CITLAL GILES SÁNCHEZ
Chilpancingo, 4 enero. La Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos (Redgroac) exigió al Estado mexicano la salida inmediata de los militares de las comunidades de Guerrero; destacaron que las violaciones a los derechos humanos por el Ejército son una constante en la entidad.
Luego de la agresión que sufrieron el presidente del Comisariado ejidal de Carrizalillo, Onofre Peña Celso, de 44 años, y su hijo Sergio Peña Esquivel, de 18 años, quienes fueron golpeados, amenazados y maltratados por soldados, secretario técnico de la red guerrerense, Manuel Olivares Hernández, insistió en que este tipo de actos ponen de manifiesto el enorme riesgo que implica para la población la presencia constante de efectivos militares, tanto en Guerrero como en el resto del país.
Sobre todo, dijo, cuando hay cientos de denuncias por agresiones de soldados contra personas comunes e inocentes, las cuales en varios casos han sido asesinadas a manos de soldados y en la gran mayoría quedan impunes.
“Las violaciones a los derechos humanos, cometidas por militares, vulneran el tejido social, criminalizando a la sociedad civil sin pruebas para ello y utilizando la violencia como un método de represión y para generar miedo”, recalcó Olivares.
De igual forma, el activista insistió en la exigencia al Estado mexicano para que retire de las comunidades y poblaciones del estado de Guerrero al Ejército, además las violaciones a los derechos humanos cometidas por personal militar, sean debidamente investigadas, esclarecidas y sancionadas por autoridades civiles.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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