Nueva York. La firma automotriz Chrysler presentó hoy su plan de reestructuración frente a la crisis financiera, en el que prevé el recorte de tres mil empleos más y solicitar al gobierno de Estados Unidos un crédito adicional de dos mil millones de dólares.
En el plan de reestructuración, entregado al Departamento del Tesoro, Chrysler indicó que calcula que necesitará de nueve mil millones de dólares en créditos gubernamentales para evitar la quiebra.
La firma, que recibió en diciembre pasado cuatro mil millones de dólares, tenía previsto pedir otros tres mil millones de dólares, pero tras estimar que su situación se ha deteriorado decidió solicitar dos mil millones de dólares más.
La empresa, con sede en Detroit, también anunció que recortará tres mil empleos adicionales a los 32 mil que ya eliminó el año pasado con objeto de equilibrar sus finanzas.
El plan de Chrysler se dio a conocer después de que el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz (UAW, por sus siglas en inglés), anunciara en un comunicado que había llegado a un arreglo con las tres principales armadoras de Estados Unidos.
El objetivo del arreglo, aseguró el presidente de la UAW, Ron Gettelfinger, es reducir los beneficios que fueron pactados en 2007 en una muestra de ’solidaridad, paciencia y apoyo’ de sus miembros.
Chrysler anunció también en un comunicado que planea cristalizar una alianza con el fabricante de vehículos italiano Fiat, aunque depende de la ayuda que recibirá por parte del gobierno.
Se espera que en el transcurso de la tarde, la automotriz General Motors dé a conocer también su plan de reestructuración para especificar cómo pagará los préstamos y cómo se convertirá nuevamente en empresa rentable.
A finales de marzo próximo, el gobierno del presidente Barack Obama tomará una decisión sobre el sector automotriz, que según analistas, podría significar que se obligará a las empresas a acogerse a la ley de bancarrota para intentar sanearlas.
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