Exigen más recursos para educación, alto a la militarización y no reprimir las protestas
En la conmemoración de la masacre de 1968, rechazo a la política económica
Como cada año, miles participaron en la marcha conmemorativa de la masacre del 68Foto Yazmín Ortega Cortés
Mariana Norandi, Emir Olivares y Laura Poy
Este año las marchas conmemorativas por la matanza del 2 de octubre de 1968 reflejaron el rechazo popular a las políticas económicas y sociales de la administración federal y derivó en enfrentamientos de jóvenes con la policía.
Las demandas que corearon miles de personas que acudieron a la concentración fueron claras: repudio al impuesto general de 2 por ciento al consumo, así como al recorte presupuestal en educación.
Exigieron alto a la militarización del país y a la represión de la protesta social. Mantas y carteles resumían los reclamos: más cultura, menos armas, la crisis la está pagando el pueblo.
No faltaron las exigencias que año con año, marcha con marcha, se hacen: esclarecimiento de los asesinatos del 2 de octubre, castigo a los responsables de la represión y justicia para los caídos.
Decenas de miles en estados
También en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Tlaxcala, Chiapas, Veracruz, Sinaloa y Chihuahua se manifestaron decenas de miles de personas en memoria de las víctimas de la masacre y para exigir castigo a los responsables.
En la ciudad de México, a las 16:40 horas, los manifestantes salieron de la Plaza de las Tres Culturas hacia el Zócalo. El grito anual surgió entre los contingentes: Dos de octubre no se olvida.
Al principio la marcha fue encabezada por miembros del Comité 68, entre ellos Raúl Álvarez Garín, Félix Hernández Gamundi y Leopoldo Ayala, seguidos de integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco, estudiantes y maestros de UNAM, UAM, Politécnico, Chapingo, Colegio de Bachilleres y otras instituciones, así como por la organización HIJOS (integrada por familiares de desaparecidos políticos), y Jorge Morett, padre de Lucía, estudiante mexicana sobreviviente del bombardeo del ejército colombiano contra un campamento de las FARC, así como familiares y amigos de Ramsés Villarreal, acusado de colocar explosivos en sucursales bancarias.
No habían avanzado ni 500 metros cuando los parientes de Villarreal se colocaron a la vanguardia, por lo que ahora no fueron los sobrevivientes del movimiento estudiantil de 68 quienes encabezaron el ingreso a la Plaza de la Constitución.
Antes, al llegar al cruce de Eje Central y Madero, al contingente se unió la columna de electricistas, sindicatos, universitarios y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación –que partió del Monumento a la Revolución– quienes se sumaron al repudio de la represión y la criminalización de la protesta social.
La senadora Rosario IbarraFoto Yazmín Ortega Cortés
Profesores de la sección 22 del SNTE y organizaciones adjuntas a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) realizaron un mitin en el zócalo de esa ciudad para conmemorar la matanza de 1968 en TlatelolcoFoto Notimex
Apoyados por el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, unos 3 mil integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas corearon consignas en apoyo a su líder Martín Esparza Flores, con mantas y pancartas en las que exigían al gobierno federal respeto a la autonomía sindical.
Cuando la descubierta llegó al cruce de Madero e Isabel la Católica, el comité organizador fue informado de enfrentamientos que se producían frente al Palacio de Bellas Artes –eran las 18 horas–, que la policía había lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes y corrían versiones de detenidos y heridos.
La marcha se rompió, los que no pudieron entrar a Madero estaban cercados por barreras de granaderos.
Volvamos a buscar a nuestros compañeros, demandaban algunos. Alvarez Garín y Trinidad Ramírez, de Atenco, intentaban reorganizar la marcha, pero finalmente Trini, con machete y micrófono en mano, se dirigió a los manifestantes y les dijo:
Compañeros, es increíble la fuerza pública que se desplegó para esta marcha, pero ni ellos pueden avanzar ni nosotros retroceder. Así que avancemos y hagamos una comisión para exigir a (Marcelo) Ebrard que detenga la represión.
Minutos después, la vanguardia de la marcha hizo su entrada al Zócalo. Mientras se organizaba la comisión, dio inicio el mitin que abrió Leticia Gómez Castillo, madre de Ramsés, quien exigió la liberación inmediata de su hijo.
Alvarez Garín pidió la dimisión de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por sus decisiones más recientes y un referendo revocativo, porque no tenemos que aguantar a un gobierno que no representa los intereses del pueblo.
Representantes estudiantiles solicitaron más presupuesto para la educación, ampliación de becas, aumento de matrícula y llamaron a la comunidad estudiantil a unirse para defender la educación pública, laica y gratuita.
Hasta el cierre de esta edición, una comisión encabezada por Ramírez demandaba ser recibida por autoridades capitalinas con el propósito de que 26 personas detenidas fueran liberadas. Un funcionario les informó que serían recibidos por el procurador del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Con información de corresponsales
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