viernes, 23 de octubre de 2009

¿Quién ya pasó de moda?




• PRI: ¡Al diablo la responsabilidad…!
• La camorra de Lozano…

Gota a gota, mi estimado, se forman los ríos. Volátil fin de una accidentada semana en donde el atraco de la cínica dupla PRI-PAN para gravarle más impuestos a los contribuyentes cautivos ha desencadenado una delicada cascada de señalamientos, molestia y disgusto que incluye a todo el simpático espectro social. El grito de no más impuestos ha sido escuchado desde la tribuna legislativa (¡horror!), en la calle, en los pasillos del poder y en los grandes despachos levantando inquietud en el interior del PRI-PAN, donde el sonsonete de la responsabilidad para salvar la patria no logra emocionar a la enfurecida concurrencia.

En el colmo del divertido timing, salió Felip… no, no, César Nava a justificar el engendro de chisguete fiscal aventándole la bolita hirviendo al PRI, justificando que las lacritas tricolores no les habían dejado de otra, como si ambos partidos no estuvieran en el insolente enjuague de mentiras y simulaciones.

Luego entonces el PRI, agraviado por el balconeo de Los Pinos, anunció modificaciones al bodrio gracias al deslinde del PAN y al diablo con la mentada responsabilidad, yes?

Así se habla, ¡chingá!

Las lacras priIstas del Senado confirman que les valen madre millones de mexicanos. Lo que enchiló fue la actitud rastrera, miserable y mezquina, sello de este (des)gobierno, que pretendía dejarlos solitos en medio del enojado abucheo colectivo. ¿El resultado?

Una feria de grotesca incontinencia verbal para salvar la cara, cuando además deberán hacer una operación política finísima para evitar una mayor fractura en la jauría tricolor en San Lázaro tripulada por Peña Nieto y Paredes, verdaderos lacayos del abominable arreglón de aumentar el IVA, el ISR, ¡el Internet! (estos pasados sí que son disfuncionales esféricos) y atractivos botones como la consolidación fiscal y la condonación de impuestos a Televisa, entre otras linduras más.

Y para que se le quite al gymboree (con minúsculas) presidencial y al partido en el poder (del no poder) esos aires de valentía, los priistas ya les advirtieron que no los necesitan para la Ley de Egresos. O sea, de cómo se gastará el billete de la chequera, ni hablamos.

Para que aprendan a respetar…

El problemita, nuevamente, son las señales enviadas al exterior que son de un país bananero envuelto en el descrédito. De un (des)gobierno rebasado. De la falta de consensos. De la nula operación política. De una terquedad, ineficacia y ceguera presidencial a prueba de todo.

La secuela del espectáculo del engendro fiscal es que las modificaciones que presente el PRI, ahora con la runfla hipócrita del PRD demostrará si se fajaron los pantalones o si es oootra de sus distintivas facetas fanfarronas, sin considerar, of course, el escenario de un veto presidencial que complicaría aún más la incertidumbre económica y el ambientito político.

El costo de la ruta de los pactos tras bambalinas y de nadar de muertito(a) ya contaminó al PRI, que ha consentido ser comparsa responsable de este (des)gobierno sin sopesar el fondo de las consecuencias. Este engendro fiscal ha sido también el detonador de un conflicto latente entre la élite que entronizó a Calderón en Los Pinos y su talentoso (des)gobierno. Que poderosos empresarios declaren que México ya pasó de moda en realidad están diciendo que el PAN y Felipe Calderón, haiga sido como haiga sido… ya pasaron de moda.

Sólo falta que los disfuncionales en el (des)gobierno entiendan la señal del hartazgo por tanta ineptitud que no da para ¡tres años! más en la misma inequívoca ruta de colisión.

Es decir, como no pueden, my friend, que renuncien…

Por la mirilla

El (des)gobierno desaparece a LFC atropellando los derechos del SME y con el poder de la firmita de Felipe deja desempleados a 45 mil familias. Trata a los trabajadores como delincuentes, suspende el derecho al servicio médico a los jubilados, orquesta una campaña mediática de desprestigio que no informa sino polariza, alista órdenes de aprehensión, utiliza la fuerza pública para intimidar, dialoga con la di$idencia y muestra un nulo interés por resolver este peligroso conflicto que apenas calienta motores. Para colmo, el secretario del Trabajo (sucio), Javier Lozano —a quien salvaron de su comparecencia—, y Fernando Gómez Mont han mostrado (la hormona) una actitud camorerra, desafiante, soberbia y retadora contra un sindicato profundamente agraviado y… aguerrido. Y todo en medio de una profunda crisis de la crisis.

¡Adiós!
gomezalce@aol.com

Fuente: Milenio

Difusión AMLOTV

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