Por: Alonso Mejía.*
Hace poco fue en Chile, a propósito de una central termoeléctrica que arruinaría un extenso litoral-santuario de vida animal. Ahora en Costa Rica movimientos ambientalistas anuncian lucha para evitar construcción de megaplanta en Térraba; junto a indígenas y vecinos de las localidades de Térraba, Buenos Aires y Osa, tomarán acciones para impedir el proyecto eléctrico Diquis, una amenaza al ambiente y sus comunidades.
El presidente del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU, envió una carta al gobierno alertando sobre la situación de ese pueblo indígena.
Según la información recibida por el Comité, el gobierno de Costa Rica, a través de la compañía de electricidad estatal ICE, tiene la intención de construir una presa hidroeléctrica (la presa Diquís) que inundará al menos diez por ciento de las tierras registradas del pueblo Térraba, que incluyen sitios de carácter sagrado, cultural y arqueológico de esa comunidad.
El presidente del Comité, Anwar Kemal, expresa en la carta su profunda preocupación porque el pueblo Térraba no ha sido consultado ni se le ha permitido participar en el proceso de toma de decisiones, además de que sus peticiones con este fin han sido rechazadas por los funcionarios del Estado por considerarlas prematuras, a pesar de que en la zona la construcción de carreteras, almacenes y viviendas para los trabajadores de la construcción ya se ha completado.
El Comité dice estar atento a la construcción de la presa, que puede constituir una injerencia grave y de gran escala que pondría en peligro la supervivencia cultural, e incluso física, del disminuido pueblo Térraba.
Los representantes indígenas afirman que para 2016 la capacidad de generación será dos veces mayor a la demanda estimada para ese año, por lo que producir más energía para consumo local no se justifica.
Hace pocos días el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU, alertó sobre la situación que enfrentaría el pueblo Térraba, ante la inminente construcción de la planta hidroeléctrica.
Sin embargo, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), impulsor de la obra, arguye que ésta reducirá la generación de energía dependiente de combustibles fósiles y disminuirá la emisión de gases de efecto invernadero.
La obra iniciará en 2013, y estrá en servicio en 2018. Tiene un costo superior a dos mil millones de dólares y suplirá la demanda de consumo de más de un millón de habitantes.
El presidente del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU, envió una carta al gobierno de Costa Rica, exponiendo su preocupación por la situación del pueblo indígena de Térraba, a la luz de la información presentada por organizaciones no gubernamentales alertando sobre la situación de ese pueblo. Además el documento advierte que la perdida de las tierras tradicionales debido al proyecto de la presa hidroeléctrica incrementará aún más las condiciones actuales de pobreza extrema entre el pueblo Térraba.
* Periodista
En www.elpregon.org
Fuente: TeleSur
Difusión: Soberanía Popular
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