Tampico.- Un grupo del hampa hirió a dos soldados en un ataque sin precedente con lanzagranadas contra una unidad habitacional militar en el noreste de México, en un nuevo indicio de que las pandillas de narcotráficantes recurren cada vez más a tácticas abiertas de guerra contra las fuerzas armadas en el país.
Los agresores dispararon la granada contra el lugar donde viven los soldados con sus familias en Tancol, en las afueras de la ciudad costera de Tampico, estado de Tamaulipas, dijo el martes la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un comunicado.
Salvo los dos soldados ningún residente o familiar fue herido en el ataque ocurrido el lunes. Hubo una persecución de los atacantes que, sin embargo, lograron huir, señaló el texto divulgado la noche del lunes. Los agresores dispararon una granada de fusil.
Tampico se ubica a poco más de 500 kilómetros al noreste de la ciudad de México.
Los militares sólo localizaron el vehículo en que presuntamente viajaban los agresores, dentro del cual se encontraron tres armas largas, dos cortas y una granada de fusil, como la disparada contra la unidad habitacional militar.
Los soldados heridos fueron atendidos y no se reportó su estado de salud.
"Este tipo de agresiones ponen de manifiesto que la delincuencia organizada se encuentra minimizada en sus estructuras, llegando a realizar actos desesperados como son el de agredir a las familias de los integrantes del instituto armado", señaló la Sedena en un comunicado fechado en Reynosa, en la frontera con Estados Unidos y sede de la zona militar que supervisa el área de Tancol.
El ejército no señaló a qué grupo del crimen organizado pertenecerían los atacantes.
La agresión, la primera que se reporta contra zonas habitacionales de las fuerzas armadas, ocurre una semana después de una serie de ataques y bloqueos de presuntos sicarios en Tamaulipas y el estado vecino de Nuevo León, en la frontera con Texas, en un aparente ajuste de sus estrategias contra el gobierno y las fuerzas armadas.
Tamaulipas y Reynosa han registrado en las últimas semanas un incremento de la violencia que las autoridades han atribuido a un enfrentamiento entre el Cartel del Golfo y sus ex aliados del grupo de sicarios de los "Zetas".
A la fecha, ningún soldado ha muerto en la más reciente oleada de confrontaciones, en tanto que los diversos grupos narcotraficantes han registrado numerosas bajas.
Expertos consideran que los diversos grupos rivales del narcotráfico intentan hacer a un lado al ejército en la lucha que libran por el control de las rutas para la movilización de drogas en la región.
Numerosos civiles han quedado atrapados en el fuego cruzado, como lo muestra la muerte de dos niños de 5 y 8 años ocurrida el fin de semana.
Aunque los carteles del narcotráfico carecen de entrenamiento militar, tienen poder de fuego. Los soldados han decomisado decenas de granadas, fusiles semiautomáticos e incluso explosivos caseros en los lugares donde ha habido enfrentamientos.
La Procuraduría General de la República informó el martes en un comunicado que fincó cargos contra siete custodios por su presunta participación en la fuga el viernes de 12 reos de una prisión de Reynosa.
La fuga, que inicialmente se dijo fue de 13 reos, ocurrió luego de que hombres armados llegaron al penal el 2 de abril. Durante los hechos hubo un tiroteo en el que murieron tres reos.
La violencia relacionada con el narcotráfico ha dejado al menos 18.000 muertos desde diciembre de 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas, que han respondido con ataques contra fuerzas policiales y militares y han intensificado los enfrentamientos entre distintos carteles por el control de las rutas para el traslado de estupefacientes.
Fuente: W radio
Difusión: AMLOTV
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