Julio Ricardo Blanchet Cruz
• Del chamaqueo...
• Del “catarrito” que viene…
30 julio 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
A ciencia cierta, amable lector, todavía no alcanzo a ver bien a bien a quién se chamaquearon.
No sé si el honorable secretario Blake se chamaqueó a don Martín (lo que se pone en duda pues las mañas corren por cuenta del sindicalista) o si fue don Martín el que se chamaqueó a los huelguistas de hambre…
Sin que se pueda descartar que Blake y Esparza sean los que se chamaquearon a todos (la posición del verdugo Lozano todavía no está muy clara, pero parece ser que uno la hace de policía bueno y el otro es el malo)
No sé si los huelguistas de hambre se chamaquearon a los honorables medios de comunicación y a las no menos honorables Autoridades con eso de que se estaban muriendo (casi en agonía, les daban uno o dos días de vida) y que siempre no, que resultó que gozaban de cabal salud…
Pero lo cierto es que la mesa de diálogo de “alto nivel” no ha resuelto nada, y ahora los sindicalistas amenazan con paralizar el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México…
En el entendido de que ya se sabe que el aeropuerto no se llama Benito Juárez, pero siempre se le conoció así y no porque lleguen unos panistas apátridas vamos a dejar de recordar al Benemérito”…
El asunto es que habiendo agotado todas las instancias legales habidas y por haber, el SME, sin la fuerza que inicialmente hubiera tenido movilizando a más de 40 mil personas, hoy se expone al garrote oficial con ese tipo de amenazas…
Cuando si lo hubiera hecho al inicio del asalto policiaco (no se puede llamar de otra manera) acompañando el movimiento con un boicot a la Coca Cola hoy los resultados serían muy distintos…
Pero si a la protesta y al boicot se le unen los mineros y los pensionados a quienes les quieren reducirles sus pensiones, el movimiento podría triunfar. Pues no hay nada que les duela más que el dinero. De hecho, pareciera ser que es lo único que les importa…
Cambiando de tema…
Las declaraciones de don Agustín Carstens, flamante Gobernador del Banco de México, no podían ser más infaustas: “Se comienza a notar en la economía norteamericana una desaceleración” dijo el voluminoso funcionario…
Que en su obnubilación y miopía no lograba ver lo que todos veíamos (igual a lo del “catarrito”) que no puede haber recuperación económica mientras se sigan perdiendo empleos. Y por si fuera poco, agregó que “se podría caer en otra recesión”…
Sin dejar de soslayar, que no deja de ser curioso que el individuo tenga la capacidad de razonamiento suficiente como para deducir lo que les puede suceder allá en los EEUU; y no tenga esa misma capacidad para entender que lo mismo (y peor) nos va a pasar a nosotros, que dependemos de ellos casi para todo…
De hecho, la recesión no ha terminado, ni allá, ni por supuesto aquí. La economía que vivimos es totalmente ficticia. Por lo que para terminar agregaremos un pensamiento de Thomas Jefferson, quien con cierta anticipación (1802) advirtió lo que nos podía pasar y que infortunadamente nos está sucediendo…
"Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate…
Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda; los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión…
Primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron"…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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