecencia de Genaro García Luna en San Lázaro que volvió locos a los demonios legislativos. No sólo porque el discursito de Javier Corral defendiendo (lo indefendible) la mal llamada guerra contra el narcotráfico batiendo sus baterías contra gobiernos priistas y poniéndose para la foto al contestarle a rajatabla Carlos Salinas de Gortari desde Veracruz, sino porque Genarito, de entrada, se equivocó de auditorio... ¿Por qué?

Sencillo.

García Luna estaba citado ante el Congreso con motivo de la glosa del informe del (des)gobierno de Felipe Calderón. La discusión debería haber estado centrada en la estoica habilidad que exitosamente ha desencadenado un tsunami de violencia y de abusos contra los derechos humanos por parte de la dependencia encabezada por el poderoso secretario, cuyo fulgor político quedó bastante eclipsado hace unos días.

Genaro le planteó al Legislativo eliminar a las policías municipales para integrarlas a las policías estatales para, según sus palabras, eficientar, articular y alinear las capacidades institucionales (porque de las mentales, ni hablar) contra la organizada delincuencia.

Chingón.

Al titular de la SSPF su caterva de torpes e inútiles asesores no le puntualizó que… en el informe de su jefecito… no aparece esta última genialidad. Se entiende que el volátil secretario está acostumbrado a dar anuncios espectaculares y que la audiencia aplauda a rabiar, pero en esta ocasión se equivocó de público. Primero, porque lo planteado necesita digamos, de ciertos consensos políticos en… 32 entidades. Labor que se antoja complicada por los tiempos y los ánimos que ya se ven dibujados en el paquetón fiscal que, como la gestión de Genaro, sigue sumando voces… pero en contra.

Y tarde o temprano pasará a la báscula.

El problemita es que cuando García Luna siente la fragilidad de su piso político, aparecen sus producciones y dramáticos montajes. Afloran espectaculares detenciones y/o decomisos. Emergen acciones valientes para salvar a la humanidad cuando lo único que peligra, mi estimado, es la impunidad con la que estos pasados se han conducido justificando el actual desmadre nacional.

Por eso el caso sobre el secuestro del joven Martí se vuelve prioritario en la agenda de Genaro, quien le mintió al Congreso al afirmar sobre la cooperación con la PJGDF… yendo además, en contra de instrucciones presidenciales para clarificar los nubarrones de narcotráfico y secuestro que envuelven este caso en particular. Sí, a García Luna se le ordenó ir de la manita (sudada) con el procurador Miguel Mancera… a quien no le informaron que ya tenían en su poder al tal Abel Silva, líder de los dizque Petriciolet que no son sino una simpática conexión de la banda de La Flor.

Y al paso encarrerado que llevan los chicuelos de la SSPF para ayudar a Lorena González (la comandante Lore), hoy presa por su participación en el fatídico retén, ya está anunciada la aparición de La Güera, que confirmará su presencia en… ese… retén.

Lo interesante de todo este culebrón en el que Genaro no entiende que no entiende, son las secuelas de tanta simulación.

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