Queridos amigos y amigas,
La máxima autoridad brasileña en regulación medioambiental dimitió el miércoles pasado a raíz de las presiones recibidas para aprobar la construcción del complejo hidroeléctrico de Belo Monte. Dicha presa, según opiniones expertas, constituiría un desastre ecológico, que dejaría una cicatriz más grande que el Canal de Panamá en pleno corazón de la Amazonia.
La mega-presa de Belo Monte inundaría una enorme extensión de selva tropical, forzando a miles de indígenas a desplazarse. Las empresas que se beneficiarían de su construcción llevan tiempo tratando de pasar por encima de las leyes de protección del medio ambiente y esperan comenzar las obras en cuestión de semanas.
El Amazonas es un tesoro universal; hace falta una protesta mundial inmediata. Con la dimisión del responsable medioambiental brasileño se podría dejar vía libre a la aprobación de la obra. Pero, si unimos suficientes voces, este puede ser un momento decisivo en la lucha contra el proyecto. Convirtámoslo en un asunto clave en la arena mundial para la nueva presidenta de Brasil. Firma esta urgente petición para que Dilma Rousseff paralice Belo Monte y proteja la Amazonia. Avaaz se la entregará de forma espectacular a través de sus socios indígenas en la capital de Brasil. ¡Alcancemos las 300.000 firmas!
Eletronorte, la compañía que más se beneficiaría con Belo Monte, pide que se autoricen las licencias de construcción, incluso si el proyecto incumple las normativas medioambientales.
La gran mayoría de expertos y funcionarios que estudian los planes del embalse lo rechazan por considerarlo una catástrofe en ciernes. La renuncia de Abelardo Bayma Azevedo, que la semana pasada dejó su cargo como presidente de la agencia medioambiental brasileña, no es la primera dimisión ocasionada por la presión en torno a Belo Monte. Su predecesor abandonó el cargo por la misma razón el año pasado, al igual que el ministro brasileño de Medio Ambiente, entre otras autoridades. De manera que está en nuestras manos asegurarnos de que estas dimisiones, y décadas de protestas en Brasil, no sean en vano.
La construcción de Belo Monte supondría la inundación de más de 160.000 hectáreas de selva tropical, afectaría a cientos de kilómetros del río Xingu y desplazaría a más de 40.000 personas, incluyendo comunidades indígenas de 18 grupos étnicos que dependen del río para su supervivencia. El riesgo económico del proyecto es tan alto que el Gobierno ha tenido que recurrir a fondos públicos para cubrir la mayor parte de los 16.000 millones de dólares a los que asciende la inversión . El embalse sería, además, uno de los menos eficientes del país, ya que solamente operaría al 10 por ciento de su capacidad durante la estación seca, que va de julio a octubre.
Los que respaldan el proyecto argumentan que servirá para cubrir la creciente demanda energética de Brasil. Pero existe una posible fuente de energía mucho más ecológica y barata: una mayor eficiencia energética. Un estudio de la ONG WWF mostró que, por si sola, la mejora de los niveles de eficiencia energética podría ahorrar el equivalente a 14 embalses como el de Belo Monte para el año 2020. Los beneficios de una propuesta realmente ecológica repercutirían en todo el mundo y no sólo en un puñado de poderosas corporaciones. Pero las corporaciones son prácticamente las únicas que contratan grupos de presión y tienen gran influencia política. A menos que nosotros, ciudadanos del mundo, alcemos nuestras voces en número suficiente para conseguir que Dilma se enfrente a una alternativa real para el futuro de Brasil.
La construcción de Belo Monte podría comenzar en febrero. El ministro de Energía y Minas de Brasil, Edson Lobão, asegura que la próxima licencia se aprobará pronto. Necesitamos frenar Belo Monte antes de que lleguen las excavadoras. Demos a Dilma la bienvenida a su presidencia con una protesta masiva para que tome la decisión adecuada: ¡frenar Belo Monte!
Brasil podría convertirse en la mayor esperanza del mundo para lograr avances en en la lucha contra el cambio climático, y acercar posiciones entre Norte y Sur en busca de soluciones compartidas. En estos momentos la esperanza está en la presidenta Dilma. Con la petición para que rechace la presa de Belo Monte y busque un camino mejor, estamos invitándola a que aproveche esta oportunidad y contribuya a la construcción de un futuro del que todos nosotros, desde las comunidades del río Xingu hasta las nuevas generaciones descendientes de la gente que hoy vive en las ciudades, podamos estar orgullosos.
Con esperanza,
Ben, Graziela, Alice, Ricken, Rewan, y todo el equipo de Avaaz
MÁS INFORMACIÓN:
El Presidente de IBAMA dimite en relación a la concesión de la licencia para la construcción de Belo Monte (en inglés):
"Gobierno brasileño espera permisos para construir enorme presa en Amazonia" (finanzas.com):
Informe "PowerSwitch" de WWF-Brazil que examina oportunidades para mejorar la eficiencia energética (en inglés):
Información de contexto (Survival):
"Electricidad y el río Xingu" (The Economist) (en inglés):
Fuente: AVAAZ
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