Amaga sindicato de telefonistas con huelga; exige 20% de aumento salarial

REGINA MARTíNEZ

VERACRUZ, Ver.  El líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, Francisco Hernández Juárez, anunció que el próximo 21 de marzo emplazarán a huelga a Teléfonos de México, en demanda de un aumento salarial de 20%.

         En entrevista, Hernández Juárez, también dirigente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), advirtió que los telefonistas no aceptarán el 4.5% que pretende imponer el gobierno federal a todas las empresas privadas, ya que el salario mínimo ha quedado "pulverizado" con la inflación.

         "Vamos a pelear ese aumento salarial" hasta lograr un aumento de 20%, ya que la situación económica del país así lo requiere, afirmó Hernández Juárez.

         Así mismo, dijo que solicitarán a los directivos de la empresa un plan de inversión de dos mil millones de dólares anuales para los próximos cinco años, con el objetivo de hacer frente a la demanda de servicios de telefonía e internet en todo el país. 

         Por otra parte, Hernández Juárez cuestionó el plan anticrisis implementado por el gobierno federal, ya que, a su juicio, no ha podido detener el cierre de empresas que provocará que este año más de 500 mil trabajadores sean despedidos.

         Consideró que desaceleración financiera internacional que arrastra a muchas empresas del país al precipicio, "demuestra que el país necesita un cambio en la política económica".

         Señaló que conforme pasa el año la situación económica en México empeora, "porque las medidas de contención diseñadas por el gobierno federal sólo son un paliativo y no pueden contra un desorden financiero mundial". 

         Después de sostener una reunión con trabajadores telefonistas de este puerto, el dirigente sindical manifestó su preocupación por el futuro de la clase trabajadora, ya que, explicó, "se estima que se pueden perder más de 500 mil empleos en este año en el país", sobre todo, en manufacturas de la industria automotriz. 

         Debido a esta situación, planteó la necesidad de que el gobierno federal impulse un cambio de política económica, porque el Estado tiene la obligación de hacerse cargo de programas de salud, educación y desarrollo social para que el mercado funcione bien.