La costumbre de opinar

La costumbre de opinar

“Que sigan luchando”: David; “Que busque otro empleo”: Sofía

Lydiette Carrión

David tiene 8 años. Va en tercero de primaria. Es un niño extrovertido, acostumbrado a dar su opinión. Recientemente fue entrevistado en Radio SME. Lo que más le gusta es jugar y es muy bueno para las matemáticas.

En cambio, Sofía, de 6 años, no ha tenido tanto contacto con el sindicato. Va en primero de primaria. Lo que más le gusta es colorear y leer; en la escuela, la materia que le gusta es la de español.

¿Qué opinan de lo que está pasa en el SME? David explica que cuando lo entrevistaron para la radio su papá le dijo que diera ánimos a los trabajadores: que dijera que siguieran luchando. Y él piensa que debe ser así.

Pero a David le da miedo que entre la Policía Federal y golpee a los trabajadores, y a su papá, entre ellos. A Sofía, lo que más le da miedo es que, si su papá no recupera su lugar de trabajo, luego no encuentre trabajo en ningún lado.

–¿Qué les dirían a sus papás?

David: “Que siga luchando”.

Sofía: “Que si lo corren, que busque otro empleo”.

Los dos explicaron que, debido a la lucha que están emprendiendo los trabajadores, sus papás llegan muy tarde, y eso no les gusta. Por ejemplo, el día anterior a la entrevista, el papá de Sofía llegó a las 11 de la noche, y ella ya no lo pudo ver porque estaba dormida. Lo mismo ocurrió con el papá de David, quien llegó a la una.

El de Sofía trabaja en la computadora. “Pero a veces se pone a ver qué hacen los electricistas de Calderón. Me dice, ‘mira, yo trabajo en el SME y nunca voy a dejar de hacerlo’”. David la interrumpe: “ahora ya está dejando”. Y los dos se ríen, quedito.

El gusto de los dos

Sofía y David conocen el SME desde hace varios años. Cuando Sofía ha visitado a su papá en las instalaciones del sindicato, le gusta que ponerse a dibujar. A David le ponen películas, mientras espera. Pero a ambos les gusta la mesa de trofeos que hay en una de los salones de la Secretaría del Exterior del SME.

A Sofía lo que más le gusta es una especie de trofeo: una cabeza de león hecha de plástico y pintada de amarillo. Al pie lleva el nombre de Fernando Amezcua. Lo que más le gusta es que “atrás está lleno de diamantes”: en la parte trasera, el plástico toma forma de formaciones de cuarzo y está recubierta de brillantina. A David le gusta uno de los trofeos deportivos de futbol americano. Cada uno decide fotografiarse con el objeto que le gusta más.

Fuente: El Periódico

Difusión AMLOTV